A Waterbending Quirk (Traducción)

58- Secretos

El resto del día pasó bastante rápido para Katara y el resto de su clase. Después de obtener sus licencias, volvieron a subir al autobús y regresaron a la UA. Ahora estaba en su habitación, recién cambiada con ropa más cómoda mientras se giraba y se sentaba en su cama. Se miró en el espejo por un momento antes de meter la mano en su bolsillo, sacando la tarjeta que le dieron después de la prueba, con los ojos fijos en el plástico y viendo su foto en el frente. Era lo que finalmente necesitaba para ir y ayudar a la gente... sin que estas reglas la apartaran del camino. Ella realmente estaba emocionada de tener esto ahora.

Pero ella todavía se sentía apagada.

Para saber que cualquiera en la clase que no obtuvo su licencia, nunca esperó que fuera Shoto. Toda la situación realmente la confundió, especialmente la situación con Yoarashi. El adolescente rival también había fallado la prueba, ambas acciones costaron demasiados puntos para ser consideradas aprobadas. Para su sorpresa, el usuario del viento se disculpó profundamente después de la prueba, culpando a su propio egoísmo por lo que había sucedido y no debería haber dejado que sus sentimientos les costaran sus oportunidades. De hecho, Shoto no parecía enojado con Yoarashi, culpándose a sí mismo. Afortunadamente, la instalación anunció que aquellos de los últimos cien que reprobaron podrían hacer una clase especial para obtener sus licencias en unos pocos meses. Si bien es una buena noticia, Shoto permaneció bastante callado todo el tiempo.

Demasiado callado... incluso para él mismo últimamente.

Desde que abandonaron el campo de pruebas, ella había tratado de hablar con él para intentar que se sintiera mejor, pero él quería pensar para sí mismo en este momento. Durante todo el camino de regreso, miró por la ventana del autobús, aparentemente desenfocado y sin querer entablar una conversación. Incluso tan pronto como el autobús llegó a la escuela, él la dejó y subió solo a su habitación para tratar de despejarse la cabeza. Después de limpiarse y pasar el rato con algunas de las chicas, trató de llamar a su teléfono solo para comunicarse con su correo de voz.

Ahora... Habían pasado cerca de tres horas desde que regresaron, y ella todavía no había sabido nada de él. Frunciendo el ceño, se levantó de su cama y abrió la puerta, caminando hacia el pasillo y lista para ir y obtener algunas respuestas de él. Tenía que saber qué le había pasado durante la prueba y estaba decidida a obtener respuestas. "¿Qué te pasó hoy?" Se quejó mientras presionaba el botón del elevador, tomando aliento cuando la puerta se abrió frente a ella. Para su sorpresa, la puerta se abrió para tener a Mina parada allí con una gran sonrisa en su rostro.

"¡Oye, qué pasa! Me preguntaba a dónde fuiste antes", la chica rosa se rió mientras tomaba un sorbo de su refresco. "Solo me dirigía a tomar una película para algunos de nosotros. ¿Vienes?"

"Estoy bien gracias." Katara hizo un gesto con la mano, "Yo... solo me dirijo a hablar con Shoto".

La sonrisa de Mina se desvaneció al ver la mirada en el rostro de Katara, suspirando y poniendo una mano en su cadera. "Oh... ¿Todavía no hemos hablado mucho?"

Katara exhaló y se frotó el brazo. "No desde que regresamos".

Frunciendo el ceño, Mina levantó la ceja mientras miraba a la maestra agua, la tensión entre ella y Shoto era bastante obvia para todos. "Bueno, vas por el camino equivocado. Lo vi caminar hace unos quince minutos".

"¿Qué?" Katara preguntó sorprendida, "¿Lo hizo? ¿A dónde fue?"

"Lo vi salir. Está solo ahí fuera, así que puede necesitar algo de compañía". Mina le guiñó un ojo y se rió cuando vio que Katara puso los ojos en blanco. "Ve a buscarlo, niña".

"Gracias." Katara murmuró y caminó hacia la derecha, decidiendo simplemente tomar las escaleras y bajar por el único piso hasta el final. Bajando, entró en la gran sala de estar donde algunos de los muchachos estaban preparando bocadillos mientras se reían, obviamente su entusiasmo por sus licencias todavía estaba allí. Dejándolos con su celebración, Katara salió por la puerta principal del dormitorio y salió al aire fresco. El sol acababa de ponerse por debajo del horizonte, dejando un cielo apenas anaranjado mientras el azul comenzaba a tomar el control. La ligera brisa recorrió su cuerpo haciéndola temblar levemente, frotando sus brazos mientras caminaba hacia la izquierda tratando de ver si él estaba cerca.