A Waterbending Quirk (Traducción)

6- Hacer lo correcto

N/A: así que con un horario de trabajo loco, todavía estoy manejando este ritmo. Gracias por su apoyo, quería publicar el lunes... ¡pero no podía esperar a disfrutar!

N/T: Siento la demora en haber actualizado, espero que puedan seguir la historia con gusto, intentaré traer ahora todos los capítulos que me permita lo que queda la noche. Sin más dilación, disfruten de la lectura.

Frío.

Viento.

Hielo.

Podía sentirlos a todos.

La nieve blanca cubría el suelo por todas partes a su alrededor, volviéndose lentamente de un gris sucio. Los trozos de hollín cayeron de arriba manchando el suelo. El fuego voló por el cielo, quemando la parte superior de las cabañas del pueblo del sur. Una joven soltera corrió por la nieve helada mientras corría de regreso a casa.

" Mamá. Mamá, ¿¡dónde estás !?"

Katara se abrió camino entre los aterrorizados aldeanos mientras corrían en todas direcciones. Los guerreros corrieron a su lado para enfrentarse a los atacantes mientras los demás intentaban encontrar un refugio donde pudieran. Sin embargo, estaba tratando de regresar a su casa para encontrar a quién buscaba.

" ¡Mamá! ¡Mamá!"

Vio su cabaña a la vista, había algo más que envió un escalofrío por su cuerpo. Marcas de quemaduras en la manta que cubre la entrada interior. Con el corazón acelerado, corrió hacia adelante y retiró la manta. Encontró a su madre, pero no estaba sola. Ella miró a los ojos fríos de un hombre que estaba parado sobre ella.

" Mamá..."

"¡MAMÁ!"

Katara se levantó de la cama, jadeando mientras su corazón se aceleraba dentro de su pecho. Se agarró la frente con miedo mientras trataba de calmar sus nervios. A pesar de que el recuerdo que experimentó fue de hace muchos años, todavía se las arreglaba para aflorar de vez en cuando. Ella estaba agradecida de que se detuviera antes de que llegara más lejos. Después de unos momentos, su respiración finalmente comenzó a ralentizarse, inhalando profundamente para relajar su cuerpo tenso.

"Es solo un recuerdo..." Susurró entre respiraciones. "Solo un sueño." Sus ojos miraron hacia el nuevo reloj que recibió junto a su cama, viendo que ya eran más de las ocho.

Se agachó e hizo una mueca al ver la camisa que estaba usando, ahora húmeda por la pesadilla que soportó. Murmurando para sí misma, se arrastró fuera de la cama y miró alrededor de su habitación. Las paredes, una vez estériles, ahora estaban alineadas con diferentes carteles del océano y del monte Fuji. Su cuerpo se movió lentamente hacia el espejo sobre su tocador mientras se miraba a sí misma durante algún tiempo, su mano subiendo al collar de su madre que llevaba. Pasó el dedo por la gema mientras sus ojos miraban hacia arriba y hacia abajo, viendo que ese colgante era lo único que tenía puesto que incluso le recordaba su antigua vida.

"Cómo ha cambiado el tiempo, eh..."

Habían pasado poco más de dos meses desde que apareció repentinamente en Japón. Dos meses desde que su vida se puso patas arriba. Había pasado seis meses de su vida luchando en todo el mundo que conocía, luchando contra los Maestros Fuego y las criaturas con las que la mayoría solo soñaba. Desde el polo sur hasta el norte, desde Ba Sing Se hasta la capital de la nación del fuego, el mundo entero por el que se había cruzado en esa cuestión de tiempo.

Y ahora, había pasado lo que parecía la misma cantidad de tiempo en un lugar completamente nuevo para ella. Y en términos de acción; lo máximo que tenía fue todo en la primera noche de su llegada. Ahora, sus días de peleas habían terminado y fueron reemplazados por uno que nunca esperó.