SIN NOMBRES (La acompañante) +18

CAPÍTULO 12: Primera entrevista

La noche invitaba a disfrutarla, dentro del restaurant las personas ignoraban por completo que afuera comenzaba a llover lentamente y muchas de las mujeres presentes aprovechaban el ambiente cálido dentro del lugar para exponer sus hombros descubiertos y sus cuellos decorados de hermosas y costosas joyas.
Verónica lucia increíblemente atractiva aquella noche y su rostro todavía demostraba rastros de una plena juventud a la luz de la lámpara que reposaba en el centro de la mesa donde cenaba acompañada de aquellos dos apuestos  caballeros. Pero aquella noche no buscaba otra cosa que hacer negocios, era una cena laboral aunque sabía que podría quizás distenderse un poco más tarde si es que Pete sugería acompañarla un poco más. Ya habían disfrutado de la comida y del vino, todo controlado, pues todos allí sabían que no era momento de tomar de más y luego de estar platicando sobre los viajes de Marco de esos últimos meses y de los proyectos de Verónica con la agencia, era momento de ir a lo que ambos estaban esperando desde que llegaron al lugar de la cita.

-Planeas entonces, luego de tanto viaje quedarte en la ciudad descansando - dijo Verónica - Es totalmente comprensible, no hay nada como el hogar.

-A decir verdad, depende de la acompañante que me brindes- respondió Marco dejando su copa a un lado, todavía llena- Puede que como la última vez, prefiera acabar en cuanto antes la semana y así escapar del país.

Una muy ligera carcajada salió de Verónica recordando la última vez que Marco Ziegler la había contactado para buscar scort para su semana de descanso. En aquella ocasión Verónica tenía ocho opciones para ofrecerle, cinco más que esa noche y de todas ellas, había optado por quien había parecido la mejor opción: joven, estudiante y modelo hace un año; pocas sesiones fotográficas profesionales, ninguna pasarela realizada. Familia en el exterior precisamente en Alemania de donde había llegado para estudiar ingeniería; hablaba italiano, francés e inglés, era bonita y elegante, muy linda mujer pero extremadamente sentimental para Marco y el hecho de que al segundo día casi pretendía ser su esposa lo había alterado enormemente. No, lo que menos buscaba era una novia o esposa precisamente, él solo necesitaba compañía momentánea y sin sentimientos reales. Esperaba que aquella vez fuera distinto y seguramente lo sería teniendo en cuenta de que jamás escogía dos veces a la misma muchacha.
Por su parte, Verónica pensaba en los tres perfiles que había traído consigo a la cena y en lo poco prometedores que eran. Si, no podía evitar pensar en el cuarto perfil que tenía consigo en esos momentos; pero ese perfil era más que obvio que jamás vería la luz del sol. Pensó en Shawty y en la amiga de ésta, había podido conocerla en persona tan solo tres días atrás... ¿Alison? ¿Annie? No, no... Era Alissa, si, así era.
Verónica había dejado bien en claro que mostraría su perfil a clientes que ella creyera convenientes y que sólo lo haría en caso de que sus chicas de la agencia no tuvieran suerte, lo cual era poco probable y aquella chica, Alissa, se mostró más que conforme. Aún así Verónica creía que no estaba totalmente convencida de hacer aquello. Sin embargo, hablaba como si no tuviera problema alguno, era algo extraña.
Ya al momento de hablar con ella por teléfono le pareció alguien que no encajaría en todo eso de ser acompañante. La había llamado por la mañana del día en que Shawty le dijo que tendría libre y se presentó en la agencia para conocerse.

-Supongo que Shawty te ha hablado de mí... - le había dicho Verónica, y del otro lado de la línea lo confirmaron- Bueno, pues te llamo para saber si podemos tener una entrevista.

-Si, por supuesto, Shawty me dijo que posiblemente me llamaría. ¿Cuándo desea que nos encontremos?

-En una hora, aquí en mi oficina. Anota la dirección...

Y de inmediato antes de colgar, le pidió que procurara no llegar ni un minuto tarde. "Mi tiempo es oro, cariño" le había dicho y Alissa ni siquiera buscó despedirse, tan solo le colgó. Aquello no le había agradado en lo más mínimo, ya comenzaba a hacerse una mala idea de todo aquello otra vez y comenzaba a pensar en por qué había accedido a aceptar a Shawty con todo aquello. No era un simple favor, era algo grande. Verónica no deseaba ponerse de mal humor apenas comenzaba su día, asique respiró profundo y pensó un segundo intentando ser otra persona, lo cual le costó bastante, pero finalmente se dijo: "No tiene que ser un problema, basta con sólo decir que nadie estuvo interesado en ella. Después de todo, es eso lo que seguramente pasará."
Alissa se quitó el viejo jogger gris que vestía en esos momentos y se puso su mejor jean, ese que procuraba usar solo cuando había alguna salida planeada; lo cual significaba que no lo usaba quizás hace meses y esperaba que todavía le entrara. Eligió la camisa que más le gustaba a su hermana, una de estilo romántico color blanca con holgadas mangas y una delicada gorguera de encaje. Era una camisa hermosa, no tenía idea si es que se estuviera usando algo como eso en esos momentos, esperaba al menos no quedar tan mal al frente de Verónica Chester porque por más que ya le parecía una mujer desagradable, era una enorme influencia para su mejor amiga y ésta no dejaba de decir que era una mujer con enorme sentido de la moda, asique de cierta forma, había entrado en Ali las ganas de caerle al menos un poquito bien o quizás se conformaba en que no pensara que se vestía espantoso.
Le dio a su cabello algo de ayuda con lo que tenía a mano: una crema para peinar y algunos bigudies para ondular el cabello sin calor. Una vez colocados, fue hasta su tocador y buscó entre su maquillaje: delineador, mascara para pestañas y un labial pero aquel labial que tanto le gustaba ya estaba vencido. ¿Cómo había ocurrido? ¿Desde hace cuánto no ordenaba y revisaba su maquillaje? No podía haber pasado mucho, pero luego recordó que cuando más se arreglaba era cuando todavía salía con Gustav y eso ya había sido hace unos dos años, quizás.