Capítulo 44

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Al día siguiente en Corea, Ingrid se las arregló para decirle a sus padres que iría con el secretario Gook In-ju al centro comercial para comprar un regalo para Mattias y Jin-hyuk, dudaron mucho en dejarla ir sin ellos, pero In-ju les aseguró que estaría en buenas manos.

En parte no era mentira, Ingrid quería darle un obsequio a la pareja pero lo entregaría cuando fuera el momento adecuado.

Iba en el auto de su cuñado, conducido por Gook In-ju hacia una cafetería, donde acordaron la reunión con Im Yu-na, quien ya se encontraba en el lugar, Ingrid y el secretario bajaron del vehículo, entrando al establecimiento.

—Buenos días.

La chica sueca y su acompañante saludaron al unísono con una reverencia.

—Hola, secretario Gook, ¿quién es ella? ¿Es la persona que dijiste que quería verme?

—Sí, ella es...

—Deje que me presente, secretario Gook, por favor.

—Oh, sí claro.

—Hola, mi nombre es Ingrid Holmberg, soy la hermana menor de Mattias Holmberg.

—El ganador del Concurso Bernier—asintió Im Yu-na, recordando que había visto la transmisión de dicha competencia por internet—, mucho gusto, seré honesta, no comprendo porqué una niña querría citarme para vernos aquí.

—Perdón por hacerle perder el tiempo, señorita Im.

—No me molesta, es sólo que me sorprende e intriga, no todos los días una chica extranjera solicita verse conmigo, mucho menos si es tan joven, ¿cuántos años tienes?

—Dieciséis, unnie.

—Vaya, conoces los honoríficos—Yu-na sonrió—, eso aún es más increíble, por favor, siéntate. Usted también, secretario Gook.

—Gracias, unnie.

Ingrid pidió un café americano helado, al igual que Yu-na e In-ju, tal cómo había visto en las series coreanas, es una fanática empedernida de todas las producciones originarias del país asiático, conoce a cientos de celebridades.

Tras recibir sus órdenes, Ingrid decidió empezar a contarle todo a Yu-na.

—Unnie, mi hermano está en una relación con Kim Jin-hyuk.

—¿Kim Jin-hyuk? Wow, espero que Sun-mi esté enterada de eso—comentó Yu-na entre risas, creyendo que ella se pondría furiosa si escuchara la gran novedad.

—Se trata de ella también, de Koo Sun-mi, Mattias fue atacado con ácido por un desconocido que aún no capturaron, pero ayer Koo Sun-mi vino a la casa de mi cuñado, preguntando por él...iré al grano, ella me dio miedo apenas la vi, me resulta extraño que haya ido a la casa considerando que hace poco mi hermano fue víctima de un asalto en su contra, así que...

—¿Crees que ella lo hizo?

Ingrid asintió.

—Sí, yo también me enteré de lo que le ocurrió a tu hermano, no me sorprende que Sun-mi pueda estar involucrada—Yu-na le dio un sorbo a su bebida con una mirada inexpresiva, recordando el incendio que casi acabó con su vida tiempo atrás.

—Escucha, unnie, necesito la ayuda de alguien capaz de proveernos apoyo para que Koo Sun-mi sea castigada, sé que no va a ser fácil pero no puedo hacer esto sola.

—¿Qué quieres de mí, entonces?

—Tengo un plan, deberías verte con Koo Sun-mi, crear una distracción y cuando ella esté con la guardia baja, aprovechar para robar su bolso, o al menos su celular. Seguramente debe haber algo allí que sirva cómo prueba para confirmar mis sospechas, demostraremos ante los tribunales que es culpable, así que recibirá su merecido.

Chef de mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora