CAPÍTULO 24 : Inesperada partida

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El mal humor de Alissa no le permitió descansar bien aquella noche de martes. Dio vueltas en su cama más de las que pudo contar y hasta se levantó de madrugada para prepararse un té de tilo que le ayudara a tranquilizarse, pero sospechaba que la única forma de poder bajar su ánimo tan áspero, sería golpeando al maldito mal educado de Bruce en la cara.
¡Qué agradable primer noche que había sido aquella! No podía creer que fuera tan grosero, no podía entenderlo cuando se había mostrado tan educado en sus reuniones previas. Le dejó un mensaje a Shawty apenas había llegado a su casa y se puso el pijama sin dejar de sentir en todo su cuerpo un enojo incontrolable. No podía creer que se hubiera maquillado, peinado y vestido para nada, sólo para que ese idiota la echara como si fuera un maldito animal salvaje.
Procuró respirar profundo e intentó responder los mensajes de Alice que se había quedado en casa de una amiga aquella noche. Su hermana menor pasaría antes de la escuela a verla en el café asique tenía tiempo de calmarse y afrontar un nuevo día con otra energía, pero se le estaba haciendo imposible e incluso después del té y de prender la televisión en la sala para pensar en otra cosa, no pudo cambiar su humor. Permaneció despierta hasta pasadas las dos de la mañana con Gordo a su lado y luego finalmente volvió a la cama en donde pensando todavía en todo lo que quería decirle a ese hombre, se durmió.
Su alarma sonó siete y media y despertó de inmediato. Se cambió, dejó a su gato durmiendo en la cama y salió al exterior con una lluvia que había comenzado el día anterior. El aroma a café que la recibió en su trabajo le reconforto el alma y sus pies fríos agradecieron el momento en que se cambió el calzado por el que siempre usaba para trabajar. Había poca gente en el local cuando apareció Alice con su mochila al hombro y una amiga tras de ella, la chica que la había recibido en su casa la noche anterior. Su hermana le preguntó cómo le había ido en su primer día en el hotel puesto que le había mentido obviamente y otra vez, Alissa le mintió con una sonrisa diciéndole que había sido mucho más sencillo de lo que habia imaginado y que habían sido pocas horas puesto que estaba de prácticas.
Les sirvió un café para llevar a las dos chicas y luego se marcharon acordando que esa noche en la cena cocinaría Alice. A penas se fue su hermana, comenzó a sentir como su teléfono vibraba y chequeando rápidamente, vio que se trataba de Shawty que respondía a los mensajes que le había dejado la noche anterior.
Tuvo que ignorar el celular y continuar con su trabajo, se preguntó fugazmente dónde habría dejado el otro teléfono, seguramente estaba en su bolso. ¿Y si lo había dejado en la casa? Alice no lo vería o si lo hacía no lo tocaría... ¿Pero si llamaba y atendía? Tuvo que escaparse fugazmente a su locker y revisar su bolso. Para su fortuna allí estaba el maldito celular, pero sin una llamada o mensaje de Bruce.
<< Mucho mejor, de la última persona que quiero saber es de él >> pensó regresando a su puesto tras el mostrador, procurando ignorar todo lo relacionado a la noche anterior, procurando no volver su cabeza a Bruce y el mal momento que la hizo pasar.
Shawty apareció por el café poco antes de que su turno finalizara. Su mejor amiga parecía de excelente ánimo como siempre, ni siquiera el clima le afectaba su carismática forma de ser. Traspasó la puerta del local sacudiéndose unas gotas de agua que habían logrado caer sobre ella al momento de salir del auto para caminar unos metros hasta el local y luego de saludar de lejos a Ali, se ubicó en una de las mesas cerca de las ventanas para esperarla como cualquier otro cliente.
Alissa termino de llevar una orden a un cliente para luego acercarse a Shawty que la observaba atenta.

-¿No eres capaz de esconderte para responderme, chica? - le preguntó Shawty que ya no podía más de la ansiedad por saber más respecto a la noche anterior luego de haber leído todos los mensajes coléricos que Alissa le había dejado.

-Siendo sincera, hoy tengo muchos deseos de tirar mi celular.

-¿Sales pronto, verdad? - le preguntó Shawty mirando la hora en su teléfono reposado en la mesa y luego de la confirmación de Alissa, la invitó a quedarse en su casa un momento asegurándole de que tenían mucho de qué hablar y que su madre no podría quedarse sola tanto tiempo.
Mientras Shawty disfrutaba de un café que le reconfortó el cuerpo, Alissa terminó su turno y luego de cambiarse, salieron las dos hasta el auto del padre de Shawty. En cuanto subieron y su amiga encendió el motor, ésta la motivo a que le cuente todo con lujo de detalle pero una llamada en su celular le interrumpió. Shawty tomó el celular para ver de quién se trataba y se sorprendió al ver que era Alain, el joven con quien había comenzado a salir en París.

SIN NOMBRES (La acompañante) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora