C
La familia de mi mejor amiga y de mi novio millonarios, hacendarios y hasta brujos.
- ¿Me escuchaste?
-No, lo siento...-<< ¿Cómo puedo prestarte atención, si me perdía en sus ojos?>> - ¿Qué me decías, Héctor?
-Olvídalo, Cristina, era otro de esos datos nerd que suelo decir.
-Me gustan esos datos curiosos que pláticas. -Le contesté tan sonriente como siempre.
<<Pero que mentirosa eres, si lo único que quieres es el momento para poder besarlo y callarle su boca de sabiondo a besos>>. Erick, para desgracia mía, me había escuchado, pero algo en mí ya no podía soportarlo, quería que ya llegara ese momento en que las cosas quedaran en claro.
- ¿Por qué te sentaste allá atrás?, pásate con nosotros
Las palabras de Héctor se dirigían a Johana, quien se había hecho un lugar hasta el fondo de la camioneta.
-Tranquilo, aquí estoy bien. -Le contestó, sin apartar sus ojos miel del bolso.
- ¿Estás segura?
Su insistencia por ella me estaba matando, pero mis manos estaban atadas y mis labios igual. <<Es la misma chica, ¿por qué ahora te atrae tanto?>> Quizá solo estaba exagerando. << ¿Debería de preocuparme?>> Ya pensándolo, desde que lo conozco siempre fui su amor platónico, su "crush". << ¿Por qué entonces lo duda tanto? ¿De verdad es por Erick?>> Después de todo era su mejor amigo.
Estaba decidida a ya no esperarlo, no le quitaría más el tiempo a Erick, y estaba cansada de tanto esconderme, pero aún así Héctor merecía un ultimátum.
-Entonces, ¿Ahora nos dirigimos a casa de tu mami? - Le pregunté a Noah, para así apartarme de tantos pensamientos.
- ¡Así es!
- ¿Pues cuánto te pagaron éste par? - Insistí.
Con la respuesta de Noah, me es imposible no preguntar, después de todo, nadie lleva a un grupo de desconocidos a entrevistar a su madre en el primer día de excursión.
-Espero una bonificación extra por esto, pues no iba en mi contrato.
<<Es momento de reír>> y, así como lo pienso, lo hago, lo que finalmente distrae a Héctor de Johana. << ¡Yo uno, tú cero, amiguita!>>
- ¿Y cómo es tu mami?
Si había algo de lo que vanagloriarme, era en mi facilidad para sacar conversación.
-Una señora agradable. Ya es algo mayor.
<< ¿Una viejecita? Algo no coincidía>> - ¿Qué edad tiene? - tal vez era mi tono de voz, pero de que podía sacar la verdad, podía hacerlo con facilidad.
-Tiene setenta y ocho años.
<<Si, esos son muchos, años.>> Pero con esa edad, tendría que haberlo concebido después de los cuarenta.
-Que raro...-Agregué.
Héctor me mira, seguramente por la falta de temor para dar mi opinión sin reservas.
- ¿Entonces los dueños de la Hacienda eran brujos o algo así? - Le cuestioné en un intento por cambiar de tema.
-Ni idea...
- ¿No te causa pánico eso, Héctor? - Agregué, dándole un suave empujón.
<<Después de todo, es la familia de tu mejor amigo y de mí novio>>, pensé. No me sentía cómoda de ser la más supersticiosa del grupo, porqué todos estos temas siempre terminaban poniéndome la piel de gallina.
ESTÁS LEYENDO
Virtanen: Sangre de Serpiente
HorrorPara cumplir una última voluntad testamentaria, un grupo de amigos se deciden a viajar a un rustico pueblo ubicado en el Norte de Finlandia. Además de enfrentar el frio del lugar, deberán afrontar que son presos de una oscura historia familiar y enc...