Capítulo 48: "¿Por qué ahora?".

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Narra ____:
Javiera me pidió que la esperara, que tocaban el timbre. Asentí mientras me calmaba, me sentía muy bien al decir lo que sentía, al contar lo que me pasaba, me gustaba que alguien me escuchase. Javiera era una tía que me ha aconsejado y que ha sabido tratarme, sé que es rápido, pero siento que esto está funcionando, y quiero que así siga. Aún que, mi vida siga siendo el mismo desastre, pero, ¿para eso estoy aquí, no? Para que ella me ayude.
Lo peor es que necesito fumar, necesito tomar y poder recorrer la ciudad como la típica chica de novela o de película. Y necesito sentir los cortes en mis brazos, joder hermano, es tan placentero.
Mis brazos por si no lo saben, siguen cubiertos de vendas, Román, el doctor, había dicho que dentro de tres días me lo podría quitar, pero no aguanto más, y lo haré mañana por la noche.
Escuchó voces.
Es Javiera con Alex y un chico más, que no puedo distinguir bien su voz, hablaba muy bajo. Quisiera poder saber quién es. Me intriga...
Recordando lo que le he platicado a Javiera, me hace pensar en que jamás he vivido mi vida bien, que putada, ahora me doy cuenta de lo tanto que doy lastima, joder, soy tan contradictoria.
Narra Rubius:
Me encuentro llorando, Javiera me está diciendo todo lo que ha hablado con ____. Y bueno, me siento un cabrón, no puede ser que ___ haya sido maltratada por sus padres, que haya visto la muerte de sus tíos, los putos golpes e insultos en el colegio, las mierdas que veía de sus padres, y bueno, el ver que su mejor amiga, su primera amiga, y las personas quien la hicieron sentir alguien por unas semanas, la mandaran al carajo. La dejaran derrumbarse de nuevo. Me siento el peor, el puto peor. Quiero tenerla entre mis brazos y pedirle perdón, soy un asco de tío.
Javiera: Tranquilízate, Rubius. Te puede escuchar, te puede escuchar, ¿vale? Y, se va a exaltar. -Alzo la voz-.
Alex: ¿Qué será lo mejor, Javiera?
Javiera: Lo mejor será que... -Se escucho de el consultorio de Javiera como había caído algo-. Madre mía, lo mejor será que Rubius...
Al diablo lo que digan todos, corre Rubius, a por ella. Sin hacerles caso, corrí a el consultorio abrí la puerta y abrace con todas mis fuerzas a ___. Mientras lloraba como si me hubiesen robado todo, como si una parte de mí se hubiese ido a la mierda. Ella me veía sorprendida, mientras lloraba con desesperación, ni siquiera podía hablar, yo simplemente le rogaba que me perdonará, gritándole mil veces. Ella simplemente me abrazo, no la iba a soltar, me encontraba cargándola, era un palo, ni siquiera pesaba nada. Alex me dijo que se encontraba con anorexia y bulimia. Alex y Javiera callaron, solo veían la escena. Sus ojos estaban perdidos en soledad y tristeza, su mirada estaba llena de dolor.
Rubius: Perdóname, ___. Perdóname por ser un hijo de puta, por no creerte, por no saber ver lo que te pasaba. Yo te pude ayudar desde un principio, se que merezco hasta la muerte, pero quiero ayudarte, quiero estar contigo. Lamento mucho si le creí a la guarra de Laura, si no fuera por ella tampoco hubiese pasado esto, quiero que me des la oportunidad de estar contigo para cuidarte y poder hacer que el cambios que necesitas se haga, en serio. Realmente quiero que sepas que te quiero demasiado, ____. Y si, me creí todo lo que Laura me decía de ti, los mensajes la verdad no sé cómo coño llegaron si no fuiste tú. Pero te juro que haré lo que sea para verte sonreír. No quiero que llores más. No lo hagas ya. -Mis lágrimas caían como un puto lago-.
