CAPÍTULO 23: La mala noche

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Marco admitió que estaba quizás un poco más entusiasmado que otras veces respecto al primer encuentro con su acompañante cuando lo primero que hizo al despertar aquella mañana de lunes, fue pensar en llamarla para darle un horario de encuentro a su interesante Cat.
La noche anterior se le había cruzado por la cabeza la idea de pedirle que se quedara, relajarse, tomar algo... Pero supo que no era como solía hacer las cosas y no quería continuar cambiando sus hábitos en ese asunto, esa chica ya había trastornado lo suficiente las cosas. Primero la había aceptado aún sin ser parte del staff de la agencia, luego le ofreció contrato sin meditarlo en realidad y como si fuera poco, había extendido sus vacaciones al ver que posiblemente sería muy entretenido contratarla.
No, no seguiría apresurado todo. Lo mejor era hacer como siempre y darle tiempo a que se preparara y se sienta cómoda, además le gustaba alargar un poco la espera antes de acostarse por primera vez con cualquiera de las chicas que contrataba. Salió de la cama a las seis, se duchó y abrigó para sacar a Poirot del edificio. Caminaron al rededor de una hora y luego decidió desayunar en un café del centro. Tener esa libertad que le brindaba su anonimato le generaba satisfacción absoluta, recordaba a su padre que no era capaz de salir a ningún lado sin sus guardaespaldas y no se arrepentía para nada de todo lo que había invertido para mantener su nombre fuera del foco público. Allí estaba él, un hombre de innumerables recursos y abultada fortuna, paseando como cualquier otro con su mascota sin temor a que lo acosen medios de comunicación o intentasen atentar contra su vida. Y sí que hubiera estado en medio del ojo público teniendo en cuenta su historial familiar, haberse hecho a un lado y escapar de todo aquello había sido lo mejor que podría haber hecho aunque claro que no había sido nada fácil.
Estaba sentado en el patio interno del bar, con Poirot a su lado y un desayuno frente a él, cuando Pete lo llamó para preguntarle si acaso quería tener una partida de squash por la tarde, a menos que ya tuviera planes. Aceptó de buena gana y acordaron verse en el club a las tres de la tarde, por lo que tuvo tiempo suficiente para relajarse en su piso hasta esa hora.
Estaban por dar las dos menos veinte cuando tomó el celular y marcó el único número que tenía agendado a nombre de "Cat". Luego de sonar tres veces, escuchó la voz de la joven por primera vez tras el auricular.
Alissa, que en esos momentos estaba en el café trabajando, tuvo que escabullirse al baño para poder hablar con él. Sintió un cosquilleo en todo el cuerpo que no la dejó sentarse y con el corazón un poco inquieto, le preguntó cuándo y a qué hora le gustaría que estuviera lista.
Pactaron el encuentro para la noche siguiente, a las diez en punto en el piso del Principal Tower; le recordó que teniendo la tarjeta de acceso sólo tenía que subir, en recepción ya estaban al tanto de que sería una visitante frecuente y no hacía falta anunciarse.
Luego de esa llamada Marco se dispuso a enlistarse para su juego de squash con Pete. Dos y media de la tarde partió en compañía de Poirot hasta el club en donde le indicó a Jhona que lo esperara en el lugar hasta que sea la hora de regresar.
Fue recién comenzado el partido que pudo notar lo tenso que se encontraba, lo que no entendía era el motivo, pues todo marchaba a la perfección y tenía luz verde para distenderse realmente de la empresa por un tiempo. Pete le platicó sobre el almuerzo que había disfrutado en compañía de Verónica Chester y lo mucho que había avanzado en su intento de conquista, la verdad era que el amorío platónico que ambos sentían parecía cada vez un poco más cerca de concretarse y le causaba gracia, había pensado que luego de su divorcio seria soltero hasta su muerte y ahora contemplaba una posible relación con la exitosa señora de la moda.
Pete no demoró mucho en preguntarle sobre cómo habían quedado las cosas la noche anterior con la joven y Marco fue directo: esa muchacha le parecía prometedora.

-Tendremos mañana una cita, ayer sólo hicimos la firma del contrato - le comentó mientras arremataba contra la pelota que venía hacia él.

-¿Crees que será un problema en algún sentido?

SIN NOMBRES (La acompañante) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora