—A ver si entendí bien todo lo que ha estado pasando últimamente, primero dejas el Dong-yang para trabajar con tu multimillonario nuevo novio y resulta que tienes que mudarte con él como parte del contrato que firmaste, dejando solo a tu amigo, que ha estado contigo desde el primer día en este país, eso no tiene nombre...ah sí, es traición—Hero, que estaba sentado en la cama de Mattias, lanzó una almohada contra su cara, en represalia por marcharse a vivir y trabajar con Jin-hyuk, creyendo que iba pasaría a segundo plano en su vida.
Por supuesto, fingía que enojo para molestarlo, aunque no le gustaba mucho la idea, ya que estará solo en el apartamento y trabajo, pero si su amigo iba a ser feliz de ahora en adelante, entonces él también. Además, aprovecharía para traer a Yi-soo a casa con más frecuencia sin que alguien interrumpa.
—¿Puedes dejar de ser tan dramático por una sola vez en tu vida y ayudarme a empacar?
—¿Por qué no le pides a tu novio que te ayude?
Jin-hyuk carraspeó, llamando la atención del chico griego, que al parecer no se había percatado de su presencia en la habitación, a pesar de que estaba de pie en el marco de la puerta.
—Estoy aquí.
—Ups, lo siento—dijo Hero riendo por lo bajo.
—¿Quieres que te ayude?—preguntó el magnate al ojiazul, guardando algunas prendas en una de las maletas antes de obtener una respuesta.
—No es necesa...bueno, lo estás haciendo justo ahora y no te detendré, pero yo mismo empacaré mi ropa interior, no estás listo para verla—Mattias se acercó a su oído—, al menos, no todavía, cuando estemos solos quizás te otorgue ese privilegio.
—Verte sin ninguna prenda que cubra tu cuerpo también sería un privilegio—susurró Jin-hyuk, sonriendo de lado, el deseo se podía notar en su mirada—, así como desnudé tu corazón, déjame hacer lo mismo con tu cuerpo...eso pasará cuando te sientas listo, aunque déjame decirte que ganas no me faltan.
Hero carraspeó, pues sabía perfectamente que aquellos dos estaban teniendo una charla muy adulta, no quería convertirse en testigo de su comportamiento romántico, era algo incómodo pero entendía que pasaría igual si estuviera con Yi-soo, de todas formas no le apetecía ser el violinista.
—Mejor te ayudo porque si lo hace él no acabarás nunca—dijo, levantándose y guardando la laptop del sueco—, ¿podré ir a verte cuando quiera? Avisaré para no atraparlos cuando se estén besando o haciendo alguna otra cosa no apta para niños, sería bastante incómodo tanto para ustedes como para mi.
—Claro que podrás ir a verme cuando puedas—afirmó Mattias.
—Siempre y cuando avise con anticipación—le recordó Jin-hyuk con una voz muy seria, mirándolo con un poco de dureza, si las miradas tuvieran el poder de matar, Hero estaría más que muerto en ese preciso instante.
Aparentemente no tiene sentido del humor para sus pequeñas bromas, o al menos no lo comprende, mucho menos su comportamiento melodramático, le hacía recordar a Sun-mi cuando se ponía celosa a niveles insoportables.
Amargos recuerdos que desearía borrar para siempre de su memoria. Pero creará unos nuevos por cada bello momento que pase con Mattias, atesorándolos como si fueran los últimos restos de todo el oro de la Tierra.
—Está bien, está bien—Hero alzó las manos en señal de rendición—, procuraré hacer eso, tranquilo. Supongo que no tengo nada de qué preocuparme, confío en que mi amigo estará en buenas manos.
—Por supuesto que estará en buenas manos—afirmó Jin-hyuk, cruzando los brazos, manteniendo su rostro serio.
Wow, pero qué sexy, debería tomarle una foto. Pensó Mattias.
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Chef de mi corazón
RomanceMattias es un chico sueco de veintiún años que llegó a Busan, Corea a trabajar en uno de los mejores restaurantes para ganar más dinero y cumplir su más anhelado sueño. Jin-hyuk es CEO del Grupo Holnyu, decide acudir al lugar donde el extranjero pr...