Rey de Coral *KookV*

Capítulo 54

El susurró del viento y el movimiento de las hojas era lo único que se escuchaba detrás de los muros de Kärrgläss, la servidumbre se apresuró a terminar sus tareas y desaparecieron en sus habitaciones tan pronto como les fue posible. Nadie quería estar fuera, no durante la noche. 

Aparecer por los pasillos durante el día les generaba pavor, el miedo que les suponía salir al desaparecer la luz del sol sería indescriptible. Todos se preguntaban cómo los guardias podían salir y vigilar cómo hacían normalmente. Nadie cuerdo saldría por voluntad propia, al menos ya no. 

Tres semanas habían pasado desde que el consorte despertó de su largo sueño, tres semanas en las que todo había cambiado. Nadie había visto al doncel, sabían que seguía encerrado en su habitación y eran pocas las personas a las que se les permitía verlo, pero no se sabía mucho sobre él o su estado actual. 

Al rey JungKook se le veía con poca frecuencia pero era más fácil de encontrar, tenía juntas con el consejo, se reunía con algunos ganaderos y comerciantes. Pero no era el mismo joven que meses atrás, el azabache siempre había sido serio pero ahora se mostraba aún más duro e inflexible, era rara la emoción que se le podía ver en el semblante, sus facciones se mantenían siempre del mismo modo, su rostro parecía una estatua de piedra. Y el gesto sólo cambiaba cuando se le cuestionaba por la salud del consorte, entonces la ira contenida marcaba su rostro y aquel que había preguntado se arrepentía en el acto, la respuesta del rey siempre era la misma.

"Se encuentra mejor, pero necesita tiempo para recuperarse después de lo que hemos pasado" 

Nadie decía nada después de eso. Todos en el reino querían saber qué fue lo que había pasado pero tenían tal miedo de preguntar que era mejor quedarse con la duda. Pero fuera lo que fuera que pasó aquel día, era claro que fue algo horrible y desde ese día nació el miedo de salir a los pasillos por la noche. 

El segundo día que el consorte estuvo despierto todo marchaba con calma, la alegría comenzó a correr por el reino de nuevo. Fue así hasta el atardecer, entonces los gritos provenientes del cuarto de los Reyes se volvieron tan fuertes que eran escuchados en el pasillo. Lamentos horribles que nadie era capaz de olvidar. 

Poco después de que los gritos comenzarán las puertas de la habitación se abrieron y por ella salieron todos los sirvientes que se encontraban acomodando y limpiando, seguidos de varios guardias y se vio al rey JungKook, quien con un aspecto horrorizado gritaba órdenes sobre traer a los médicos y algunas otras personas. 

Los sollozos y gritos histéricos del consorte se volvieron más claros cuando las puertas fueron abiertas. Fue en ese momento que algunos de los que pasaban por los pasillos más cercanos a la sala de los Reyes supieron porque había tanto alboroto. 

Algo había pasado con los bebés, o eso daban a entender los gritos del rey TaeHyung. Pero nadie supo más después de eso. Sólo que médicos y asistentes entraban a las habitaciones para después ser echados por los guardias. 

Las personas que salían de la habitación se negaron a hablar con nadie, y la mayoría de ellos se encontraba ahora enfermos. Los únicos que nunca abandonaron la habitación fueron el médico enviado desde Giftenkker, Jhiwa y sus asistentes, lord Choi y lady Wheein eran los únicos visitantes que podían entrar á la habitación. 

El rey JungKook no salió por varios días, pero después de eso retomó sus deberes y no hizo anuncio alguno sobre el estado de los príncipes o del consorte. Nadie sabía lo que pasaba. 

La noche del incidente fue horrible para todos, la temperatura pareció bajar, lo suficiente para que el aliento de las personas formará vaho al salir de sus bocas, los jardines se llenaron de una extraña y espesa niebla y la oscuridad de la noche se hizo más profunda que nunca antes.