Capítulo 50

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Cuando anocheció en Corea y los señores Holmberg quedaron profundamente dormidos, Ingrid convocó la asamblea del equipo con dos invitados especiales, los oficiales Ham y Ko quienes asistieron a través de una videollamada, ya que aún estaban en la delegación pero accedieron a unirse.

—Les agradezco, señores policías por honrarnos con su presencia—dijo Ingrid, haciendo una reverencia en señal de respeto y gratitud, pues no creyó que aceptaran colaborar con el plan.

—Es un placer contar con usted, señorita Holmberg, veo que es una chica demasiado inteligente para su edad—elogió Ko Woo-sung, realizando una reverencia también.

—Tras analizar todas las pruebas, considero pertinente capturar a la señorita Koo Sun-mi—afirmó Ham Mi-reu—, pero dadas las posibilidades de que pueda evadir la justicia, como huir a otro país he decidido acompañarlos en esta operación especial y esperar hasta que sea el momento adecuado.

Hero Dimitriou junto con Im Yu-na visitaron la estación de policía en horas de la mañana para entregarles la USB con los videos y el celular de Koo Sun-mi, que eran fundamentales para demostrar su culpabilidad en el caso de agresión con ácido a Mattias.

Los oficiales dudaron en aceptar la cooperación, sin embargo después de revisarlas concluyeron que tenían razón acerca de Koo Sun-mi, su relación con Uhm Myung-yong y el incendio de la casa de Im Yu-na, decidiendo escuchar el plan de Ingrid.

—Muy bien—asintió Ingrid, tomando asiento en la mesa del comedor—, les aviso a todos que mañana me reuniré con ella, ustedes oficiales tendrán que estar cerca para cuando yo sea secuestrada o atacada de cualquier forma por Uhm Myung-yong, tal vez Koo Sun-mi estará también ahí para cerciorarse de que Uhm no falle.

—¿Hablaste con Koo Sun-mi?—cuestionó Gook In-ju sorprendido.

—Sí, en la tarde—Ingrid sacó su celular, mostrándole el chat que tuvo con su enemiga—, estuvo aquí en la mañana, me ofreció patrocinio y ayudar a financiar una beca que me ayude asistir a cualquier universidad, tuve que fingir cortesía para mantener todo bajo control.

—Sun-mi también fue a mi casa para invitarme a comer mañana, no eres la única a quien quiere eliminar, pero era muy obvio que intente algo contra mi, después de la linda charla que tuvimos en el Dong-yang—relató Im Yu-na, agregando sarcasmo a lo último.

—Eso significa que enviará a alguien para hacerles lo que sea que le haya encomendado—expresó Ko Woo-sung, asintiendo con la cabeza—, deberíamos enviar policías encubiertos, ellos tendrán que presenciar lo que pase, intervenir de ser necesario y avisarnos.

—Entonces procederemos con la captura—finalizó Ham Mi-reu.

—Hay un detalle que falta cuadrar—dijo Ingrid—, no podemos dejar que Yu-na unnie se exponga tan fácil a Koo Sun-mi, se supone que yo tampoco pero estoy dispuesta a correr el riesgo.

Espero regresar a Suecia completa y con vida. Pensó Ingrid, reflexionando sobre las probabilidades de perder alguna parte de su cuerpo o acabar muerta por culpa de la mujer sociópata.

—Hay que tenderle un señuelo, alguien tiene que disfrazarse de Yu-na unnie, la pregunta es, ¿quién está dispuesto a hacerlo?

—¡Yo!—respondió enérgicamente Hyon Se-bin.

—¿Estás segura? Es una misión...no tan segura, la señorita Koo podría lastimar a cualquiera de las dos—dijo Min So-ri preocupada por su colega y por la adolescente.

—Estaremos bien, So-ri, por Jin-hyuk y Mattias vale la pena que me preste para esta locura que no se ve todos los días—Se-bin soltó una pequeña risita, sintiendo un poco de ansiedad cruzando su cuerpo—, por esas dos personas tan buenas ayudaré a lograr justicia.

Chef de mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora