Siete

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La mañana llegó demasiado rápido para Dex, los primeros rayos de sol se colaban por la ventana de la habitación obligando a la castaña a levantarse, se sentó sobre su cama con el cabello bastante desordenado.

— Buenos días, Dex — una animada Isabel la miraba desde la litera contigua.

— Buenos días — le sonrió de vuelta a la pelirroja.

— No me di cuenta cuando llegaste anoche — ambas estaban arreglando sus camas.

— Llegué un poco después de las once, estabas dormida y no quería molestarte. — la castaña respondió dándole la espalda a Isabel mientras extendía sus cobijas.

— ¿Puedo preguntarte algo?

— Por supuesto que sí — Isabel la miraba desde la cama abrazando la almohada. — ¿Qué sucede? —

— Ayer... — la joven parecía dudar de sus palabras — ¿estabas con Levi? — el rostro confundido de Dex la hizo continuar —Farlan no encontraba a Levi al anochecer y tú tampoco estabas. No quiero que piense que me estoy entrometiendo en tus asuntos, solo tenía curiosidad — para la suerte de Isabel, la castaña era un persona bastante paciente, otros se hubieran tomado mal esa instrucción pero Dex solo soltó una pequeña risa.

— No te preocupes, no creo que te estés entrometiendo — ambas se miraban desde sus respectivos colchones — Estuve con Levi por un rato, en la enfermería. Después de eso cada quien tomó su camino, no lo he visto desde ayer.

— Ya veo, le preguntaré en el desayuno — la energía y buen humor de la pelirroja le recordaba un poco a Hange. — Dex — la llamó de nuevo — ¿me dejarías peinar tu cabello? — el rostro confundido de la castaña cambio rápidamente a uno de felicidad.

— ¡Claro!

Después de un rato, Dex e Isabel aparecieron en el comedor con sus uniformes. El cabello de Isabel estaba recogido en sus habituales dos coletas, el de la castaña, que normalmente estaba suelto, estaba peinado en una media coleta con algunos mechones sueltos al frente. Su rostro estaba completamente despejado y aquella mañana se robó algunas miradas al pasar. Tomó una nota mental de arreglar su cabello con más frecuencia.

Avanzaba tomada del brazo de Isabel, quien se negaba a soltar a su nueva amiga. A Dex realmente le agradaba y estaba siempre abierta a tener nuevos colegas.

— Buenos días, chicos — saludó Isabel a Farlan y Levi que ya estaban en una mesa.

— Buenos días — el castaño les dio una mirada — Veo que Isabel encontró la manera de poner sus manos en tu cabello. No sabes la cantidad de veces que ha intentando hacerle coletas a Levi — la idea del cabello azabache recogido con listones le causó bastante gracia. — Aunque debo admitir que hizo un buen trabajo contigo.

— Soy básicamente una estilista profesional — todos en la mesa parecían entretenidos en la conversación, menos Levi que comía en silencio sin mirarlos.

Dex lo notó e intentó capturar su mirada, hizo una señal de saludo en su dirección pero el mayor estaba claramente ignorándola.

— Levi — lo llamó en voz baja intentando captar su atención. Un chasquido de lengua fue la única respuesta que obtuvo, el azabache se puso de pie y se alejó del comedor hasta la salida.

— ¿Cuál es su problema? — preguntó Isabel. Dex apenas se dio cuenta del discreto movimiento de cabeza que había hecho Farlan señalando que ella era el problema.

Decidió ignorar ese incidente y tomar su desayuno con calma, se quedó en la mesa de los compañeros de Levi, aquella mañana le contaron algunas cosas sobre la Ciudad Subterránea y ella compartió con ellos historias de la Legión.

Una Probada de HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora