CAPÍTULO 37: El misterioso chico del hotel

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Alice estaba contenta de saber que su hermana finalmente, había recordado que era joven y que el romance podía ser parte de su vida; o al menos, de que el sexo podía ser parte de su vida. Nunca se había preguntado sobre la vida amorosa de su hermana, si bien supo de algunos novios, no era muy demostrativa realmente y comprendió que por eso mismo quizás no le dijera de este nuevo chico del hotel, pero por otro lado, desde que ella había comenzado a salir con Finn, Alissa había estado intentando entablar esta nueva relación con su hermana en la cual se podía hablar de todo precisamente para que nada entre ellas sea algo prohibido o secreto.
Le hubiera gustado saber antes, pero al mismo tiempo, sabía que debía de comprender y aceptar si no le decía de inmediato si es que estaba conociendo a alguien. Quizás no era nada, Shawty no le había dicho mucho tampoco en esa brevísima llamada por la mañana, cerca de las ocho cuando estaba todavía en su casa, preocupada al ver que Alissa no estaba allí. Como Shawty le aseguró de que estaba bien y que ella había hablado con Ali entrada la madrugada antes de que su teléfono muriera, salió hacia la escuela tranquila, pensando en que no cruzaría cerca del café por si Joe o Diana la veían. Supuestamente para ellos, Alissa estaba haciendo reposo después de una caída en su otro trabajo y como no era muy buena mintiendo, prefirió evitar a toda costa que la detuvieran para preguntarle por su hermana. Ya estaba llegando tarde a la escuela, pues de no haber sido por la llamada de Shawty se hubiera quedado esperando en la casa, pero aunque el otro recorrido a la escuela (el que precisamente le servía para evadir el café) era un poco más largo que el que siempre tomaba, prefería simplemente excusarse con su rectora mil veces y entrar tarde a clases.
Cuando tocó el timbre para regresar a casa, Alissa todavía no le había llamado y estaba recogiendo sus cosas para correr a la casa cuando aparece Finn a su lado preguntando si es que acaso ya estaba lista para ir a su casa. Lo había olvidado por completo: el cumpleaños de su suegra. Sonriendo algo nerviosa al recordar que no había comprado obsequio alguno, le preguntó a Finn si primero podrían pasar por su casa a buscar algo de dinero y también de paso cambiarse, no estaba realmente como para una cena de cumpleaños, para la escuela estaba perfecta, pero no para pasar la tarde con la familia de su novio preparando una cena en donde habría más de diez personas. Aunque Finn le aseguraba que estaba perfecta así, pues no era nada formal, la llevó hasta su casa y a las dos cuadras de llegar, el celular de Alice sonó por una llamada entrante de Alissa.
Se la escuchaba cansada, pero estaba bien y le pidió perdón por no haberse comunicado antes y le dijo que en cuanto llegara a la casa le explicaría todo. <<Asique todavía no está en casa...   >> pensó Alice bastante curiosa pero no le pregunto al respecto, estando Finn allí no quería molestar a su hermana con todas las preguntas que le gustaría hacerle. Tan sólo le dijo que estaba bien, que ella se iría a la casa de Finn por el cumpleaños de la madre y que regresaría seguramente cerca de las once a la casa, que podrían verse en cuanto llegara si es que no tenía que trabajar pero Alissa le aseguró de que estaría en casa ya que no cubría ningún turno nocturno en el hotel. Al cortar la llamada, Finn terminaba de estacionar frente la casa y miró a su novia poniéndole un gesto triste.

-Pensé que te quedarías a dormir...

-Bueno, era el plan pero realmente necesito hablar con Alissa, lo siento amor... -le dijo poniendo también el mismo gesto triste- ¿No te molesta si me traes a casa luego de cenar? Es que ayer no vino a dormir a casa y me muero de intriga, quiero hablar con ella.

-Claro que si, hermosa, yo te acerco. -le dijo sonriendo y luego de un beso, bajaron del auto para entrar a la casa en donde Alice fue directamente a chequear que Gordo estuviera bien y con todo lo necesario hasta que llegara Alissa, aunque no debía de faltar mucho por lo que había dicho en la llamada. Finn recogió del suelo frente la puerta un sobre que su novia no notó que habían dejado del correo y al ver que tenía el sello de la universidad, fue de inmediato hasta donde estaba Alice y le pidió que se fijara de qué se trataba. Sin perder tiempo, eso hizo Alice y una sonrisa se pintó en sus labios cuando descubrió que se trataba de la notificación desde el edificio de residentes, donde le anunciaban que ya tenían establecidas las nuevas habitaciones para los nuevos estudiantes y que era invitada a conocer el campus y las demás instalaciones en donde comenzaría a estudiar el año próximo. Era una maravillosa noticia, una excelente noticia y estaba sumamente entusiasmada por ir a ver todo e imaginar su vida universitaria en la mejor institución de bellas artes que podría desear. Riendo juntos, se abrazaron y comenzaron de inmediato a planear qué día podrían ir, lo mejor quizás era esperar al día que Alissa tuviera libre e ir junto a ella. Al decir eso, una sombra cruzó por el rostro de Alice y Finn no tardó en preguntar si es que había algo que la tuviera preocupada.

SIN NOMBRES (La acompañante) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora