Capitulo 7: "Un poco de suspenso(?".

675 35 2
                                    

Ya era otro día más. Que horrible cosa, odiaba mi vida completamente.

Hice mi rutina de siempre. No tenía ganas de desayunar, me he mirado estos días y que me veo hecha un asco, soy una gorda.  Llegue al colegio, me encontré a Mario, un chico que lo conozco desde la primaria. El… desafortunadamente también me hacía daño.

Quise caminar lo más rápido posible, pero él me alcanzo. Bueno  al menos venia solo. Creo que me golpeaba más que Daniela y sus ‘acompañantes’. Cuando se acercó a mí me volteo bruscamente.

Mario: ¿Cómo estas, cariño? –Me miro burlonamente-.

_____: Lo siento, me tengo que ir a clases… -Dije de excusa-.

Mario: Oh, no te hagas la estúpida. Que aún no empiezan las clases.

_____: Pero, quiero llegar…te-temprano. –Estaba muy nerviosa-.

Mario: No, perra. ¡Cállate! Nadie va llegar temprano el día de hoy, así que mejor vamos a platicar a gusto atrás del patio.  –Me llevo al otro lado del patio de la escuela, maldecía en mi mente, no quería sufrir tan temprano-.

Todavía recuerdo como me dejo la semana pasada.  Siempre me golpeaba el cuerpo, por suerte yo sabía curar los golpes y sanaban antes de tiempo. Por suerte estas semanas no he tenido tantos golpes.

Mario: Bueno, zorrita. ¿Cómo has estado?

___: Muy… muy bien.

Mario: No lo creo. Mira, ¿Por qué no jugamos a que yo te cuido y te empiezo a tocar lentamente… -Me miro con cara de pervertido-.

_____: No…gracias. No tengo ganas de jugar. –Mis manos temblaban-.

Mario: ¿Cómo que no quieres? –Alzo la voz-. ¡Quieras o no, jugaremos!

Comenzó a tocarme, puso su mano por mis piernas y luego continúo por mi cintura. Lo empuje y trate de correr pero él me atrapo.  Comencé a pedir ayuda, a gritar. Pero era obvio, nadie me escucharía. Ya no podría salvarme.

Mario: ¿Con que querías escapar, verdad? Maldita estúpida a mí nadie me hace eso. –Me tiro al piso, después me dio una gran cachetada dejando mi mejilla roja. No la podía ver pero, sentía el ardor.  Luego me golpeo con el puño cerrado en el ojo. Sentía que me iba a desmayar. Me sentía en verdad mal, él dijo algunas palabras y salió corriendo de ahí. Oí un sonido, según yo era la campana del colegio.  Me dolía y ardía el golpe en el ojo. Saque de mi mochila un espejo. Sentí un líquido escurrir en mi ojo. Sí, claro que era sangre. Fui como pude a la enfermería, pero no había nadie. Cogí el botiquín y puse un poco de alcohol en mi ojo. Trate de limpiar la sangre lo más que pude y lo logre. Solo que mi mejilla seguía roja y mi ojo un poco morado. 

Entre a la clase. El profesor aun no llegaba el profesor.

Pero unos minutos después el entro y comenzó a dar la clase. Me tocaba inglés. Luego  entro una chica que tampoco hablaba mucho pero a ella no le hacían daño como; a mí. Ella raramente se sentó junto a mí. Era extraño ya que nadie lo hacía.  La chica se llamaba Ana, lo supe porque mire que en su cuaderno decía ese nombre.

Narra Ana: (¿Raro no?).

Me senté al lado de ___ porque sabía que ella sufría mucho. Siempre he querido ser su amiga.  Pero, ella supongo que por todo lo que le pasa es tímida. Cuando me miro rápidamente note que tenía un fuerte golpe en el ojo. Y tenía un poco roja la mejilla. ¿Qué le habrá pasado a esta chica? Dios, nadie notaba su fuerte golpe. ¿Por qué la gente era así con ella?

La Suicida. [Rubius y tú]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora