¡Hola, ricitos de oro! ¡Y hola a ti también, Kim Jin-hyuk!—Hero abrazó a Mattias cuando entró a la casa, el ojiazul se sorprendió al recibir esa muestra de cariño fraternal tan inesperada.
—Hola, Hero—dijo Mattias, palmeando un hombro suyo—, ¿hace cuanto llegaste a la casa?
—Unos diez minutos, la señorita Min So-ri me dejó pasar, te dije que vendría a visitarte todos los días, no creas que te vas a deshacer de mi tan fácil, ¡Hero Dimitriou no desaparecerá de tu vida ni siquiera con el chasquido de Thanos!
Mattias soltó una risa, Jin-hyuk negó con la cabeza sonriendo ante el humor del chico griego.
—Pero...¿y el Dong-yang?
—Si-yeon me dejó salir temprano para que pueda ir a verte, ha sido flexible con mis horarios desde lo que te sucedió, me pide que les cuente como estas, quieren estar pendientes de ti a través de mi. Básicamente soy el embajador del Dong-yang.
—Qué interesante—Mattias rió de nuevo—, ¿tanto me extrañan?
—Claro que sí, Si-yeon dice que fuiste uno de los mejores chefs extranjeros que el restaurante pudo tener, esa es su manera de decir "fuiste muy importante para mi y para todos nosotros". Además, están muy agradecidos contigo.
—¿Agradecidos?
—Desde que la gente se enteró que trabajaste en el Dong-yang antes de participar en el Concurso Bernier han acudido con más frecuencia. Ya sabes lo que significa, más clientes, más dinero.
—Lo entiendo, también estoy agradecido que te nombraran su embajador.
—Es un honor—Hero imitó un tono de voz formal y elegante, soltando carcajadas al igual que el escandinavo.
Jin-hyuk se sintió aliviado al ver que Mattias recuperaba la alegría que le había sido arrebatada junto con la vista, estaba claro que necesita tiempo a solas con su mejor amigo.
—Si me disculpan, estaré en mi despacho, tengo que continuar con mi trabajo, nos vemos luego mi amor—besó la mejilla de Mattias, retirándose de la sala y dejándolos solos para que pudieran conversar todo lo que quisieran.
—Parece que nada ha cambiado entre ustedes dos—comentó Hero, refiriéndose a la relación entre su amigo y el empresario—, me alegra ver que su relación está intacta.
—Y a mi me alegra verte, amigo mío.
Hero estuvo a punto de soltar otra risa, pero sería inapropiado burlarse, aclaró su garganta, antes de hablar Mattias se le adelantó.
—¿Ibas a reirte?
—Claro que no, ¿cómo podría?
—Oye, si quieres reír hazlo, esa era mi intención de todas maneras al decir lo que dije, no hay nada mejor que combatir el dolor con humor, me ayuda a relajarme.
—¿No te incomoda?
—Creo que burlarme de mi propia condición hace que no sea difícil de sobrellevar—Mattias se encogió de hombros—, la única opción que hay por ahora es esperar el trasplante.
—Tienes razón—asintió Hero—, ¿has hablado con tu familia?
—Lo haré pronto, temo que ya se enteraron, tuve unas llamadas perdidas de Ingrid. Quise ocultárselos pero luego me di cuenta que eso es imposible, al fin y al cabo debieron enterarse por las noticias.
—No te equivocas, en internet el ataque ha sido cubierto por varios noticieros de diferentes países. Hay conmoción en Suecia, organizarán una manifestación pacífica frente a la embajada de Corea en Estocolmo para exigir justicia y varias organizaciones que defienden los derechos de la comunidad LGBT han dicho que rechazan lo que te hizo ese sujeto, esperan que no quede impune.
ESTÁS LEYENDO
Chef de mi corazón
RomanceMattias es un chico sueco de veintiún años que llegó a Busan, Corea a trabajar en uno de los mejores restaurantes para ganar más dinero y cumplir su más anhelado sueño. Jin-hyuk es CEO del Grupo Holnyu, decide acudir al lugar donde el extranjero pr...