O16

4.5K 267 31
                                    

Anastacia S

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Anastacia S. Zambada — Lugar desconocido.

Habían pasado algunas horas y ya era de día, mi cuerpo me dolía demasiado debido a los golpes que tuve, o más bien que me fio Ruben, pero créame que me dolía más lo que le dije a Ovidio, ay cosas que jamás podré borrar de mi mente y sus expresiones como las de mi hermano, les rompí el corazón, y todo por que me dejé engatusar en las garras de Rubén, me dolía en el alma lo que hice pero no había marcha atrás, espero que algún día sepan que todo lo hice por querer protégelos, y que todo fue mentira, los amo con todo el corazón. Me levante sin ánimos de nada literalmente, o tenía ganas de hacer nada, quería pedírmela llorando toda la mañana, bueno más bien todo el día si se pudiera, pero no. En mi mente pasaban esas imágenes, de verdad quería besarlo, quería que me dijera que todo estaba bien, que lo amaba, que era el amor de mi vida y que me me dijera que todo estaba bien, que ma amaba y que todo era un sueño, que éramos el uno del otro y que siempre iba a estar para mi, pero no, Rubén me hizo decir cosas que jamás quise, cuando me beso sentí como el mundo paraba, quería quedarme en sus brazos y que nos quedáramos así para siempre, unidos el uno a el otro, como habíamos estado días antes de que todo pasara.

Te amo más que a mi, por eso quiero que estes bien, aunque me duela, no nos tocaba estar juntos mi amor, eres el amor de mi vida, y si es necesario que de la vida por ti, lo haré, por que eso hace el amor.

Perdóname si te lastime, pero te amo y por eso lo hago.

Suspire pesadamente y mire hacia todos lados, limpie mis lagrimas y me levante, el hambre había ganado así que salí con cuidado de no hacer ruidos por que lo que menos quería era ver a Rubén, salí y me dirigí a la cocina, tome solo unas papas fritas y una Coca Cola, volví a subir las escaleras y cuando iba pasando por uno de las habitacion, escuché la voz de Rubén y la de el mencho, me detuve solo por curiosidad y me escondí detrás de un mueble para poder escuchar mejor, y más cuando escuché el nombre de Ovidio y Serafín.

¡¿Pero como dejaste que Ovidio y Anastacia se besaran enfrente de ti, Rubén?!—Grito la voz de el mencho y cerré los ojos con fuerza, me dolía en el alma recordar ese momento.

—Pero papa, las cosas pasaron muy rápido y cuando menos lo pensé pues pasó ¿Y tú crees que no me dolió? ¡Me enamoré de ella! Pero ella ama a Ovidio.—Está vez Rubén hablo, y mire como golpe fuertemente la mesa haciendo que se cayeran algunos fajos de billetes.

—¡Pues tienes que hacer que ella se enamore de ti pendejo!—Grito y lo mire con los ojos cristalizados.

—¡Pero es que por más que quiero enamorarla ella sigue enamorada de Ovidio! Ese cabron siempre está arriba de mi ¡Lo odio! Quiero matarlo, quisiera matarlo con mis propias manos.—Rubén grito con desesperación, mientras que veía todo desde mi ángulo de vista.

Odio Fingido | Ovidio Guzmán | TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora