CAMERON
¿Que había echo?
Daba vueltas y vueltas por todo el baño, tirándome desesperadamente el pelo, intentado averiguar que demonios había echo mal. Había repasado mis actos a conciencia, buscando el más mínimo error que hubiese desatado la tormenta. Estuve toda la tarde pensando en ella, en las mil y una razones por las que quería besarla. Notaba que me evitaba, notaba que se ponía nerviosa con mi presencia. Pero aún así, ella había aceptado mi beso ¿Como podía ser eso? Sus labios no raspaban, eran suaves, acaramelados. Me torturaba a mi mismo cada vez que recordaba la cara de terror que puso al separarnos, la manera de la que huyó de mí. Aunque lo peor fue la última mirada que me lanzó antes de desaparecer, tan inexpresiva que me estremecía. Odiaba la idea de no poder volver a besarla. ¿Y si me odiaba? Lo dudaba, si no me habría propinado rápidamente una buena cachetada.
Pero había aceptado mi beso, ¿Eso qué significaba?
¿Acaso yo le gustaba tanto como ella a mí?
Porque sí, me gusta Arianna.
Me había dado cuenta poco después de intentar besarla por primera vez. Lo comprendí al observar que me preocupaba por ella, que velaba por su sonrisa y ,que adoraba todas y cada una de sus imperfecciones. También me di cuenta de que por su culpa me había vuelto aún más blando, cursi, sensible y vulnerable que antes. Odiaba todo lo que me hacía sentir, me hacía caer cada vez más, pero también lo adoraba. Me daban cosquilleos desde el pecho, pasando por mi estómago y las puntas de mis dedos.
En ese momento la puerta se abrió y entró Gilinsky. Me observó de arriba a abajo, algo sorprendido. Debía estar horrible, por su expresión.-Tío, ¿Que coño te ha pasado?-Sus ojos seguían muy abiertos.-¿Te has drogado? Tienes todos los ojos rojos y los labios rotos.
Me miré en el espejo por primera vez. Se notaban todas las venas de mis ojos y mis labios estaban partidos y pálidos. El color había perdido mi rostro. Parecía un muerto.
-Mierda...-Mascullo echándome agua en la cara.
-Oye tío, ¿No será por...?
-Sí.-Lo corto. No estoy preparado aún para oír su nombre en alto.
-Os vi.-Dice sin rodeos. Lo miro con paciencia y él sonríe.-Te lanzaste, ¿eh?
-Sí.-Sonrío con ironía.-Aunque no salió como esperaba.
Jack y yo nos quedamos un rato en silencio, meditando. Decido dar un paso, antes de darme por vencido y quedarme estancado con esta horrible sensación.
-¿Donde está ella?-Su nombre me parece como el de Voldemort; prohibido.
-Ha vuelto al hotel.-Jack me inspecciona, con detenimiento.-¿Vas hablar con ella?-Asiento.-Tío, yo te llevo.
-¿Qué?
-Que te voy a llevar.-Me empieza a empujar fuera del baño.-Sé que te gusta, así que como buen amigo te voy ayudar.
No puedo evitar sonreír y le doy un abrazo de colegas. Amigos como él hay pocos. Jack condució un coche alquilado hasta el hotel, mientras que Aaron se nos había unido.
-¿Que vas hacer?-Me preguntó Aaron desde el asiento trasero.
-No sé.-Me encogí de hombros.
-¿Que le dirás?-Continuó.
-No lo sé, Aaron.-Contesté algo aburrido de sus preguntas.
-¿Desde cuando te gusta?
Me quedo en silencio. ¿Desde cuando me gusta? Recientemente descubrí mis sentimientos, pero, estoy seguro de que estos existen desde hace mucho antes. Él y Jack sonríen por mi confusión y se codean uno al otro. El sonido de los seguros del coche me despierta. Estamos en la entrada del hotel. Los chicos bajan conmigo, pero se sientan en unos sillones del vestíbulo.
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The Viner Girl || Magcon
Fiksi Penggemar"Aquí nada es lo que parece, querida Arianna. Hasta la persona que pienses que más odio te tiene puede ser la que más te ame, y viceversa. Aquí todos saben ocultar muy bien sus sentimientos, y si no quieres ser herida, será mejor que tu también lo h...