SIN NOMBRES (La acompañante) +18

CAPÍTULO 7: Nuevas preocupaciones

No pisaba un bar hace unos tres años, estaba casi segura de ello pues con la última persona que había salido a un lugar así, fue con Shawty o con su ex y luego Shawty se marchó, y su ex la dejó cuando todo se fue al demonio.
Aquella noche de martes había salido de la casa con la cabeza enredada y a pesar del frío, necesitaba tomar aire fresco. Su hermana había quedado con su grupo de amigas para comer pizza y ver películas, si bien al día siguiente tendría clases, la había dejado ir por el motivo de festejo que la impulsaba y además porque ella necesitaba quedarse sola y pensar.
Pero la casa no la había ayudado en absoluto y las paredes que parecían hablarle, sólo le reprochaban cosas y la hacían pensar en lo mucho que estaba ignorando hasta ese momento.
Estaba hace veinte minutos dando vueltas por la ciudad, eran las nueve y diecisiete de la noche y no había ni merendando o  cenado nada, pero no tenía hambre, su cuerpo estaba tan tensionado que pensaba que el ingerir algo sólo lograría hacerla vomitar.
Luego de dar otra vuelta manzana, acabó entrando al bar de Lucy, uno que le quedaba de paso al trabajo y que conocía gracias a Shawty.
Fue directo a la barra y pidió una cerveza. Cinco minutos después, estaba a mitad del chop repasando una y otra vez, la carta de admisión.

El lunes de la semana anterior, Alice habia tenido la tan esperada entrevista con algunos de los representantes de Royal Hattaway University, entrevista para la cual estuvo esperando cerca de dos horas hasta que fue su turno y la cual duró apenas diez minutos, como mucho. Alissa la había acompañado a la dirección indicada, era un edificio de cuatro plantas que funcionaba como una institución para la rama de arte audiovisual, y en donde habían decidido hacer las entrevistas para la beca. Eran quizás unos treinta candidatos, de los diecisiete a los treinta y cinco años quizás, todos nerviosos, todos metidos en su cabeza esperando ser llamados, pensando en las posibles respuestas más originales o sinceras, convincentes, conveniente o atractivas; y solamente tres de esos postulantes tenían acompañante.
Cuando llamaron a Alice, Alissa le dijo que la esperaría afuera, en las escaleras de ingreso para evitar ocupar espacio innecesariamente aunque el espacio allí sobraba a decir verdad. Una vez afuera esperó lo que me pareció una eternidad, pero no había sido más de veinte minutos. Chequeada su reloj a cada segundo y agradecía haber pedido con anticipación el cambio de su día libre, luego de esos nervios que tenía debido a la entrevista necesitaría un té verde y una buena ducha.
Cuando Alice salió, lo hizo animada, optimista, con un gesto bastante relajado a decir verdad y eso a ella también la calmó, su hermana menor le aseguró que no fue aterrador como ella pensaba y que los representantes que trabajaban en la selección de becados se mostraron muy cordiales y relajados, preguntas personales y sobre su trabajo en la rama de arte que se deseaban especializar, lo que fue su educación hasta el momento e intereses. Camino a casa, Alissa se enteró por Alice de que posiblemente la próxima semana estarían llegando noticias de la universidad, ya que esa semana estarían hasta el miércoles inclusive recibiendo solicitantes en grupos de entre treinta y cincuenta por día. Las becas otorgadas serían solamente 3, por lo que Alice al enterarse de ello en la entrevista, comenzó a estar menos nerviosa pues no estaba convencida de quedar.
Debido a ello, fue sinceramente enorme su sorpresa cuando la próxima carta que le llegó, era con un paquete y una tarjeta de felicitaciones por haber quedado seleccionada.

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El teléfono le sonó y atendió de inmediato al ver que se trataba de Shawty. Su mejor amiga había estado enviándole mensajes y no lo había notado, seguro estaba preocupada asique no tardo en atender su llamada. El bullicio del bar no era tan alto como para impedirle escuchar con claridad y agradecía haber tomado solo una cerveza para cuando Shawty la llamó. Su mejor amiga estaba en casa de sus padres desde que regresó a París y su madre el día anterior había entrado en la clínica para operarla al día siguiente si los estudios preliminares daban correctamente. Todo el mundo estaba relajado lo suficiente al saber que era una operación sin riesgo alguno, el doctor se los había asegurado y por eso Alissa tampoco estaba tras su amiga en esos momentos aunque no pudo evitar sentir un poco de culpa a la vez que atendía su llamada.
Shawty deseaba saber cómo iba todo pero detuvo su hablar cuando notó el ruido del exterior tras la línea y le preguntó a dónde estaba.