Capítulo 25: 《Ana y yo》.

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Cuando Ana llego a mi, me dio un beso en la mejilla. Un saludo. Se veía cambiada, ¿O era mi imaginación?  Seguro que estoy alucinando.

Ana: ¿Cómo estás,  ___? -me sonrió-.

____: Bien. ¿Y tú?  -le sonreí-.

Ana: También. Oye, ¿Qué tal en la película con Rubius? -me miro atrevida-.

____: ¿Película?... ¡Película! Oh, súper.  Me fue muy bien. -trague seco-. ¿Y tú, con Laura? 

Ana: Eh, me gusta que estés bien. Pues fuimos al starbucks, luego fuimos a su casa, después grabamos un vídeo.  ¡Fue la hostia! -río muy felíz-.

_____: Ah, ah, ah. Vale, eso es muy chevere. -le sonreí-.

Ana: ¿Porqué no salimos la próxima semana con ella?

_____: Pues, no sé si pueda, mi madre a sospechado de mis salidas y eso... -voltee la mirada-.
Mentirosa. -Me repetía mi conciencia-.

Ana: Bueno,  pero podríamos hacer que te escaparas, como la otra vez.

____: No, no. Prefiero no tener problemas, lo siento. 

Ana: ¿Porqué actuas de esa forma? ____, si hay algo mal, por favor, cuéntame. 

____: No es nada. Estoy bien. -sonreí-.

Ana: Te voy a creer...

___: Gracias. 

Ana y yo entramos al salón y nos tocaba física. Cuando empezó la clase, no dejaba de pensar en Ana y Laura. Ya, se que debería de dejar atrás lo de ellas pero si Ana me dejará me sentiría muy mal. Siempre lo voy a repetir.

Sono la campana de el colegio,  y salí junto a Ana. En silencio a cada una nos tocaba una clase diferente. A mi literatura y a ella; artes. Nos veríamos en el mismo lugar después de la clase.

Cuando iba a entrar a mi correspondiente salón, alguien me detuvo la mano.  Hostia, los nervios comenzaron a venir a mi.

Daniela: ¿Á dónde vas? -me jalo-.

______: A la clase...

Daniela: Mejor cállate  y dinos, ¿Porqué sales con Rubius?  Estúpida, te dijimos que no lo hicieras. Vuelves a hacerlo y juro que haré tu vida mierda. -gruñó-.

_____: Solo es mi amigo,  eso, mi amigo. Ya te dije, déjame. 

Daniela: Ay, no. No quiero, por tu culpa nos suspendieron. Maldita zorra. Ahora ya sabes, nos metemos contigo y hasta con tu amiguita Ana. -río-.

_____: Di lo que quieras, no me das miedo. -la mire con odio y tristeza, me había desesperado-.

Daniela: Ehm, ¿Y cómo van tus brazos con cortes? -me sonrió con burla-.

No te importan. -Las ganas de llorar me las contenía-.

¡Pues yo quiero ayudarte! -Subió las mangas de mi camiseta y de su bolsillo saco una navaja afilada e hizo varios cortes. Mis brazos estaban heridos, mucho. Pero la sangre no aumentaba ni disminuía.  El llanto empezó.  Daniela me amenazó para no decirle a nadie o me iría peor, y es cierto,  siempre me lo dice y me va horrible.  Ella entro a la clase, mientras yo trataba de parar de llorar y sollozar. El dolor si era inmenso.

Fui al baño y como pude traté de lavar mis brazos,  un poco. Era lo más tonto que podía hacer pero no tenía alternativa.  La sangre paró,  pero sentía arder mis brazos. Bajé las mangas y me sentía débil. Salí del baño sin fuerza y me dirigí a la cafetería, no habían muchas personas, así que ahí me quedaba cuando ya no podía entrar a clase.
Necesitas a Rubius, necesitas a Ana. -Ahora me gritaba mi conciencia eso-.

La verdad es que si necesitaba a los dos, pero a Ana... siento que ya la he perdido. 

La Suicida. [Rubius y tú]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora