Capítulo 61

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La música rezumbaba en el gran salón. Los acordes del violín, el piano, la armonía acompasada y tranquila era acompañada por el repiqueteo de los pasos sobre el pulcro suelo. Las parejas bailaban al compás de la canción, parecían ser guiados por los músicos que tocaban con esmero y dedicación, esperando complacer a los nobles. Pero todos los bailarines, más que complacidos parecían hechizados por la música, tan maravillados por tan magnífica orquesta que parecían no poder detener su baile. 

Taehyun no estaba tan interesado en el baile, nunca había sido algo que le llamará particularmente la atención, y está noche ni siquiera era una de sus preocupaciones, pero extrañamente se sentía embelesado por la música, algo parecía invitarlo a unirse al amplio grupo de personas que bailaban con devoción al centro de aquel salón. 

Sacudió brevemente su cabeza en busca de despejar su mente, debía mantenerse enfocado. Su instinto le decía que algo iba a pasar esa noche, y generalmente su instinto no se equivocaba. 

—Grandes músicos. 

Taehyun miró por el rabillo de su ojo a la persona que había hablado, pero no necesitaba verlo para saber de quién se trataba. El escalofrío que recorrió su columna y que hizo a su piel se erizarse, era indicativo de quien estaba a su lado.

Min YoonGi

El rey del norte era el único hombre que conocía que provocaba tal reacción de alarma en su cuerpo, el tono profundo de su voz le daba escalofríos. La presencia del rey era abrumadora, imponía cierto miedo y exigía respeto. 

Taehyun no había esperado conocer al rey Min en este viaje, jamás había pensado que terminaría trabajando codo a codo con el rey para tratar de descifrar quien quería atacar Rikegisk. 

—Son buenos —contestó Taehyun con una ligera sonrisa—, pero debo admitir que este tipo de eventos no son de mi agrado. 

El rey azabache se encogió de hombros y bebió de su copa de agua. 

—Demasiado lujo y falsedad —YoonGi miró alrededor del amplio salón—, estos eventos son un desperdicio de tiempo y recursos que me temo son un mal necesario. 

—Es una costumbre que nunca he entendido —se encogió de hombros—, en Varfüt no acostumbramos a celebrar algo de esta manera, no hay grandes distinciones entre la gente de mi reino. 

Varfüt no era tan grande, tan poco era una tierra tan rica como Rikegisk o Külmery. Su isla estaba cerca de Külmery, mucho más de las ciudad de Ryhul, y por eso tenían mayor comercio. El verdadero valor de Varfüt se obtenía por la fabricación de barcos y su economía se basaba en el transporte de cargas por mar entre Külmery y Rikegisk. Por eso sus costumbres distaban demasiado de las que se tenían en los grandes y poderosos reinos vecinos. 

Grandes bailes y fiestas no eran comunes, su gente era más unida, los reyes sólo ostentaban el título y una corona, pero no vivían entre grandes lujos, no como había visto en Syrum o Eviglod. 

Al ver la gran riqueza pudo entender, en cierta parte, el deseo de obtener aquello. Quien atacaba los grandes reinos de Rikegisk debía ser demasiado codicioso si esperaba obtener tanto para sí mismo. 

Que tan listo era este hombre misterioso, todavía no estaba seguro. Aunque atacar a SeokJin, siempre que las especulaciones del rey Min fueran certeras, no era una idea brillante, sobre todo porque había fallado. 

—Todo se trata de la apariencia —YoonGi sonrió de medio lado—. El poder y la grandeza de ser rey no es más que una fantasía —movió su mano para señalar todo en el gran salón—, el oro y las joyas son reales, y el hecho de presumir la abundancia de nuestras fortunas es lo que nos permite seguir en el poder. 

Rey de Coral  *KookV* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora