—La coronación se realizará dentro de una quincena —anunció la voz de un hombre mayor—. El sumo sacerdote se reunirá con la princesa NaBi durante esta semana para comenzar la preparación de la ceremonia.
—Creí que aún necesitábamos discutir sobre cuál de mis hijas sería coronada.
Cuando escuchó la voz de su madre, tan firme que no permitía objeción, Sook sonrió. Sabía que no debía escuchar a escondidas, menos cuando se trataba de reuniones de concejo pero no podía evitar estar ahí ese día.
Había encontrado el pasadizo que llevaba a la oficina de la reina, su madre, meses atrás y desde ahí era capaz de escuchar lo que se decía en la sala de reunión del trono.
Las reuniones de consejo rara vez resultaban interesantes, sólo se hablaba sobre el comercio, la producción de ganado y las cosechas del reino. Hablaban sobre los otros reinos y los cobros y pagos que debían hacerse mes con mes. Por eso casi nunca escuchaba a escondidas, pero hoy era diferente.
Su madre lo había comentado durante la cena dos noches atrás. Así que no pudo evitar escabullirse para escuchar la resolución del Consejo.
Su madre dijo que iba a interceder para que se respetará el derecho que tenía como primogénita y así pudiera ser coronada reina en lugar de su hermana NaBi. Sook sabía porque el consejo se mostraba renuente a que ella fuera coronada, pero sabía que podía ser una mejor reina de lo que NaBi jamás sería.
Su hermana era lista pero muy ingenua, era amable pero muy benevolente y su belleza demasiado simple, era bonita pero Sook lo era aún más.
Sook siempre fue más sobresaliente en las lecciones, tenía mejor habilidad en combate y uso de armas, era más lista para las lecciones de historia y comercio. Por otro lado NaBi sólo la superaba en las lecciones de estrategia, cartografía y herbolaria, su desempeño en todo lo demás era bueno y en las lecciones de combate y defensa apenas era decente.
La única ventaja que su hermana tenía a su favor era el color de sus ojos. Sook poseía ojos azul pálido mientras su hermana tenía un profundo y vibrante color lila en sus orbes.
Simplemente era injusto que NaBi no tuviera que esforzarse en todas las áreas, su hermana nunca intentó sobresalir porque siempre era a ella a quien veían. Desde el día en que había nacido NaBi fue reconocida como la heredera de Skinnende Gull, la princesa de su reino.
Sook nunca creyó que aquello fuera justo, ella era mayor que su hermana por tres años pero nunca fue considerada como una heredera digna. Su madre siempre trató de hacerla sentir incluida en cada evento que se realizaba pero siempre se veía eclipsada por la grandeza de NaBi y sus rasgos distintivos, nadie miraba a Sook si NaBi estaba en la habitación.
Al visitar el templo solar los dragones, ellos que eran tan importantes y estaban ligados a su familia, no le respondían. Los dragones se acercaban y la reconocían como parte de su familia pero al no poseer un don ellos no se comunicaban con ella. Siempre veía a NaBi y a su otra hermana, YulEum, reír y jugar con los dragones, ellas tenían su propio dragón, pero Sook no tenía nada.
Ella era la verdadera heredera, la primogénita de la reina y tenía todo el derecho de ser coronada reina, el color de sus ojos o la falta de un don no tenían por qué cambiar ese hecho.
Había hablado con su madre y siendo tan comprensiva como era, le prometió que trataría de hablar con el consejo.
Eso fue hace dos años y desde entonces la idea de que ella fuera coronada había estado en discusión. Fue por ello que Sook puso más esfuerzo en sus lecciones, trató de mostrarse más en el reino y así ganar el favor de la gente pero su pueblo, pese a quererla, siempre preguntaban por NaBi.
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Rey de Coral *KookV*
Fiksi PenggemarViejos recuerdos dañarán su presente, así como el dolor de la traición que llena sus mentes Solo con un amor que ya no parece suficiente Y la llegada de la guerra que es inminente ¿Será que aquello logrará separarlos para siempre? Jeon JungKook...