Los llantos de ___ eran fuertes y se sentía como si alguien te diera una puñalada en el pecho. Sus brazos cubiertos de vendas me hacía querer volver al tiempo y haberla conocido antes para poder detener lo que se hizo. Me daba rabia verla así. Era como una pequeña súper indefensa.
_____: ¿Por qué ahora, eh? Nunca me quisieron escuchar, sé que te gustaba Laura y por eso le creíste, yo sabía que ya no me querrías como tú amiga. Sabes, Ana me hizo creer que yo te atraía, las llamadas que me hacías me hacían sentir que era una chica feliz. Soy un asco de chica, Rubius, soy una mierda, ¿no lo ves? ¿Ah que viniste? ¡Búrlate como todos lo han hecho! -No paraba de llorar, sus llantos se podían oír bastante-.
Rubius: No, que estás muy equivocada, yo te amo, te amo y haré lo que sea por reponer lo que cague, ___. No vengo a burlarme, vengo a ver que la chica que vi ahí sentada, la chica de ojos hermosos, que a pesar de estar llenos de tristeza, ahora brillen de alegría. -Empecé a golpear la pared de la desesperación-.
____ me veía impresionada, ahora lloraba en silencio, parecía como si fuera una niña que quiere su juguete, que necesita su chupón. Mi intención no era volver a destruirla, era ser parte de su vida.
Alex: ____... Ya calma, anda, preciosa. -Sonaba muy preocupado-.
____: No puedo... Ya no sé qué hacer conmigo, estoy harta de llorar, estoy cansada, siempre lloro, siempre soy la estúpida que llora, me odio como soy. Me duelen los ojos, ya no quiero llorar, Alex. ¿Por qué ha sabido el de mi? Es mi otra duda, como coño el... -La interrumpí antes de que ella o Alex dijesen algo-.
Rubius: Porque Alex fue a buscarme y a decirme mis verdades, y le agradezco, porque quiero reparar lo que hice, entiende ___. Tal vez he llegado en un momento malo, pero, me da igual. Aquí estaré. No importa si me odias. No importa. Pero a Alex, le debo muchas. Muchas. -Mi voz era inaudible-.
Javiera: Chicos, tranquilos. Tienen que calmarse, es mejor que hablemos tú y yo un poco más tarde, Rubius. Te mandaré un mensaje, ¿vale? Y ___, hermosa, será mejor que vayas a casa, mañana seguiremos. Alex puedes llevarla a casa. -Sonrío-.
Rubius: ¿Qué? ¿A casa? No, quiero que ahora ella se quede conmigo, estaré al pendiente de ella. -Ella me miró con angustia-.
____: Me quiero ir con Alex... -Susurro-.
Alex: Vale, ___, te irás conmigo. -Le miro    tiernamente-.
Rubius: O sea, ¿cómo? Alex, sabes que ahora más que nunca quiero cuidarla y quiero estar con ella y me haces esto...
Alex se acercó a mí y comenzó a hablar de forma en la que nadie escuchará.
Alex: Se que es lo que quieres, pero Rubius, está asustada. Necesita comprender lo que paso. Si quieres puedes llevarla mañana a la terapia, habla con Javiera. Es lo mejor para todos. -Ayudo a ___ a tomar sus muletas y después se fueron, ella me vio con miedo-.
Javiera me pidió que me sentará y me tranquilizará, me preparo un té, estaba muy exaltado.
Javiera: ¿Ya te sientes mejor? -Me regalo una sonrisa-.
Rubius: Un poco, pero gracias Javiera. -Lloraba en silencio-.
Javiera: ¿La amas, verdad? -Preguntó-.
Rubius: Bastante. -Talle mis ojos-.
Javiera: Se nota. Pero, Rubius, ¿Qué pasó contigo? Tú no eras así.
Rubius: No sé, o sea, lo hice porque Laura era una gran amiga para mí, y ya no más. He caído. Creí en esos estúpidos mensajes. Creí en las mentiras.
Javiera: Querido, ya pasó, ya que importa si te diste cuenta, ahora arregla todo, enfrenta tus problemas, habla con Laura, con Mangel y Ana. Ellos deben de saber. Y, lo más importante es que te vuelvas a ganar la confianza y el cariño de ___. Esta muy afectada, y más por tu presencia, a estado hablando y haciendo ejercicios conmigo, para que se sienta mejor, hemos avanzado mucho, y pues, no la dejes sola, no otra vez. -Me guiñó el ojo-. Mira, Alex está comenzando a ver lo de la denuncia, la demanda por su padre. Ese cabrón debe de estar encerrado para siempre. Entonces, empieza por ahí, eliminando lo que le ha hecho daño desde antes... Piénsalo bien. Mira, querido, no es que quiera que te vayas, pero tengo un paciente por venir...
Rubius: Si, no te preocupes, yo también tengo que hacer unas cosas, y muchas gracias, en serio, muchísimas gracias por el apoyo, por los consejos. -Me despedí de ella y salí de su casa-.
Pedí un taxi, me dirigí a mi casa. Estaba pensando en ____. Estos últimos meses, sinceramente la había pensado siempre, trataba de irme con Mangel, Ana y Laura a divertirnos, a pasarla bien para olvidarla. Hasta trate de tener una relación seria con Laura, pero no pude, no tuve los huevos, porque sabía que todavía amaba a ___, y lo hice solo para no herir a Laura. Joder, ¿A ella que mierda le va a doler? Es una hija de puta. Solo quería que pasará esto. Ella y esa puta de Daniela. Son gilipollas las dos... Pero ya verán, no voy a dejar que esto siga así, amo a ____, la amo y es lo que quiero en mi vida...
Llegue a mi casa, abrí la puerta y me senté en el sofá de el salón. Mis lágrimas volvieron a derramarse, soy un imbecíl.
Ahora te toca a ti llorar, idiota.
Ya se, a mí me toca llorar, soy un cabrón.
¿Y qué harás?
Iré a ver a Mangel y Ana. Hablaré con ellos...
¿Cuándo te dije aquella ves que te dieras cuenta de cómo se comportaba ____, por qué no le hiciste caso a tu querida conciencia, eh?
Porque a veces estaba harto de escucharte... Mi mente es un puto descontrol, o sea, lo que me dices, y ahora los pensamientos de lo que vi en ___, dios...
Mira, tú sabes muy bien que debes hacer, ve a por  ello. No lo dejes para después.
Seguí llorando, mi conciencia es una cosa rara, no entiendo cómo sigo hablando solo. Es extraño lo que hago, pero, me sirve para razonar las mierdas que he hecho. Como esto.
Raspy y Wilson se acercaron a mi, recordé cuando se le acercaron a ___, y la observaban muchísimo. Tal vez ellas tenían la sensación de lo que le pasaba, no sé. Sus brazos, sus brazos, no lo puedo creer... Estaba lleno de vendas, no me imagino las tantas cortadas que se pudo haber realizado. Tenía su pierna lastimada, la mayor parte de esto es mi culpa. Me odio.
Le marque a Mangel, y me contestó algo adormilado.
Mangel: Rubiuh, ¿Hola tío?
Rubius: Necesito que hablemos, mañana. Es algo serio he importante para mí. Y espero no lo tomes a juego. -Dije tratando de hacer que no escuchara mi llanto-.
Mangel: Vale, ¿Voy a tu casa o tú a la mía? -Se escucho algo preocupado-.
Rubius: Voy a la tuya. Llevas a Ana, ella también debe de escuchar. ¿Si?
Mangel: Le diré. Estaremos ahí por la tarde, tío. Oye, ¿Estás llorando? -Dijo con un tono raro-.
Rubius: No, que va. Para nada. -Reí sarcástico y decidí despedirme de él ora colgarle de una vez-.
Respiré hondo, me fui hacia mi habitación, tenía pensado jugar algo para sentirme mejor, pero nada me ayudaría. Solo siento un gran peso de culpa en mi, quiero verla en mi mente sonreír pero no puedo, no puedo. Solo es ella y esas putas vendas, con esa cara de decepción y dolor, esos ojos perdidos y ese pequeño cuerpo de muñeca, súper pálida. No quiero que siga así... ¿Qué puedo hacer?
