The Viner Girl || Magcon

Epílogo

Un año había pasado desde mi último beso con Cameron, desde que rompimos.

Decir que vinieron tiempos tranquilos después sería una completa mentira.

El alboroto en las redes sociales fue bastante preocupante. Las ventas bajaron, y se notaba que había un vacío en el grupo. Al final todos nos fuimos.

Primero fueron los Jack's, y Matthew, quienes se unieron al DigiTour.

Yo no me quería separar del grupo, por nada. Estaba completamente consiente de todo lo que había echo Bart y que se merecía estar entre rejas, pero no me importó. Después de perder a Cameron, me di cuenta que no aguantaría perder a nadie más.

Luego se fueron Aaron y Taylor, los cuales se dieron un respiro para empezar con nuevos proyectos. Poco después, Jacob también nos abandonó, empezando por fin su carrera con la discográfica.

Jacob y Mahogany afrontaron los problemas bastante bien. Al final ella le acabó apoyando con su nueva novia, Bea Miller, que a mi parecer era perfecta para él.

Mahogany, por otro lado, no lo aguantó más. Ninguna de las dos teníamos ese contacto genuino con los nuevos integrantes que con los chicos, por lo que acabó convenciéndome para abandonar.

Volví a Filadelfia junto con Logan, quien no había aparecido en la segunda etapa por cosas en su último año de instituto.

Los de 26MGMT parecía que todo les iba de viento en popa, creando hasta su propia vertiente en la marca de Aeropostale, y teniendo un tour increíble.

Nash se volvió el viner más famoso.

Cameron protagonizó una película, después otra junto con Nash y una última de animación a la cual le dobló la voz al protagonista.

Hayes por su parte seguía como siempre, aunque parecía más guapo y famoso cada día que pasaba.

Carter, tristemente, había sufrido mucho odio, porque se había filtrado un vídeo en Internet en el que se le incriminaba de abuso sexual a su novia Maggie, que aún era menor. Fueron días feos, en los que Carter hasta se intentó suicidar, soportando un odio que no se merecía, era inocente. Tuve que mandarlo con su madre para que le cuidara de no hacer ninguna estupidez.

Mi hermano y yo, lo único que hicimos fueron varias invitaciones al DigiTour y otros tours como el de Taylor.

Aaron se hizo muy amigo de los gemelos Dolan y Jack Dail, por lo que los cuatro compartían apartamento en LA.

Los Jack's, después de sacar dos exitosos álbumes, compartían una casa enorme en Hollywood con Nash y otros amigos.

El mayor de los Grier abandonó su apartamento en el centro de la ciudad -que compartía con Cameron y Bryant- y se mudó por todo lo grande.

Shawn estaba de tour, cuando no. Había tenido tanto éxito que su música ya estaba en lo alto de las listas de más de 20 países. Su primer EP y el primer álbum fueron arrasadores, y ya había hasta hecho la banda sonora de una película.

De los demás no tengo mucho más que decir. Casi todos se habían mudado a Los Angeles, a excepción de Taylor que no abandonaba Arizona y de mí, que no había encontrado apartamento en la icónica ciudad.

Aunque parezca que todo en mi vida haya sido una mierda, no es así. Conocí mucha gente, viajé mucho, y casi conseguí olvidar a mi exnovio.

Y digo casi, porque el primer amor nunca se olvida.

Hice una nueva amiga, Sierra Furtado. No era Mahogany, pero era genial, y me ayudaba en todo.

Justo empezó a vibrar mi movil sobre la mesa. Mi foto con Nash y la palabra "Nashty" junto con un corazón azul marcando sobre la foto daba a entender de quien era la llamada, duh.

Deslicé el dedo para responder y me lleve el teléfono al oído.

-¿Qué pasa Nashy?-Ese era mi saludo.

-Os he encontrado casa.

Sí, le había encargado a Nash a que nos buscara un apartamento a mi y a Sierra. Quizás me aprovechaba de su amabilidad, pero el lo hacía de mi comida.

-¡Bien! ¿En dónde es? ¿El alquiler es muy caro? ¿Es bonito? ¿Tendremos más compañero de piso?

-Tranquila.-Se rió por mi retahíla de preguntas.-Es en el centro, como queríais. No tendréis que pagar alquiler, la casa ya está pagada. Pero si debéis pagar la comida y limpiar.-Respondí con "ajás" todo lo que decía.-Si, es bonito, pero vuestros cuartos los tendréis que decorar vosotras. Y si, tendréis dos compañeros de piso.

-¡Genial!-Aplaudí como pude.-No les importa que invadamos su casa, ¿no?

-Para nada.

-¿Y quienes son?

Nash se tomó unos minutos de silencio y escuché como se rascaba la cabeza.

-¿Te acuerdas de mi antigua apartamento?

-¿El de Bryant?-Subí los pies sobre el sofá.

-Exacto, es ese.-Mordió algo, por lo que seguro estaba comiendo de esos cereales de colores.-Bryant no pasa mucho tiempo ahí, ya sabes que se pasa el día en la calle y que se va bastante a Nueva York.

Asentí aunque no me viera.

-¿Y quién es el otro compañero de piso?

El silencio de Nash me puso en alerta. Entonces todo hizo click en mi cabeza.

-Oh mierda.

-Tranquila, tranquila si no quier...

-¡No!-Me apresuré a decir.-Eh, está bien, no pasa nada.-Murmuré.

-¿No te importa?-Preguntó entre preocupado y sorprendido.

El estomago se me revolvió.

-No es eso...-Farfullé.-Igualmente tendría que afrontar nuestro desastroso pasado alguna vez, ya somos adultos.

Nash se calló, compadecedor.

-Eres fuerte.-Musitó casi inaudible.

-Siempre lo he sido, no es para que te sorprendas.-Solté para quitarle hierro al asunto.

Noté como sonreía al otro lado de la línea.

-Bueno, te dejo, tienes que hablar con Sierra.

-Si, adiós Nashty.

-Hasta luego Ari ¡Salúdame a la medio rubia!

Reí para luego colgar.

Me quedé durante segundos sin hacer nada.

¿Cómo iba afrontar esto?

Hacía una año que ni habíamos compartido una palabra, y que solo sabíamos del uno del otro por internet y lo que nos contaban los chicos. Ninguno de los dos había intentado otra relación, lo que me llevaba a cuestionarme si él sentía algo por mí. Pero eso era imposible.

Asentí para mí misma y sonreí a la nada. Esto me iba ayudar, por supuesto que lo haría. Por fin me desharía de su recuerdo.

Marqué el número de Sierra, y a los tres timbres lo cogió.

-¡Sierra a su servicio!-Gritó desde el otro lado.

-¡Tenemos casa!-Chillé yo.

-¡Siii!-Sentí como saltaba sobre su colchón de alegría.-Tenemos casa, tenemos casa.-Canturreó.

-Es el antiguo apartamento de Nash.-Me acordé de lo que dijo mi amigo y sonreí malévola.-Por cierto, te manda saludos.

-¡Cállate!-Se quejó avergonzada.-¿El de Bryant?

-Yep.

-Guay.

Nos quedamos en silencio.

-Tenemos otro compañero.

-¿Quién?-Cuestionó.

-Cameron Alexander Dallas, mi exnovio.