Ovidio Guzmán
Suspire cansado mientras que entraba a la mansión que había mandando a construir especialmente para Ana y mis hijos, estaba adecuada a nuestra necesidades y más abría que teníamos a dos recién nacidos. Aunque me disgustaba por que ahora todos vivían con nosotros, y Serafín a veces era bien empalagoso con nuestros hijos, los traía de acá para acá y no lo dejaba ni un minuto, ya hasta les compro mini Rzr según el.
—Ovidio.—Serafín por primera vez en casi un año me hablo bien, esto era raro. Pero si extrañaba mucho a el mejor amigo, que tenía, antes siempre estábamos juntos y con eso se que Anastasia estuviera más que feliz, pero no creo que Serafín quiera alzar la banderita de la Paz por ahora.—Necesito hablar contigo.
—¿Ahora qué pasó?
Suspire.
—Esto lo hago por mi hermana.
Lo mire raro.
—¿Que?—Pregunté mientras que lo miraba raro, sabía que Anastasia había estado hablando con el por que quería que nos lleváramos bien por ella, pero Serafín estaba muy negado.—Habla Serafín que ya quiero mirar a mis hijos.
Suspire pesadamente.—Si mi hermana te perdono por todo las mamadas que hiciste y por lo que e visto la he's muy feliz por que si no ya te hubiera mandando a la verga, así que...—Hizo una pausa.—Te perdonó, solo que a la primera que le hagas a mi hermana y me va a valer madre lo que ella quiera, por que te mando a contar flores debajo de la tierra.
—Yo de verdad amo a tu hermana Sera, y no sería capaz de volverla a lastimar.
—Más te vale.
—¿Cuñado?
—Cállate que hicimos las pases, pero todavía no puedes decir cuñado.—Me miró serio y después se rio.—Cuñado.
Nos dimos un pequeño abrazo de hombres y después de eso los dos caminamos hasta que llegamos a el cuarto que compartía con Anastacia.
—Ana se pondrá muy feliz.
Serafín sonrió.
Los dos entramos a el cuarto, fruncí el ceño por que no estaba, ella siempre se la pasaba pegada a mis hijos, siempre estaba en el cuarto, me asomé a la cuna y ahí estaban mis bebés.
—¿Y Ana?
—No se.—Sentí una compresión en el pecho como aquella vez que ella quizo acabar con su vida.—Serafín ¿Dejamos a hombres cuidándola verdad?
—Si wey.
—Me siento como cuando ella quizo...—Suspire y pase mis manos por mi cara, me senté en el borde de la cama. Y me sentía como si algo me faltaba, los dos teníamos una enorme conexión que no se podía romper, y sentía que algo malo estaba pasando.—¿Donde esta? Necesito a tu hermana ¿Donde esta?
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Odio Fingido | Ovidio Guzmán | TERMINADA
Romansa𝐎𝐅 | ¿Podemos fingir odio para evitar amor? Ellos eran dos adolescentes que se conocen y odian desde que eran tan solo unos niños, dos personas que se llevan cuatro años, que además son perfectamente para estar juntos ¿Pueden fingir para tratar de...