Anastacia S. Zambada — Lugar Desconocido.
Apreté más mi cuerpo hacia mi, mientras esperaba a que la señora de servicio me trajera la comida, cuando de repente se oyó como la puerta de abrió y como en esta se pasaba Rubén, negué con la cabeza, pero era mi hora de fingir si quería proteger a mi hermano y Ovidio, había pasado una semana de aquel día cuando pasó eso, y mis ánimos iban de mal en peor, había dejado de comer y solo quería estar en mi cuarto.
—¿Como estás mi vida?—Me pregunto Rubén y solo me di la espalda y sentí como me jalo de el brazo y me pego a la pared.—¿Como estas mi bonita?
Rodé los ojos y una lagrima corrió por mi mejilla.
—Bien ¿Que quieres?—Le pregunte intentando zafarme de su agarre pero me apretó más a él.
—Saber como estabas y darte una buena noticia, bueno quien sabe cómo te lo tomarás pero es buena.—Como si no supiera que su "buena notica" es matar a las personas que amo.
—¿Que Rubén?—Le dije y seguí une tanto zafarme de su agarre pero el era más fuerte que yo y no me podía mover.
—Calmada fiera.—Susurró a mi odio y aprisionó mis muñecas entre sus manos u giré los ojos.—Deberías de estar contenta.
—Si me sueltas y me dices, claro que estaré contenta, imbecil.—Murmuré enojada y el medio a otro lado.
—¡Ya chingada madre! Quédate quieta, Sofia.—Dijo cerca de mi oído y dejé de moverme, y después me soltó y enojada, me senté sobre mi cama.
Hice una seña de que hablara y me miró por unos segundos y después desvió la mirada hacia otro lado.
—¿Que me quieres decir? ¡Habla chinga!—Murmuré enojada y el me volvió a ver.
—¡Que ya te vamos a liberar puta madre! Así que la vas a hablar a tu hermanito y le dirás, las coordenadas y el día, y fecha en la que tendremos que estar ahí ¿Okay?—Me dijo y fingí una leve sonrisa.—Ten.—Me extendió un teléfono satelital y lo tome.
—¿Que día me iré?—Pregunte y negó, después se llevó la mano a la cabeza y habló.
—Mañana.—Susurró y asentí.—Ten, aquí están las coordenadas y mucho cuidado con hablar de más.—Me miró mal y después se sentó en frente de mi.
—Si como sea, ganancia es con que me suelten y me valla con mi familia.—Murmure y comencé a marcar el número de mi hermano, espero que me conteste.
Se oyeron los timbres y después como contestaba pero se oía agitado, me estaba aguantando las ganas de llorar pero tenía que ser fuerte.
—Habla.—Rubén habló en tono de orden y así lo hice.
—Serafín, soy yo, Anastacia.—Dije y suspire pesadamente.
—¿Ana? ¿Mi Ana?—Pregunto y negué riéndome mientras que Rubén miraba cada uno de los movimientos, después me recargue en unas almohadas y me le quedé viendo a la nada.
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Odio Fingido | Ovidio Guzmán | TERMINADA
Romance𝐎𝐅 | ¿Podemos fingir odio para evitar amor? Ellos eran dos adolescentes que se conocen y odian desde que eran tan solo unos niños, dos personas que se llevan cuatro años, que además son perfectamente para estar juntos ¿Pueden fingir para tratar de...