Capítulo 21. 💙

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"Mi dulce caos,

algo hermoso envuelto

en un encantador

desastre".

—David Sant.

Hunter

Al llegar al club me arrepentí de haber aceptado venir, el lugar estaba a reventar, había personas en cada esquina, en la pista, en la barra y en la parte de arriba. Algunas miradas se detenían en Charlotte, que esta noche se veía espectacular, aunque ella siempre se veía bien, a todas horas, en cualquier momento, todo el tiempo, así que no era raro que más de uno se detuviera a verla descaradamente.

Nos acercamos a la barra y una de las chicas que atendía se acercó a nosotros, el único asiento libre se lo cedimos a Charlotte, quien nos agradeció con un gesto amable. Puso su bolso sobre la barra y observó el lugar de esquina a esquina.

—Hacía tanto que no venía a este lugar, ya lo extrañaba —murmuró para ella misma. Una de las chicas detrás de la barra se acercó a nosotros y al reconocerme se quedó estática en su lugar, pero otra de ellas le dio un empujoncito para que hiciera su trabajo.

—¿Qué se les ofrece? —preguntó la castaña, al mismo tiempo que pasaba un trapo húmedo sobre la barra para quitar unas migas de alguna botana.

—Yo quiero una cerveza —Maykel levantó la mano.

—Yo quiero una de esas bebidas —Charlotte señaló una de las bebidas azules que estaba entregando una chica a otro de los meseros.

—Vodka, por favor —apoyé el brazo en la barra —. No sé qué hacemos aquí —me quejé.

—No empieces de amargado —me señaló Charlotte —. Venimos a pasarlo bien y a olvidarnos de nuestros problemas.

—¿Tú tienes problemas? —le preguntó Maykel.

—Cierra la boca —espetó ella poniendo uno de sus dedos sobre los labios de Maykel quien no hizo más que quedarse callado —. Y sí, también tengo problemas, como todas las personas en este lugar.

—Como digas —Maykel miraba el lugar —. Mira, ahí está Keira —casi levanta la mano para señalarla, sin embargo, Charlotte fue más rápida y no dejó que lo hiciera.

—Ni se te ocurra —le dijimos los dos al mismo tiempo. Maykel nos miró con los ojos entornados.

—¿Por qué no? —nos miró consternado.

—No queremos que se dé cuenta de que Hunter está aquí —murmuró Charlotte.

—Bueno, no sabía —se giró hacia la barra cuando la misma chica se acercó para dejar nuestras bebidas frente a nosotros. Le agradecimos con un asentimiento de cabeza y se retiró para atender a los demás clientes.

—Mejor dinos si ya tienes novia o hay alguien por ahí —la pelirroja enterró un dedo en el pecho de Maykel.

—Hay alguien —dijo orgulloso —. Pero se ha ido de vacaciones.

—¿Quién? —pregunté.

Maykel dudó en responder.

—Amara, la amiga de Angel —aquello sí me sorprendió. No me esperaba que a Maykel le gustara Amara, sin duda alguna ella era el tipo de chica que le gustaba a mi amigo.

—¿Amara? ¿Y tú le gustas a ella? —Char se llevó el vaso a los labios para darle un sorbo sin dejar de mirar a Maykel.

—Es difícil saberlo si me da pena preguntarle.

Pacto con el diablo. (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora