Rey de Coral *KookV*

Capítulo 44

—Falta muy poco —gritó alguien—. Este es el camino.

—No podemos seguir —murmuró otro hombre—. Debemos dejarlo —sugirió con la voz cansada. 

—¡No podemos llegar con las manos vacías! 

—Prefiero llegar sin nada pero seguir vivo —reclamó el segundo. 

—Estamos muy lejos ahora —trató de calmarlo—. Estas tierras ya son de Solufell, ya no hay que temer, hemos pasado lo peor.

—¡Eso no significa nada! —respondió furioso el contrario—. Estoy seguro de que el tigre sigue vivo, los cortes que loggamos hacerle no pudieron haberlo matado, además el rey nos vio, él les dirá la verdad. 

—El rey ya debe estar muerto —restó importancia—. La herida de su costado era demasiado grande, debe haberse desangrado.

TaeHyung abrió en grande los ojos ante eso, miró a sus lados, estaba amarrado a un caballo, amordazado y su cabeza punzaba del lado izquierdo. Comenzó a pensar que podía hacer, estaba sentado de espaldas por lo que no importaba si lograba desatar sus manos, no podría tomar las riendas del caballo de forma correcta. Además de eso, su caballo iba atado a una cuerda que lo mantenía junto a otro caballo que era cabalgando por uno de los guardias que se suponía debían cuidarlo.

Se sorprendió cuando los dos guardias que los había estado cuidando, a él y JungKook, los atacaron. Ambos habían sido los únicos que habían logrado sobrevivir a través de los bosques de Serelly, se supokia wue una vez entrara a el camino del rey estarían a salvo. Ahora empezaba a pensar que la muerte de los otros guardias había sido por culpa de estos hombres. Apretó los dientes molesto, en cuanto logrará salir de esto iría directo al palacio de Giftenkker para decirle a SeokJin que había un maldito espía en el castillo y luego iría donde Jackson para golpear la cabeza del castaño por no tener bien vigilados a sus hombres. 

—¿Y si logra sobrevivir?

Así que, él que iba a su lado era el idiota que quería dejarlo botado, bueno era un idiota, pero al menos no estaba prestandole atención, eso sería bueno. 

—No pienses en eso —negó el otro hombre, el imbécil que lo había golpeado en la cabeza—, una vez lleguemos a donde Lùhán, nada de eso importará.

Pensó en eso unos segundos, estaban llevándolo con el idiota que quería comenzar una guerra, y por lo que habian dicho antes, ahora se encontraban en tierra de Solufell. Cerró los ojos tratando de calmarse, seguro que el imbécil de Hoseok ni siquiera sabía que había extranjeros en su  reino, y si lo sabía iba a pagar por haberlos traicionado. 

TaeHyung miró a su alrededor, no conocía las tierras, nunca había viajado a Solufell, pero estaba seguro que no estaban cerca de la frontera de Kiverr, la última vez que estuvo despierto iban de camino a Mavý, eso quería decir que como mínimo llevaba unos dos días inconsciente. Trato de hacer memoria de las muchas veces que el maestro Yoh le explicó la distribución de tierras y los caminos que había en sus clases de cartografía. 

No podía estar seguro de los días que pasó inconsciente, pero si ponía un mínimo de dos viajando a esta velocidad no deberían estar muy lejos de Phendry, uno de los pequeños poblados que había antes de llegar a la gran ciudadela de Solufell. 

Necesitaba más información, pero no podía obtenerla, no había ninguna flor cerca, todo a su alrededor eran planicies verdes, tampoco sentía a ningún animal, salvo por los caballos. Caballos de su reino, que tampoco sabrían el camino a seguir para llegar a Phendry.

Dejó caer su cabeza contra su pecho, sólo había una forma de conseguir información pero realmente estaba un poco asustado de hacerlo. 

Cerró los ojos con fuerza, comenzó a removerse, gruñendo debido a la tela en su boca.