Hero al percatarse de que su amigo se estaba tardando en entrar gracias a que tenía su boca ocupada con la del empresario, se acercó y aclaró su garganta para que la pareja regresara a la Tierra, pues parecía que habían viajado más allá del sistema solar al besarse de esa manera tan apasionada.
—Si no los detuviera estoy seguro que estarían en un motel...oh, espera. Creo que es más apasionado hacerlo en la noche que en el día.
—¿Terminaste? Porque necesito que me hagas un gran favor.
Sacó su celular, escribiéndole un mensaje a Hero, el cual era una lista de ingredientes. El griego frunció el ceño.
—¿Vas a preparar waffles?
—Sí, así podrás estar fuera y no escucharemos tus tonterías al menos por unos minutos, vamos, date prisa, no quiero hacer esperar a nuestro invitado de honor.
"Invitado de honor", es sólo tu novio...tu millonario novio. Pensó Hero, tomó las llaves, la billetera y el dinero que Mattias le dio para que hiciera la compra, salió del apartamento pero antes de cerrar la puerta dijo:
—Espero que no hagan cosas sucias mientras no estoy, y si van a hacer eso al menos que no sea en mi cama.
—Por favor, ni que fuera tan cómoda, la mía es mucho mejor y más amplia—dijo el rubio con una sonrisa burlona.
—Como sea.
Se retiró, dejando a la pareja sola, Jin-hyuk se sentó en la sala.
—¿Te gustaría algo de beber, té o jugo?
—Té, por favor.
Mattias asintió, sirviendo la bebida pedida en una tacita encima de un plato, entregándola al coreano, se sentó a su lado con un vaso de juego en la mano.
—Debiste avisarme que vendrías, al menos me hubiera arreglado un poco—dijo acomodando unos cuantos mechones de su cabello.
—Siendo honesto, te ves hermoso incluso en pijama—acercó su mano a la del europeo, provocando un pequeño sonrojo en él, lo siguiente que estaba cerca eran sus labios sobre los de Mattias, unos centímetros más y estos estarían perfectamente unidos.
—Mi aliento huele a pan tostado y tocino—dijo el sueco, alejándose un poco.
—Entonces eso hará que besarte sea más delicioso que antes.
Cuando Mattias iba a refutar eso, sus labios ya estaban siendo presionados contra los de Jin-hyuk, no pudo evitar corresponder ante aquel beso lleno de ternura, suavidad y amor. Se había convertido en un adicto a los labios del magnate, pues estos tenían el poder de descontrolar todos sus sentidos, latidos del corazón, noción del tiempo, todo. Algo realmente intenso que lo abrumaba.
No podría vivir sin un solo beso tuyo. Pensó el ojiazul.
Tus labios son mi droga, al igual que tu sonrisa y el simple hecho de estar contigo se ha convertido en mi adicción favorita.
Aunque no podían escuchar sus pensamientos, el beso lo decía todo, el amor que sentían podía compararse con el tamaño del océano más grande y profundo del mundo. Pareciendo que no tuviera fin, como el mismo universo.
Lamentablemente para los dos, Hero regresó, cuando escucharon la puerta abrirse se separaron, el joven griego al ver la escena tan romántica que presenció no pudo evitar soltar un comentario satírico.
—El sofá no es para esas cosas, una cama sí. Y no puedo creer que en tan sólo cinco minutos que tardé en volver de la tienda casi se entregan el uno al otro con lujuria, en serio, parecen adolescentes hormonales.
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Chef de mi corazón
RomanceMattias es un chico sueco de veintiún años que llegó a Busan, Corea a trabajar en uno de los mejores restaurantes para ganar más dinero y cumplir su más anhelado sueño. Jin-hyuk es CEO del Grupo Holnyu, decide acudir al lugar donde el extranjero pr...