Capítulo 28: 《Que empiece la cita》.

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Narra Rubius:

¿Cuánto tiempo tenía sin narrar? Un montón, dios. Estaba flipando por ver a mi chica. Bueno, pronto lo será, no sé cuando pero si. Estaba preparando unas hamburguesas, ya sabía yo que le encantarían a ____.

Me puse, (Foto multimedia) hace tiempo compre un delantal de gatitos muy mono y así me sentía todo un pro de la cocina, puse música, creo que estaba nerviosito, pero muy poco... Tenía en mente, jugar con ___ un rato. No sean cochinos que hablo de jugar en la pc o en la play. Mi puta xbox se descompuso, lloro. También quería llevarla a la feria, pero eso era opcional, a lo mejor y no le gustan los juegos mecánicos. Quiero presentarle a mis hermosas hijas: Rasberry y Jodie. Hachi se ha tenido que ir con su antigua dueña, la extraño un montón. :(

Quisiera que ella y yo conversaramos de nuestro pasado y eso. Quiero grabar un vídeo con ella, pero que mis criaturitas sepan que es solo mi hamija, quiero hacerle una broma, es sobre... ¿Qué huele tan mal, tío? Puf, que puto asco. Huele asqueroso. Seguí el olor, hasta llegar a la cosa que quería matarme. ¡Hamburguesas! Me cago en tu puta madre, de ahí provenía el olor. Joder, las saque de la estufa y estaban todas quemadas, los condimentos volaban por todos lados, esto si que era una lluvia de sida que nunca pararía, la mayonesa era como semen, ¿Doy asco, no? Jam, jam, me vale tres mil cojones...

¡NOOOOO! Esto no tenía que salir así. Soy gilipollas, ¿Qué preparó ahora? Ni puta idea. Se me ocurrió llamarle a mi Mahe. El me ayudaría.

Mangel: No estoy, llame después. -colgó-.

Rubius: Que cabron, que cabron, que le den.

No creí que me fuera decir eso. Osea, cuando se le rompa esta vez el condón con Ana, que conmigo no cuente. Yo voy a estar libre de pecados. ¿Qué digo? Hostia, necesito ayuda. Un segundo, ¡Ya sé! Preparare hot dogs, espero que si salgan bien. Puse las salchichas y el pan a calentar y después de tanto, terminé de hacerlos. Ya estaba todo. Había acomodado bien las cosas que tenía y solo faltaba esperar su llegada.

*********.

Narra Mangel:

Me encontraba sacando una cerveza y preparando los platos y cubiertos ya que le había pedido de favor a Cheeto que preparará unos spaguettis a la boloñesa. Ana me había dicho que ella vendría en 10 minutos o 15. Saque del refrigerador un vino, Rubius en navidad después de haber grabado el especial, el lo había comprado pero después de saber que no le gustaba me lo dejó. ¡Ana y Mangel! Le tengo que decir algo pero no se como; de lo que estoy seguro es que hoy va a pasar, eso esperó...

Di cuatro vueltas en mi habitación, y esperé en el living. Toc, toc, toc. Madre mía, ya esta aquí. Arreglé mi cabello y me dirigí a la puerta principal, pero mi móvil vibro en el bolsillo de mi pantalón y era Rubiuh. Lo siento, pero ni de coña le contestaria, hoy era momento de decirle lo que siento.

Mangel: No estoy, llámame después. -colgué-.

Abrí la perilla/manija de la puerta y ahí estaba mi Ana, la miré y venía con un pantalón gris, unas converses negras y una playera del color del pantalón. Se veía hermosa. Muchos saben que me gustan más las rubias de ojos azules, pero Ana, ella era una morena muy guapa. Es preciosa.

Ana: Hola, Mangel. -sonrió-.

Mangel: Hola Ana. -sonreí-. Pasa, por favor.

Ana: Gracias. -Me hice a un lado y cerré la puerta-.

Mangel: Te ves muy guapa, hermosa diría yo. -reí-.

Ana: Oh, gra-gracias, Mahe. Tu te ves guapísimo. -río-.

La Suicida. [Rubius y tú]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora