Capítulo 13

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Antes de que la película comenzara, Jin-hyuk y Mattias fueron a comprar palomitas en una tienda cercana, por lo que decidieron irse caminando, un momento idóneo para tener un poco más de privacidad.

—¿Desde cuando saben tantas cosas? Yo supe qué era la homosexualidad como a los...trece, catorce años. Irónicamente nunca acepté estar en una relación hasta que te conocí.

—De nada—dijo Jin-hyuk sonriendo.

—Pero...

—¿Qué? ¿Pasa algo?

—Creo que estamos yendo muy rápido. Digo, no puedo negar que nuestro encuentro fuera más que una simple coincidencia porque cuando te vi, sentí que quería estar contigo hasta el fin del mundo, fue como...si en otra vida nos hubiéramos conocido y los dioses, o cualquier fuerza superior nos dieron la oportunidad de reencontrarnos.

Mattias pasó una mano por la mejilla izquierda de Jin-hyuk, los ojos de ambos al encontrarse transmitían todo lo que guardaban sus corazones que ser expresados en palabras no era suficiente.

—Lo entiendo perfectamente, no quiero forzarte a nada, si quieres que vayamos lento, así será. Lo que menos quiero es que te sientas incómodo a mi lado.

—Eso sí, tus besos no pueden faltar, tampoco las citas, cuando quieras decirme cosas muy bonitas...son la excepción, que quiera lentitud en lo nuestro no significa que el cariño sea mínimo.

Besó las dos mejillas del hombre de negocios, sonrieron. Jin-hyuk depositó uno en la cabeza de Mattias, provocando un suave sonrojo en él. Continuaron con el camino hacia la tienda, compraron las palomitas y regresaron.

Ji-hae colocó el DVD de Aladdín en el reproductor conectado al televisor, el cual estaba en la sala de estar, junto con su hermano se sentaron en el amplio sofá, en compañía de sus cuidadores. Ninguno pudo evitar cantar "Noches de Arabia" que aparecía al inicio del filme.

Sin duda los gemelos no eran los únicos niños en aquella casa viendo una película animada que trata de una historia fantástica combinada con romance y aventura. Al fin y al cabo, Disney hace las mejores cintas, por lo que ya sean pequeños o grandes, a muchos les fascina lo que cuentan a través del cine.

—¿Por qué la princesa Jasmín tiene un tigre como mascota?—preguntó Dae-hae.

—Duh, es una princesa, puede comprar lo que sea, incluso la luna—respondió Ji-hae con obviedad.

Mattias y Jin-hyuk rieron ante la pequeña discusión, Dae-hae dijo que era peligroso, pues Jasmín tenía a un animal salvaje que podría devorarla en cualquier momento. Por otro lado, Ji-hae alegó que Rajan está amaestrado, siendo incapaz de lastimar a su ama.

Decidieron que iban a continuar el debate después, primero verían la película.

¿Confías en mí?—preguntó Aladdín, disfrazado de príncipe a Jasmín, extendiéndole la mano.

¿Qué?

¿Confías en mí?

Esa era la señal para los gemelos, mientras los adultos estaban ausentes, diseñaron un plan para que ellos tuvieran un momento a solas, para que este se tornara romántico y finalmente se dejaran llevar por sus emociones.

—Tengo que ir al baño—dijeron al mismo tiempo, levantándose como resortes y corriendo veloces como un auto de carreras, desconcertando a Mattias y Jin-hyuk.

—¿Los gemelos sienten a la vez cuando quieren ir al baño?—preguntó el rubio en broma, ambos rieron negando con la cabeza. Sabían que los niños habían planeado dejarlos solos, pero no sabían el porqué.

Chef de mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora