O42

4.4K 258 111
                                    

Meta: 100 votos y 35 comentarios <3
Gracias por el apoyo!

Meta: 100 votos y 35 comentarios <3Gracias por el apoyo!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Anastacia S. Zambada — Medellín, Colombia.

Salí de la ducha enredada en una toalla, mientras que veía como Ovidio estaba sentado sobre el borde de la cama, sin camisa, con solo unos shorts, me vio de pies a cabeza y después mordió su labio inferior.

—Sigues de bañarte.—Le hice una seña y el se quedó ido, viéndome.—¡Ovidio!

—¿Te has estado poniendo la crema para las quemaduras que te di?—Dude, mientras caminaba para el closet.—¡No me ignores!

—Si.—Hablé soltando una risita, mientras que Ovidio revisaba mis brazos y veía como todavía tenía algunas quemaduras.—Me voy a cambiar, corazón, necesito que te te metas a bañar.

—No me quieras ver la cara de pendejo, zanahoria, deja voy por la crema para ponerte.

—Ya le tienes.—Hablé riéndome, mientras que Ovidio salía de nuestra habitación y bajaba a el primer piso.

Rápidamente me puse ropa interior y cuando estaba sacando el vestido que me pondría, y que Ovidio y yo iríamos combinados, cuando Ovidio entró, de nuevo, mientras que yo estaba concentrada viendo el vestido.

Rápidamente me puse ropa interior y cuando estaba sacando el vestido que me pondría, y que Ovidio y yo iríamos combinados, cuando Ovidio entró, de nuevo, mientras que yo estaba concentrada viendo el vestido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿De verdad está bonito?—Le dije viendo a Ovidio, pero el estaba concentrando en otras partes de mi cuerpo.—Es que no se.

—Tu con todo te verás hermosa.—Se acercó a mi y me abrazo, mientras que pasaba sus manos por mi cintura y sentía un cosquilleo sobre mi.—Así andes en pijamas o de vestido, eres la más hermosa mujer ante mis ojos.

—Te amo.—Bese sus labios y después sentí sus manos en otra parte, como a poco iban bajando.—¿Es seguro ir?

—Tenemos que cerrar tratos con ellos, así que si, y no me vas a dejar ir solito ¿Verdad?—Hizo pucheros y nuestras manos se enlazaron, mientras que nuestros alientos chocaban.

—No por que va a haber viejas y tú ya tienes a tu zanahoria.—Me puse de puntitas y bese la punta de su nariz, haciendo que el la arrugara.

—Bebé.—Ovidio llamó mi atención.—¿Sabes que te amo mucho?

Odio Fingido | Ovidio Guzmán | TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora