Capitulo 5: Detectives y Loqueros

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Tomo asiento en la silla tras el escritorio. Miro un poco a las esquinas observando los detalles que han cambiado desde que mi tía remodelo la oficina que me ha turnado en un área de su despacho.

Al encender el computador decidido a investigar aquellos números plasmados en aquel papel, escribo los números en el buscador web; esto sin duda era el fragmento de alguna cuenta bancaria, pues me llevaban directamente a un banco extranjero. Ni corto ni perezoso indago un poco de información sobre aquella institución, me encontraba interesado principalmente por el por el lugar de donde provenía.

<< ¡Europa!>> Mis ojos no se creen lo que están leyendo. <<Pero, ¿A quién pertenece? ¿Se trataba acaso de alguna cuenta secreta de Julissa? ¿Habrá dinero en ella? ¿Por qué el número no estaba completo si estaba tan bien resguardado? ¿Por qué lo ocultó?>>. Luego de enterarme que el banco había sido clausurado, termino por hacerme más dudas que las ya resueltas.

Tomo el celular y sin pensarlo dos veces llamo a Erick, intencionado en que me ayude a resolver todo esto, curiosamente es su hermana quien toma la llamada.

-Sí, Héctor, ¿Qué sucede?
- ¿Me puedes pasar a tu hermano?-Podía preguntarle a ella, pero con su desprecio por la mujer seguramente me ignoraría, además de ser quien menos se vio entusiasmada con la idea de indagar lo descubierto.

-No está, el tonto olvidó su celular, pero cuando llegue le digo que te regrese la llamada, ¿va?
-Vale. Oye, tu mamá de casualidad no les dijo nada sobre alguna cuenta bancaria en Europa, ¿o sí? -Pregunto entusiasmado al teléfono.
-No, si así fuese no estaríamos tan preocupados en pagarle a tu tía. ¿Por qué lo preguntas? No me digas-guarda silencio un poco- “los detectives” ¿Y qué hora son estas de llamar? Es mi lunes libre-refunfuña.

- ¿Aun tienes las fotos que venían en la caja?
- ¡Te odio! No, Erick se las llevó esta mañana con su grupo de fotografía, creí que tu estarías con él. De hecho, yo también me puse manos a la obra con esto de la investigación- responde riendo- junté todos los documentos que tenemos de Julissa y de nuestro padrastro, pero no es mucho. -el silencio al otro lado del teléfono surge, como si hubiese algo que le quitó el habla a la inusual Johana. - Si encuentro algo te aviso.

-Bueno, le dices a tu hermano que me llame.
- ¡Muy bien!

Antes de cortar la llamada, alcanzo a escuchar que Johana dice algunas cosas en voz baja.

El teléfono de la oficina suena y al contestar, un hombre neurótico pregunta por el paradero de Elena y mientras él habla, yo me dedico a anotar los datos del cliente en una agenda personal antes de que éste termine de hablar de manera poco respetuosa.

Vago un rato más en el computador sin conseguir mucho hasta que el móvil me da otra sorpresa.

- ¿Erick?
- ¡Amigo! Tengo cosas que decirte, cosas que descubrimos sobre las fotos. -espeta con entusiasmo y sin intenciones de dar un mejor saludo.
-Yo igual encontré algo sobre los números- La curiosidad de ambos se vuelve notoria aun a través del teléfono- ¡La cuenta pertenece a un banco europeo!

La charla se torna de un solo lado, la poca estática del teléfono responde a mi hallazgo y tras una breve pausa Erick hace sonar un leve tosido- La foto del bosque, ¿La recuerdas? - Me dice.

-Sí, la recuerdo…
-No fue tomada en la misma fecha que su compañera, es más, la del bosque fue extraída de un portal de internet. -Exclama entusiasmado y contrario a mí, pues yo me encontraba con relativa seriedad- ¡Mi camarada, esta foto fue tomada en los ochentas! Y la otra, la de la joven, fue tomada a mediados de los noventa.

Virtanen: Sangre de SerpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora