Capítulo 40: Maratón 9/9. 《Sola y con más problemas》.

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*Día Viernes*.
Hoy es mi día. Hoy.
Me levantó de la cama y hago lo de todos los días. Después, salí de casa a caminar, la Ciudad de Madrid, es muy hermosa. Cada cosa que tiene es súper bonita, y me encanta todo. Recordaré feliz a mi país: España. A pesar de los problemas políticos y esas mierdas, España para mi será lo mejor...
Entre a una tienda, pedí un vodka y lo pague. Comencé a tomar hasta sentirme mareada, ya estaba al full de ebria. De un bolso pequeño que llevaba puesto, saque mi libro favorito, leí la página 349. El libro es: No desearás a la mujer de tú prójimo. Uno de los personajes que se llama Margaret, habla sobre el miedo al no ser amada por esa persona especial, el miedo, por no tener cerca al que quieres a tu lado. Y que te sientes tan impotente y egoísta de no ser la persona que este con el.
Guardé el libro y saque un cigarrillo, lo fume entero y seguí bebiendo. Iba camino a casa, y entre.
Prendí la consola, y una hora jugando Need forma Speed fue la hostia. Chocaba bastante pero me daba igual.
Luego, me quede en mi habitación y caí en la cama algo dormida.

He despertado. Por los ruidos de abajo. Me estoy poniendo con dificultad mis tenis ya que lo ebria me dejó más imbécil de lo que ya estoy. Mientras voy bajando, veo la figura de mi padre con una botella de wisky, esta molesto, y se nota en sus expresiones de la cara.
El temor lo empezaba a sentir, sabía que me golpearía, y no quería...
Me trate de escabullir sin que me viera, cogí las llaves, y al querer abrir la puerta, solo recibí que me volteará y me diera un puñetazo. Mi padre estaba bastante borracho, el olor de wisky era penetrante.
Mi padre jaló de mi cabello, pegó dos fuertes veces en mi estómago y me metió una fuerte cachetada. Tomo de mis brazos y los retorció, me tiró y luego su mano la puso en el cuello, ahorcandome. No sentía el aire, sentía que sin menos pensarlo, así moriría.
Sentí una fuerte presión en mi pecho. Me dio un gran puñetazo en la cara y luego fue cuando me dio un fuerte pellizco en la pierna izquierda.
Mi padre me soltó y escupí gotas de sangre. Estaba agitadisima.
Mis brazos comenzaron a sangrar, las lágrimas que caían hacían que el ardor fuera constante en mis golpes.

Jorge: No te quiero ver más. No. Largate perra. ¡Ya, ya, ya! -Me soltó y corrí como pude a mi cuarto-.

Todo el cuerpo me dolía, la cara, mi ropa estaba manchada de sangre, no podía caminar mucho, ni moverme tanto. Saque débilmente dos maletas y metí todo. Sentí que una gota caía de mi labio, y si, efectivamente era sangre, mi labio estaba roto. Mi habitación estaba ya casi toda vacía, solo quedaban los muebles. Pero era obvio que no los llevaría.

Salí con mis dos maletas sin que me viera, y corrí con el temor más grande hasta otro lugar. La gente me miraba extrañada por mi comportamiento y mi aspecto. Caí a causa del dolor que sentía en todas partes y grite como perra desesperada.

Me paré y pensé lo mejor. "Atropelló instantáneo". ¿Por qué no hacerlo ahora? Hoy es el día, hoy me muero. Ya lo había decidido antes.

Tome distancia y velocidad. Pero por unos largos segundos, pensé en todo lo que he vivido. Toda mi vida ha sido un fracaso. Porque soy un fracaso. Nunca pude hacer nada bien porque soy una tía miserable e idiota.

Quiero poder sentir la adrenalina en mi interior, sentir el sentimiento de que podré ser feliz. Sentir que yo ahora soy la que importó. ¿Por qué? Porque cuando a las demás personas les importa algo mío, hago lo posible para que se haga realidad.

Tome aire, con las lágrimas en los ojos, corrí al saber que un coche estaba a momentos de pasar. Y me atravesé.

Sentí una sensación rara en mi cuerpo, sentí la mano de alguien, tomándome. ¿Morí? ¿Ya puedo ser feliz? Lo único que oía eran gritos y todo estaba en negro. No podía ver nada. Lo que más me hacía pensar que ya estaba muerta, era el que la respiración naturalmente se estaba yendo. Me sentía fría y sentía el aire recorrer todo mi cuerpo, sentía como mi sangre ardía. Supongo que si.

Acabó de morir, al fin pude. Morir, eso que era lo que más quería.

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Yo se que cuando escribí el maratón, me tarde siglos, lo siento en serio. Tuve problemas y pues, ya saben, ahora creo que al menos van bien algunas cosas.
Rubius y Mangel fueron a Cancún, hace unas tres semanas. Y eso me puso súper happy.

Y bueno, subiré el lunes capitulo.
Son las mejores chicas, me hacen estar como ust cuando esta alegre, al momento de leer sus comentarios y sus votos igual.
No soy una chica que haga reír un montón, pero me esfuerzo. Porque quiero que esto si les guste.
Pero meno, las amo. Bais.

La Suicida. [Rubius y tú]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora