Capítulo 56

3.3K 489 273
                                    

Félix caminaba con tranquilidad por el sendero del bosque. Al principio le había molestado el hecho de ser enviado a Skinnende Gull, pero ahora se había acostumbrado. El lugar era realmente único y se sentía extrañamente cómodo, con una sensación de familiaridad que no había experimentado desde sus días en Naram. 

No estaba del todo tranquilo, Chang no había respondido a sus cartas, los Renkark seguían en búsqueda de Woong y su sobrino debía seguir por ahí en algún lugar. Pero pese a todas sus preocupaciones, seguía sintiéndose cómodo en Skinnende Gull. 

Jamás pensó en visitar el reino, nunca había querido hacerlo, y entrar habría sido muy difícil. Ahora estaba aquí, el reino más rico y poderoso de Rikegisk, o al menos lo había sido por mucho tiempo. 

Suponía que el respeto que se le tenía a Skinnende Gull seguía como siempre, pero todos en Rikegisk sabían que este ya no era ni el más rico ni el más poderoso. El título ahora pertenecía a Giftenkker. 

Y era ese conocimiento el que lo hacía sentir aún más pena por su hermano. LùHán destrozó a su familia, lastimó a muchas personas, extorsionó y engaño a otras más, todo en su desesperado camino a la grandeza, una que ahora jamás sería suya. 

LùHán siempre despreció el hecho de no ser más que un niño pobre que debía robar de la basura para poder comer, siempre quiso más, mucho más, pero jamás se esforzó para conseguir algo. Su hermano sólo tomaba de los demás, tomaba y tomaba hasta dejar a las personas secas, no era más que una persona egoísta y despreciable. 

Por mucho tiempo Félix decidió obviar ese comportamiento y apoyar a LùHán, era su hermano después de todo, pero esa fue su ruina al final. Casi muere por culpa de su hermano, su familia lo perdió todo por las deudas que LùHán había dejado atrás cuando escapó a Rikegisk con In-Hun. Su madre siempre creyó en LùHán, siempre lo había amado más que a cualquiera de sus otros hijos, ella y su abuela llenaron la cabeza de su hermano con ideas fantasiosas e incentivaron su actuar egoísta, lo hicieron creer que era más de lo que nunca sería. Una rey, eso era lo que ellas aseguraban, pero LùHán jamás podría considerarse un rey, no más allá que un rey del engaño y las mentiras. 

Porque eran tantas las falsedades que salían de su boca que él mismo había terminado por creerlas. LùHán no era más que un charlatán cobarde que se aprovecha de las personas. Alguien que era capaz de sacrificar incluso a su propia familia para lograr sus fines egoístas.

Félix no pudo seguir soportando eso, no después de casi morir por culpa de su hermano. Su madre le había dicho que LùHán no hizo aquello a propósito, que era culpa de él mismo que eso pasará. Después de aquello no pudo soportar más y abandonó su hogar. Trabajó por semanas en las minas, pese a lo enfermo que lo ponía respirar el polvo, incluso robo en algunas ocasiones, no estaba orgulloso de eso pero no tuvo otra opción. 

Al final logró pagar su pasaje en barco para llegar a Giftenkker, busco trabajos e hizo cuanto pudo. Fue difícil, sobre todo al decidir quedarse en Giftenkker pese a no ser nativo del reino. El veneno no era su gran preocupación, extrañamente este no le afectó tanto como había pensado en un principio, lo más difícil había sido conseguir un trabajo, aún era muy joven así que era poco lo que podía hacer, al final pudo conseguir trabajo con un anciano que le enseñó a cuidar de los caballos y criar cerdos para después venderlos. Con el tiempo se hizo de conocidos que finalmente lograron conseguirle un trabajo dentro del palacio. 

Fue en ese tiempo que conoció a HyunJin, en ese entonces el rubio recién había terminado su formación para ser un guardia real. HyunJin era un hombre apuesto, pero más allá de eso era encantador y un conocido mujeriego. Sin duda el guardia tenía una larga lista de amantes a pesar de aún ser bastante joven, el coqueteo de HyunJin lo hizo caer rápidamente, y por eso había aceptado estar con el rubio. 

Rey de Coral  *KookV* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora