Después del incidente en el laberinto decidió seguir caminando, quería tratar de calmarse, sólo dio vueltas por los alrededores ignorando los susurros que escuchaba, no le apetecía saber nada más. Eventualmente tendría que escuchar, enterarse de los que pasaba por todo el Palacio, era bueno que todo siempre estuviera decorado con flores, sonrió sabiendo que aquello sólo sería una ventaja para él cuando fuera necesario irse a vivir ahí.
Sus pies se detuvieron al llegar al borde de un pequeño estanque justo al centro de los jardines de la parte posterior del castillo, en el estanque había varios peces de colores que le daban un lindo toque al agua, se encontraba mirándolos embelesado, sintiendo su mal humor ir disminuyendo. Disfruto de un momento de tranquilidad, la calma regresando a él, o así fue hasta que sintió a alguien parándose a su lado.
No se molestó en ver quien podría ser, seguro alguien a quien no conocía, probablemente alguien de la corte de Eviglod. De cualquier manera no se preocupó, Woon Xi estaba relajado mirando el agua junto a sus pies, nadie jamás lograría hacerle algo con su fiel mascota ahí para defenderlo.
—¿Es hermoso, no lo cree?
Su cuerpo se tensó, él conocía esa voz.
Miró en dirección de la suave voz, se encontró con un joven bajito de brillante cabello rubio y ojos castaños, tenía el cuerpo delgado y las facciones muy finas, probablemente un doncel.
—Si, es bonito—respondió quedamente. No quería saber nada más.
Estaba dispuesto a irse pues no le apetecía la compañía, sobre todo de esa persona, además Wheein y Beom-Gyu deberían estarlo buscando.
—Soy Dongho.
¡Lo sabía!, sabía que esa era la misma voz. Quería gritarle a ese pequeño tonto, pero se contuvo, en su lugar puso una expresión aburrida en su rostro.
El chico se sonrojo al notar que estaba siendo prácticamente ignorado—. Soy hijo del maestro de moneda del reino, ehh... yo también... —jugó un poco con los delgados anillos de oro que decoraban sus dedos.
Miró con más atención al chico frente a él, vestía una camisa blanca y un pantalón de tela azul algo ajustado, un par de zapatos negros, usaba unos cuantos anillos delgados de plata muy simples. Su rostro tenía facciones finas, ojos un poco más grandes de color castaño, sus pestañas no eran muy largas, tampoco tenía demasiadas, su nariz era linda y sus labios serían bonitos sino fuera por lo partidos que se encontraban. No era feo, pero tampoco lo encontraba particularmente bonito, era simple, sin gracia alguna.
Quiso levantar una ceja al notar a Dongho mirarlo, sus ojos dirigiéndose a los varios anillos que decoraban sus dedos, usaba dos grandes anillos en cada mano, ambos decorados con pequeños diamantes y un cristal Giffer, originario de su reino, otros anillos más delgados de plata y oro relucían en sus dedos, algunos con diamantes rosados que combinaban con los brazaletes que decoraban sus muñecas, para terminar viendo su ropa y la diferencia de telas entre lo que él usaba y lo que el mismo Dongho llevaba puesto.
El chico siguió analizandolo, lo vio fruncir las cejas al notar lo abierta que usaba su ligera camisa lila, está dejaba al descubierto el principio de su pecho, sólo debajo de las clavículas pero la piel no era tan notoria pues la atención se la llevaba el hermoso collar con gemas moradas que combinaban con la tiara en su cabeza. Dongho lucía un poco molesto ahora que notaba que sus joyas no se comparaban a los sutiles accesorios que a él le gustaba usar.
—Soy el novio del príncipe Jungkook.
Las palabras salieron de forma tímida pero él pudo notar la malicia en aquellos ojos castaños, ¿así que ese chico presumía de cosas que no eran suyas?, buscaba hacerlo sentir mal, y ni siquiera entendía por qué lo hacía, él solo había estado mirando los peces en el estanque sin molestar a nadie. Se mordió el interior de la mejilla para calmarse, no tenía porqué hacer caso. Él ya sabía que ese tipo parecía tener algo con JungKook, pero no podía revelar que ya sabía aquello.
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Rey de Coral *KookV*
FanfictionViejos recuerdos dañarán su presente, así como el dolor de la traición que llena sus mentes Solo con un amor que ya no parece suficiente Y la llegada de la guerra que es inminente ¿Será que aquello logrará separarlos para siempre? Jeon JungKook...