Viejos recuerdos dañarán su presente,
así como el dolor de la traición que llena sus mentes
Solo con un amor que ya no parece suficiente
Y la llegada de la guerra que es inminente
¿Será que aquello logrará separarlos para siempre?
Jeon JungKook...
Los rayos del sol cubrían el amplio jardín, pero no hacía tanto calor como había esperado. Una pequeña señal de que el invierno estaba llegando. Y si bien, en Eviglod o Giftenkker jamás llegaría a nevar, el clima sí que se volvía más frío.
—¿Qué tanto piensas?
JiMin no se sorprendió cuando YoonGi llegó por su espalda para abrazarlo. Los últimos días habían sido ocupados, pero pasaron con más prisa de la que le hubiera gustado.
El palacio estaba listo y el tiempo ya se había acabado. La fiesta de presentación de los príncipes comenzaría pronto.
JiMin casi había olvidado la opulencia y grandeza de todo en Eviglod. Casi todo lo que hacían debía ser celebrado, enaltecer cada logró que se tenía. Él nunca se acostumbró a eso, pasaba más tiempo en Skinnende Gull así que no hacía esto a menudo y en Vinterdod las fiestas, bailes y celebraciones tenían fechas muy puntuales.
Pero entendía que todo este espectáculo era lo que se esperaba de los Reyes de Eviglod. Y tenía claro que TaeHyung disfrutaba de este tipo de eventos, no eran cosa extraña para el rubio.
Pero ahora, bajo las circunstancias en las que se encontraban dudaba que nadie disfrutara de la fiesta.
—La fiesta me hace sentir ansioso.
YoonGi lo beso en la mejilla.
—Tenemos guardias suficientes y un gran control en todo lo que se organizó.
—Igual me siento inquieto —reveló con pesar—, he visto la fiesta, algo cambió porque JungKook ya no corre peligro. Pero siento que no fue suficiente.
—Debes relajarte —sugirió con suavidad—. Myeong se quedará con Solar y Tenn estará ahí para protegerlos —acarició los hombros de JiMin con gentileza—, nosotros tendremos guardias para protegernos y estoy seguro de que Kook ha tomado todas la precauciones necesarias.
—Me preocupan los bebés. Sólo serán mostrados un momento pero…
—Dudo que decidan ir por ellos —tranquilizó de forma inmediata—, sería un momento demasiado público, si alguien ataca a los bebés durante la presentación sería fácilmente atrapado.
JiMin capturó su labio inferior entre sus dientes. —Tienes razón.
—La tengo —aceptó con una gran sonrisa—, así que relájate, todo estará bien.
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La música llenaba el salón, varias personas se encontraban bailando en el centro. El susurró de conversaciones y una que otra risa completaba el ambiente festivo.
Baekhyun tomó el resto de su copa de vino, no se sentía de humor para bailar. Todo resultando aburrido ante la falta de compañía, sin Chen ahí no tenía sentido bailar y festejar. Su esposo pudo acompañarlo pero no le había sido permitido hacer el viaje hasta Eviglod.