Habían pasado diez días y el celular de Cat no había sonado ni siquiera una vez. Ali estaba pendiente de ello aunque no quisiera, no dejaba de pensar en ello aunque no quisiera y si bien había momentos en los que creía mejor que las cosas fueran así, era inevitable no sentir cierto rencor, cierto enojo ante tan directo mensaje de Bruce: "Ya puedes volver a la vida normal, pues ya no necesito de tus servicios".
Luego de llegar de Argentina, Ali pasó los primeros dos días relajándose en su casa, como si de vacaciones se tratara y con un humor excelente, pensando en el próximo encuentro con Bruce, que posiblemente lo tuviera aquel mismo fin de semana. Al tercer día, pensó en enviarle un mensaje para saber cómo estaba pero de inmediato se detuvo y se dijo que aquello no debía de hacer pues no podía olvidar que era su acompañante y que como tal, debía de esperar tan sólo que él le dijera de verse y nada más. No tenía porqué saber "cómo estaba" o "si había descansado". Asique para cuando llegó el cuarto día, decidió comenzar a armar nuevamente su hoja de vida para enviar a donde sea que pudiera conseguir un nuevo empleo antes de que los pocos fondos que le quedaban del anterior contrato se agotaran. Supuso que si Bruce había decidido cortar con ese nuevo contrato, pues que le avisaría y cerrarían aquello de la forma correcta, pero llegando el séptimo día sin noticias suya, ya habiendo pasado un finde de semana y sin tener siquiera una llamada, comenzó a imaginarse que quizás no era tan así el asunto y de a poco, comenzó a empeorar su ánimo y a enredarse un poco más su cabeza. Hablar con Shawty o con Alice no le ayudaba demasiado, haber salido con Diana y Joe al cine y fingir que todo iba de maravillas "en su nuevo empleo en el hotel" tampoco y al final de ese día, acabó peor de lo que hubiera imaginado porque ninguno de sus ex compañeros dejaba de preguntar y buscar novedades cuando ella ya no sabía qué decir o pensar al respecto. Mentir con Alice lejos de casa era sencillo pues hablaban más que nada por mensajes de texto y en sus llamadas o videollamadas era más común que fuera ella quien inundara de preguntas a su pequeña hermana, sin embargo, aquella noche luego del cine cuando debió de aguantar toda una cena con Diana y Joe, fue ella quien acabó repleta de preguntas ya que ellos dos no tenían "nada nuevo que contar" porque "el café siempre había sido y era igual".
Aquella mañana del décimo día, había desayunado en la sala frente el televisor sin quitarse el pijama y sospechaba que no lo haría por el resto del día, pues no necesitaba si quiera salir a comprar. Miró las noticias completamente desconcentrada y no prestó atención a lo que la reportera decía aunque sabía que la reapertura de un caso tan importante como la muerte de una universitaria en manos de un poderoso niño rico era realmente mediático y controversial. Cada tanto tiraba alguna mirada al teléfono de Cat que reposaba en la mesa de luz junto al sofá pero aunque le tentaba la idea de enviar un mensaje de texto, no lo hizo. Fue esa misma tarde, cerca de las siete cuando escuchó que su teléfono sonaba y dejando a un lado el libro que Gustav le había obsequiado para Navidad, estiró la mano y recogió el teléfono que reposaba a un lado suyo sobre la cama. Al atender la llamada de un número desconocido, pensando que quizás podría ser una entrevista de trabajo aunque le parecía ya tarde para eso, escucha la voz de Verónica Chester tras el auricular y casi se queda rígida ante la sorpresa e instantáneamente, comienza a sentir cierta angustia en su pecho: finalmente Bruce había decidido despedirse de ella, no podía ser otra cosa.-Alissa, soy Verónica Chester -le dijo ésta que ya en su departamento, descalza pero todavía con un hermoso conjunto de falda y camisa, se disponía a intentar descansar. - ¿Tienes un minuto?
-Verónica, que sorpresa... Por supuesto, claro -le dijo sentándose mejor en su cama, cerrando el libro y procurando tomar las cosas con calma- ¿Es sobre el contrato?
-No, para nada. En realidad, llamo de parte de Pete. Ya lo conoces, trabaja con el cliente...
-Oh, si si. He tenido oportunidad de hablar con él, pero no entiendo. -Ali estaba confundida, tenía entendido que Verónica estaba comprometida con ese hombre y si bien trabajaba para Bruce, no entendía por qué él querría comunicarse con ella si no era por el tema del contrato.
ESTÁS LEYENDO
SIN NOMBRES (La acompañante) +18
RomanceUna posibilidad única para la persona más importante de su vida, una agencia con algunos secretos bien guardados y un hombre dispuesto a proteger su privacidad al máximo. Alissa decide jugar duro siendo otra persona por completo para así conseguir l...