Veintiocho

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— Quiero a Dex. — reafirmó Levi con los brazos cruzados sobre el pecho.

— No, Levi. — respondió el comandante sintiendo como su paciencia se agotaba.

— Entonces no la haré. — se recargó sobre el respaldo de la silla.

— Está situación es ridícula. — Erwin estaba lidiando con la terquedad del azabache mientras esperaban a que Dex llegara a la oficina. — ¿Vas a pedirle que renuncie a su puesto? — Levi chasqueó la lengua. — No va a aceptar eso, me parece innecesario ponerla en esa posición.

Casi como si supiera que estaban hablando de ella, Dex llamó a la puerta. Entró cuando el comandante lo indicó y tomó asiento junto a Levi en las sillas frente al escritorio del rubio. Les sonrío a ambos pretendiendo que no era una situación incómoda.

A pesar de que Erwin nunca había intervenido o comentado sobre su relación, seguía siendo su ex pareja y por más que separa su vida personal de su trabajo los sentimientos terminaban mezclados. Pero le parecía que ella era la única que se sentía de esa manera, ya que tanto el azabache como el comandante lucían perfectamente centrados en la situación pertinente al Cuerpo de Exploración.

— ¿Qué sucede? — Erwin le había pedido a uno de los cadetes que buscara a la capitana. — Creí que estarían revisando los detalles del nuevo escuadrón.

Noches atrás, Dex había convencido a Levi de tomar el puesto de capitán. El azabache le había comentando la propuesta de Erwin omitiendo algunos detalles sobre el contexto. A la castaña le parecían excelentes noticias, sabía que estaba junto con un soldado capaz, fuerte e inteligente y cualquier escuadrón dirigido por alguien con esas cualidades estaba destinado a obtener buenos resultados.

Por eso, esa mañana Levi estaba en la oficina del comandante. Erwin le había dado la oportunidad de que eligiera a los miembros de su escuadrón, le presentó una lista con detalles sobre los soldados que sobresalían y que podrían formar parte del nuevo Escuadrón de Operaciones Especiales. Pero no habían avanzado nada porque el azabache se negaba a aceptar que Beckett no era opción.

— Estamos trabajando es eso. — respondió el rubio. — Pero un pequeño desacuerdo no nos deja avanzar.

— ¿Cuál es el problema?

— Quiero que trabajemos juntos. — explicó Levi. Dex lo miró con una sonrisa enternecida.

— Eso no es un problema. — respondió tranquilamente. — Podemos trabajar juntos.

— ¿Te unirás al escuadrón de Levi? — respondió el comandante.

La expresión de la capitana se llenó de confusión, creyó que se refería a realizar misiones y entrenamientos coordinando a ambos equipos juntos. Pero ellos estaban hablando de degradarla de su título.

— ¿Quieres que deje mi puesto? — preguntó mirando a Erwin desconcertada. A final de cuentas, si aquello era una orden del comandante lo tendría que hacer.

— Es completamente tu decisión.

Los ojos de Dex se posaron sobre Levi, que esperaba expectante por una respuesta. La castaña adoraba trabajar con Levi, eran un buen equipo y les bastaba solo una mirada para actuar con perfecta coordinación. Pero le había costado demasiado aceptar y adaptarse a su título como para dejarlo de lado, además estaba orgullosa de ser capitana.

— No puedo. — respondió mirando a Levi con una sonrisa apenada.

— ¿Por qué no? — preguntó el azabache.

— Levi...— los ojos azulados de Dex le pedían comprensión. — Ya estoy con mi escuadrón.

— Tu escuadrón son dos personas.

Una Probada de HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora