En Corea, tras la salida del sol, Ingrid salió a desayunar con sus padres en un restaurante no muy alejado de la casa de Jin-hyuk, ninguno se ha percatado de lo que su hija ha estado haciendo cuando la luna sale, ambos tienen el sueño pesado, una ventaja que necesitaba la adolescente para llevar a cabo el plan contra Koo Sun-mi.
—¿Podemos ir a la playa más tarde? Por favor—suplicó Ingrid, juntando las manos, después de invertir casi todas sus fuerzas en el complot quería un buen descanso.
—Está bien, está bien, iremos—dijo Arvid Holmberg, quien no quería escuchar más insistencias sobre el deseo de Ingrid de ir a nadar al mar.
—Pero regresaremos al mediodía para almorzar—añadió Hilda—, nos vinimos a divertirnos, estamos aquí para ver a tu hermano.
—Mamá, él seguramente está disfrutando un maravilloso tiempo de calidad con Jin-hyuk, allá en Vietnam. Si puede disfrutar con su guapo novio estando ciego, ¿por qué nosotros no?
—Cariño, tiene un buen punto—asintió Arvid—, además, la última vez que fuimos a la playa fue cuando teníamos como veinte años.
Ingrid soltó una carcajada.
—Ósea, ¿en el Oscurantismo o cuando Colón llegó a América? No, no, déjenme adivinar, cuando Gustavo VI Adolfo¹ fue coronado, ¿verdad?—estalló en carcajadas ante su pequeño chiste, que les provocó ninguna gracia a sus padres.
—Te recuerda que yo tengo cuarenta y nueve años y tu padre cincuenta—afirmó Hilda con un poco de desdén por la osadía de Ingrid—, no somos tan viejos.
—Pero tampoco son jóvenes, como yo que tengo sólo dieciséis.
—¿Crees que los tendrás por siempre? Recuérdalo, hija, nadie está exento de envejecer—Arvid le repitió ese consejo que suele expresar cuando Ingrid se burla de su edad y la de su esposa.
—Aún falta mucho para que yo tenga su edad, así que antes de que pase voy a aprovechar cada segundo de mi juventud, por eso la mejor manera de hacerlo es ir a la playa.
—Ya entendimos, ahora come si quieres ir rápido.
—Está bien.
Ingrid revisó su celular, lo había puesto silencio para evitar que cuando llegaran mensajes al grupo de chat que tiene con el equipo emitiera sonidos, lo que podría ocasionar sospechas de los señores Holmberg, nada debe salir mal.
Era un mensaje de Gook In-ju. "Ya avisé a los oficiales Tang y Ham, me confirmaron que irán a investigar en Sinuiju para atrapar a Uhm, su nombre completo es Uhm Myung-yong, vivía en Hamhung con su familia pero desapareció misteriosamente, la esposa contó que había entrado en contacto con una mujer adinerada del sur pero que un día ya no volvió a casa, eso fue hace cinco años. Al parecer, Uhm se ha movido por todo el país a escondidas.
—Tengo que ir al baño, no me tardo—dijo levantándose de la mesa, yendo directamente al lugar mencionado y encerrándose dentro de un cubículo para responder sin problemas.
"¿Uhm Myung-yong desapareció hace cinco años? ¿No fue en ese mismo tiempo que la casa de Yu-na unnie fue quemada por un intruso?"
"Lo mismo pensé yo".
"Entonces, Uhm Myung-yong hizo eso y de seguro que tiene algo que ver con el caso de Hong Beom-seop, él es el peón de Koo Sun-mi. Pero...si lo capturan aprovechará para usarlo como chivo expiatorio, el celular de esa loca es nuestro comodín, hay que mantenerlo en un lugar seguro".
"No te preocupes, Hero se encargó de eso".
"Es bueno saberlo".
—Aunque tengo mis dudas, Hero es torpe en ocasiones, espero que no lo haya dejado caer por el inodoro—pensó Ingrid en voz alta, se alarmó al contemplar que eso ya pudo haber pasado, apresurándose para enviar un mensaje al chef griego.
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Chef de mi corazón
RomanceMattias es un chico sueco de veintiún años que llegó a Busan, Corea a trabajar en uno de los mejores restaurantes para ganar más dinero y cumplir su más anhelado sueño. Jin-hyuk es CEO del Grupo Holnyu, decide acudir al lugar donde el extranjero pr...