O61

2.8K 196 48
                                    

 ¡¡ Últimos 4 capítulos !!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¡¡ Últimos 4 capítulos !!

Anastacia Zambada — Culiacán, Sinaloa.

—¡Ovidio ya!—Me queje cuando de nuevo sentir como me abrazaba por la cintura, sabía que me había extrañado mucho, pero no me dejaba terminar de arreglarme.—Todavía que no me dices a donde vamos, andas bien empalagoso.

—Ya te dije que es playa y que está cerca.

Mazatlán.

—Mazatlán.

El solo se limitó a rodar los ojos, beso mi mejilla y me miró por unos escasos segundos, para después volver a poner su mano sobre mi cintura.

—Ay pues es que no iba a festejar si tú no estabas, y no tenía nada preparado, fue lo primero que se nos ocurrió.—Me miró, después de eso su teléfono sonó pero lo ignoro.—¿Como te sientes? ¿Si puedes viajar?

—Si.—Mordi mi mejilla internets tratando de que no me riera. Pero es que Ovidio no podía de su parte con las caras que hacía, además de que se veía demasiado tierno.—¿Cuando le daremos la noticia a la familia?

Ovidio me miró y después puso su mano brusca sobre mi vientre, que ya se estaba formando y la verdad es que me daba mucho miedo todo esto. Pero también quería ya mismo tener en mis brazos a esas dos cositas que amaba con el alma, aunque todavía no los conocía el amor que les tenía era enorme, y me estaba muriendo por tenerlos en mis brazos y estar con su papá.

—No se zanahoria, es mejor que entre menos gente sepa.

—¿Por que?

—Ustedes son un blanco fácil, son los herederos de el cartel de sinaloa por ser Guzmán Zambada y ahora que todo anda caliente. Más el pendejo de Rubén que me quiere bajar a mi bonita y todo lo que está pasando, es mejor que nadie sepa que estamos esperando unos niños, bonitos.—Murmuro y dejo caer su cabeza sobre mi hombro, con las yemas de sus dedos acaricio mi vientre descubierto y beso también mi hombro.—¿Cono les pondremos? Ovidia y Ovidio.

—Estas pero si bien pendejo.

—¡Bonita!

—Tu cola, Mis hijos no se llamarán Ovidio y Ovidia, estás mal wey.

—¡No me digas wey!—Se quejo haciendo pucheros con sus labios, para darme la vuelta y sentarme sobre sus piernas a el borde de la cama.—Soy el papá de tus hijos, quiéreme.

—No se llamarán Ovidio y Ovidia.

—¿Pod que no?

—Por que no.

—Andamos de malas.—Escondió su cabeza sobre el hueco de mi cuello para después besar este, haciendo que mi piel se erizara, Ovidio siempre sabía como ponerme nerviosa.—¿Te acuerdas cuando nos subieron a los dos a una avioneta?

Odio Fingido | Ovidio Guzmán | TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora