O23 - Maraton 5/?

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Anastacia S

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Anastacia S. Zambada • Rancho de los
Zambada

Mire desde el balcón cómo bajaban las cosas necesitarías para el cumpleaños de mi hermano mayor, si, Serafín mañana cumplía años y aquí nos tenia a todos en un rancho para festejar y mañana irnos a Mazatlán, lo único mal es que pueda que el venga, no creo que Serafín lo halla invitado, pero igual es posible conociéndolo como lo conozco.

Me recargue sobre el sillón y tire mi cabeza hacia atrás mientras que gritaba frustrada al no poder envolver el pinche regalo que le había comprado.

—¿Bueno por que tantos gritos?—Vicente entró a mi habitación y me miró con una ceja alzada mientras yo negaba.

—Lo qué pasa es que ¡No puedo forrar bien esta pinche cosa!—Dije y arroje la cinta hacia el piso.

Mi hermano negó riéndose y hizo que mi enojo aumentara.

—¿De que te ríes Vicente? No da risa, no puedo envolver bien el regalo para Serafín.

Vicente se sentó a mi lado y dejé caer mi cabeza sobre su hombro, tomó la caja y la comenzó a mover, supongo que quería saber de que se trataba mi misterioso regalo. Por que si, todos eran bien chismosos y había decido mejor guardar el secreto de que le había comprado a mi hermano.

—¿Que la compraste? Dime.—Vicente hizo pucheros y negué con la cabeza mientras me reía.

—No te voy a decir, Vicente Jesús.—Dije y el me miró mal, mientras que yo negaba y sacaba las tijeras de mi estuche.

—¡Dime Anastacia Maria!

—¡No me digas Maria, Chente.—Me queje y lo mire mal, después me levante y me asomé por la ventana viendo cómo llegaban varias camionetas.—¿A quienes invitaron?

—A la familia, socios, amigos de Serafín, la familia de Iván y Alfredo y ya no se a quien mas.

Me asomé topándome con la cortina para según yo no verme, y vi como se bajo la señora Gris ¡Con Gris! Me emocione y comencé a dar saltitos por toda la habitación y Vicente me miró raro.

—Alexia se tuvo que devolver a Europa así que que te mande a traer a Gris.—Lo abracé y después le di un beso en la mejilla.

—¡Gracias! Te quiero, mucho, mucho, mucho.

—Yo más mi niña hermosa.—Me dijo y beso mi mejilla.

—Si me compras un elefante te digo que le compre a Serafín.—Hable y mi hermano se atraganto con su saliva.

—¿De donde sacaré un elefante Anastacia Sofia? ¡No chingues!—Me dijo y lo mire mal.

—Me lo compras o no ahí nada, o ya de jodidos un chango.—Elevó las cejas y solté una risita.

—Trató comadre.—Me extendió la mano y estrechamos estas.—¿Que le compraste?

—Le compre un cinto y ¿Recuerdas que hace mucho Serafín tenía unos lentes que amaba y que el pendejo perdió en el mar.—El solo asintió.—Y también le hice un álbum con fotos de los dos.

Odio Fingido | Ovidio Guzmán | TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora