XV

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CAMERON

Intento abrirme paso entre la gente para llegar al escenario, pero la gente sigue bailando sin dejarme espacio para pasar. Después de algunos empujones y gritos de chicos a los que acabé intimidado llegué a el borde de la plataforma y me rocosté en ella. Metros más allá veo a Packet hablando con ¿Ashley? Si, es ella; nadie se pone unos pantalones de lentejuelas rosa tan cortos. Desde aquí no las escucho, pero por sus caras parecen discutir. Oh oh, si hay pelea de chicas tengo que estar en primera plana. Ashley acaba cruzandose de brazos y sonriendo cínicamente, mientras la castaña tiene una expresión de completo horror. Esta última sale casi corriendo hacia la dirección contraria a la pelirroja, es decir, al enbarcadero. Me acerco a Ashley y está sonríe coqueta al verme mientras se toca el pelo. Bitch.

—¿Que le has dicho a Arianna? — Espeto nada más llegar a su lado.

—Nada. Solo la aconsejaba. — Sonríe inocente, y me mira como si fuera el último trozo de carne del mundo. Buena comparación. —Oye Cam, que si quieres... — Ruedo los ojos y me largo antes de que termine. —¡Cameron! ¿Eso es un no?

Sin darme cuenta acabo donde las bebidas y me sirvo un vaso de vodka. Doy un trago y camino hacia el enbarcadero , donde puedo ver la pequeña figura de Arianna. Sigilosamente me siento a su lado y ella me mira algo asusta llevándose la mano al pecho. Empiezo a reír y ella me arrebata el vaso para tragarselo de un tirón y luego hacer una extraña mueca por el sabor.

—¡Hey! Eso era mio. — Rechisto como un niño pequeño cruzandome de brazos y ella ríe.

—Perdona, lo necesita. — Una ráfaga de aire frío se choca con nosotros y ella se abraza a si misma. —Joder, que frío.

—No soy un caballero, así que no creas que te voy a dar mi chaqueta. —Le advierto y ella se cobija entre sus brazos. La atraigo a mí y la abrazo. Ella me mira confundida. —Dije que no era un caballero, pero tampoco voy a dejar que pases frío. Ella se acomoda en mi pecho y empezamos a mirar las estrellas.

—Si esto fuera una película, tú ahora dirías algo como "esa es la Osa Mayor" o algo así. — No miramos durante unos segundos y acabamos diciendo al unísono:— Pero no los es. — Y explotamos en carcajadas.

Se hace el silencio, pero no uno incómodo, más bien relajante. De momento pienso. Pienso que desde que soy famoso no he tenido muchos momentos de tranquilidad como estos. Aunque no lo parezca, nuestro trabajo también es bastante duro. No seremos superestrellas mundiales o algo así, pero la fama que tenemos también nos limita de varias cosas. Por otro lado, nuestra agenda es bastante apretada. A nosotros nos encantaría ir a todas las ciudades del país, y conocer a todas y cada una de nuestras fans. Pero como dice Bart, eso no es posible ni lo será. Puede que si lo sea, pero que solo nos limitamos a no intentarlo. Hay muchas cosas de el tour que me atormentan; como la falta de tiempo o lo exageradas que cuestan las entradas para ir a vernos.

Siento un suspiro a mi lado, y miro Arianna. Tiene la vista pérdida en el horizonte; irónico. Por un momento se me pasa por la cabeza de que le puede estar pasando algo, y me acuerdo de su discusión con Ashley.

—¿Que te dijo Ashley? —Ella me mira, pero se mantiene callada durante varios segundos.

—Nada. —Dice escogiendose de hombros, pero suspira al darse cuenta de que no le creo nada. — Me amenazó. —Murmura sin mirarme.

—¿Que? —¿Que la amenazó? ¿Con que?

—Si, me dijo que no me volviera acercar a Nash, o sino lo lamentaría. —Acaba soltando, pero algo me dice que no me está contando toda la verdad, aunque lo dejo pasar.

—¿Algún día me contarás porque tu miedo a las tormentas? —Pregunto después de varios minutos de un incómodo silencio.

—Está bien. —Al final se rinde y se acomoda en su sitio, y los dos perdemos la vista en algún lugar del bosque del otro lado del lago. —Cuando tenía ocho años, a Logan y a mí se nos ocurrió la brillante idea de tener una casa del árbol en mitad del bosque. —Sonríe con nostalgia. — Todos nuestros amigos nos ayudaron s construirla, así que cuando estuvo acabada decidimos hacer una fiesta. Después de insistir, nos dejaron acampar esa noche en el bosque. Pero ninguno de nosotros sabía que habría tormenta. —Por un momento la sentí tensarse. —Nuestra vecina Katy y yo nos quedamos a dormir en la cabaña, y los chicos abajo. Pero un rayo impactó con el árbol y-y....—La miro instantáneamente y veo las lágrimas asomar en sus ojos.

—No hace falta que lo cuentes si no quieres... —Le abrazo y siento como si se relajarse un poco.

—N-no necesit-to desahogarme... —Le dejo algo despacio y ella continua con la historia. — El rayo partió la casa. — Dijo finalmente. —Y ella calló... Calló y acabo en coma... —La siento llorar y me temo lo peor, así que la estrujo entre mis brazos. —No es lo que piensas, K-katy sobrevivió, pero nunca más pudo caminar. —Su voz está totalmente rota y me da mucha pena por ella. —Desde entonces le tengo miedo a las tormentas. —Se limpia las lágrimas y me mira con los ojos rojos. —Miedo a que ese rato me de a mí, y yo también duerma, pero nunca más despierte. —Finaliza y le abrazo con más fuerza pasando mis manos por su espalda en leves caricias.

—Ya está, ya pasó. — Me detengo a pensar en sus últimas y lúgubres palabras. — No tengas miedo, eso no va a volver a pasar, mientras yo esté aquí.

The Viner Girl || MagconDonde viven las historias. Descúbrelo ahora