𝐎𝐅 | ¿Podemos fingir odio para evitar amor? Ellos eran dos adolescentes que se conocen y odian desde que eran tan solo unos niños, dos personas que se llevan cuatro años, que además son perfectamente para estar juntos ¿Pueden fingir para tratar de...
Me da pena lo que escribí hace meses sorry, pronto editare esto por que me da cringe JAJAJAJAJA
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Anastacia S. Zambada — Medellín, Colombia
Le di un leve golpe en la cabeza a Ovidio, mientras que el me estaba haciendo de cenar y yo estaba sentada sobre la barra de la cocina esperando a que el terminara, me miró mal y puso las manos en la cintura, lo mire con una ceja alzada y después de eso, siguió volteando las quesadillas que estaban sobre la plancha.
—Puedes dejar de maltratarme.—Hablo mientras que me miraba con una ceja alzada y yo me acomodaba mejor.—Todavía que te ando haciendo de cenar, Sofia.
—¿Haz hablado con Alfredo?—Cambie de tema, mientras que el me miraba, negó y después lo mire por algunos escasos segundos.
—No, lo e notado algo raro, no se que le está pasando la verdad.—Subió y bajo los hombros, después me extendió una quesadilla y la tome.
—A Alf le afectó mucho su muerte, eran inseparables aunque pelearan.—Hable y Ovidio apagó la plancha y me miró, después de subí el también a la barra y me rodeó por los hombros.
—Lo que más me dolió fue que sus últimos meses no me hablaba, sabía que lo tenía merecido, pero.. No me pude despedir de mi hermano mayor y ahora no lo volveré a ver jamás.—Hablo y lo mire, sabía que le dolía, tanto como a mi.—Por eso me aventé a besarte aquel día, y resultó bien ¿Eh?
—Ay ratón.—Solté una risita, mientras que besaba su mejilla y después me besaba la punta de la nariz.—Yo se que Ivan puede estar vivo, como Jason.
—¿Te acuerdas cuando nos encontramos en la casa de tu papá?—Solté una carcajada y asentí, mientras que Ovidio reía.—Les saque un susto a los tres y yo sali también embarrado.
—Me acuerdo que andaba bien enojada contigo, hasta ganas de darte otra cachetada me dieron.—Me miró asustado y negué.
—Me asustas.—Habló mientras sobaba su mejilla.—El grito que soltó Alfredo, se a de haber escuchado hasta china, seguramente.
Suspire mientras que le daba una mordida a la quesadilla de Ovidio.—¡Zanahoria!
—Mande.—Hablé mientras le daba un beso sobre la mejilla.
—Hija de la chingada.—Habló mientras bajaba su mano hacia mi cintura, acercándome hacia el.
—¿Cuando volvamos a Culiacán, seguirán las cosas como están entre nosotros?—Asintió, mientras que ponía mi cabeza sobre su pecho.
—Claro, seguiremos siendo novios, pero a escondidas por que no quiero que te manden lejos de mi.—Beso mis labios, mientras que yo me le quedaba viendo.