Me recosté, pensando en mil maneras para cambiar lo ocurrido, pero me quede dormido. Era uno de esos días donde no quería salir, quería estar encerrado en casa, siendo un puto friki, ni con ganas de comer, solo jugar videojuegos y dormir. Olvidarme de todo, menos de ella. Sin embargo, a pesar de querer hacer eso, quería ir a casa de Alex, y decirle que le quiero. Pero es tarde, ha quedado mal por mi presencia tan de golpe, hostia que soy un tío tan subnormal.
En mis sueños solo veo a esa chica conmigo en el campo, o en un bosque, vaya cosas que sueño. O sea, cosas como de esos libros donde a veces todo puede ser posible, donde las cosas suenan reales, aún que realmente sea lo más ilógico poder conseguirlo... Pero ahí está, ahí está mi sueño plasmado. Aquella chica que me acompaña es una chica de cabello morado, con una sonrisa muy mona, estoy sentado en el pasto, mi casa esta atrás de mi, si. Parece que es una casa para ir a descansar de la ciudad, una casa de verano. La chica llega y se sienta a mi lado, me abraza fuertemente, es muy cariñosa y linda. Tiene una mirada hermosa, pero no logro reconocerla. ¿Quién coño es? Le doy un beso, y tímidamente me lo regresa. Me siento muy feliz a su lado, es increíble. Me mira como si fuera el mejor hombre, pero sé que no lo soy, me encuentro con esta preciosa chica cuando lastime a otra... Ella me hace sentir mejor que nadie, me hace que me recueste en sus piernas y acaricia mi mejilla. Dios... Ni siquiera me preocuparía por nada del mundo estando con ella, pero ____, madre Santa, ella sí me preocupa. Mis manos están heladas y ella las toca, tratando de entibiarlas, ¿Por qué es una chica que me hace sentir de la mejor forma? ¿No se supone que me gusta y amo a ____? Trató de levantarme, pero mejor no lo hago, algo me obliga a quedarme, hasta que saltó sobresaltado de el sueño, cuando en el momento casi puedo ver todas las facciones de aquella chica, mierda, casi sabía quién era y como era a simple vista.
Salí de mi habitación, le marque a Alex, le quería preguntar por ____.
Rubius: ¿Alex? -Dije algo penoso-.
Alex: ¿Qué pasa, Rubius? ¿Cómo estás? -Dijo-.
Rubius: Mal, me encuentro muy mal... Pero el punto es que te llamaba para saber cómo está ella. -Susurre-.
Alex: Esta llorando en mi habitación, me ha pedido que la deje un poco a solas. Estaba muy sorprendida cuando nos fuimos, me empezó a preguntar porque habías ido, le dije que preguntaste por ella, y que no supe cómo diste ahí... -Suspiro- No tuve más remedio.
Rubius: Vale, espero que se calme, la vi y me sentí el más culpable, no quiero seguir viéndola mal... Es algo que amo, Alex. Y tío, no he parado de sentirme un tío del asco, quiero verle... -Chille-.
Alex: La verás, tío. Solo espera, necesita asimilar muy bien lo que paso, y luego ya será el tiempo en el que puedas venir. ¿Te llamo más al rato para saber cómo va? ¿Vale, Rubius? -Me dijo tranquilo-.
Rubius: Vale, tienes razón, estaré esperando tu llamada, gracias tío. Gracias... -Colgué-.
Entre al baño y tenía ojeras de un cani de esos que se drogan y viven en los callejones, coño, parezco zombie igual. Hace mucho no fumo, fui por un cigarrillo, me dirigí a comprarlo, llevaba una chaqueta que me protegía del puto frío, al comprarlo me encontré con un tío que me miraba con burla, no quería problemas pero el tío era bastante idiota. Oí una risita provenir de su sucia boca, preferí ignorarlo y salí de ahí para volver a casa... Vaya tío, todos aquí son una mierda. Puto día, putos todos.
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La Suicida. [Rubius y tú]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora