Cuarenta y seis

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—¡Ustedes son la peor basura que he visto en mi vida! — Shadis gritaba sin compasión en dirección a los reclutas que corrían en la zona de entrenamiento. — ¡Con esa velocidad van a ser carnada de titanes, a la Legión de Reconocimiento le vendría bien inútiles como ustedes para hacer de cebo!

Los reclutas tenían por lo menos una hora corriendo en círculos con pesadas mochilas en la espalda. Su supervisor los miraba desde una pequeña plataforma, tan concentrado en identificar a los más rápidos que no notó a la capitana que caminaba en su dirección.

— Veo que sigue siendo tan amable como siempre. — comentó la menor con una ligera sonrisa.

— Beckett. — saludó con entusiasmo. — No sabía que vendrías.

— Estoy aquí por motivos personales, no hubo informes al respecto. — posó su mirada sobre los reclutas, todos se veían jóvenes y con energía, le recordaron a ella misma en sus tiempos de entrenamiento.

— Ya veo, ¿qué puedo hacer por ti, capitana? — Shadis no podía evitar sentir una pizca de orgullo al ver a la niña pequeña que se escondía detrás de Dillon convertida en una capitana de la milicia.

— Voy a casarme en un par de semanas.

— Había escuchado que tú y Erwin se comprometieron hace unos meses. — las noticias y rumores viajaban demasiado rápido entre los soldados. — Felicidades, Dex.

— Gracias. — respondió sonriendo. — Me gustaría que asistiera a la boda, será algo pequeño, una ceremonia íntima.

— Sería un placer, Dex. — la capitana le tendió una invitación delicada con el nombre del invitado escrito con la cuidadosa caligrafía de la castaña. — Haré todo lo posible por asistir. — Dex le sonrió, no era un hombre fácil de tratar, pero siempre había tenido un especial aprecio por los Beckett. — Pudiste haberla enviado por correo, supongo que si hiciste este viaje hay algo más de lo que quieres hablar.

— Veo que es bastante obvio. — rió ligeramente. — Estoy aquí por Armin Arlert.

— ¿El pequeño rubio?

— Así es, está en está generación, ¿no es así? — Shadis señaló a los reclutas, Armin corría con evidente cansancio un poco más atrás de sus compañeros.

— ¿Por qué necesita una capitana de Legión de Reconocimiento a Arlert?

— Es mi familia. — el mayor abrió los ojos con ligera sorpresa. — Es mi primo, creció junto a Dillon y yo, es esencialmente mi hermano.

—De haber sabido que estaba relacionado con los Beckett habría sido más duro con él. — Dex no dijo nada. — Ahora que lo pienso, se parece más a ti que a Dillon. No es tan fuerte como los otros, ni tan rápido, pero es el mejor en la teoría y estrategia.

— Dillon siempre fue mejor en la parte física.

— Obviamente, era mucho más fuerte que casi toda su generación de reclutas, además de un líder nato. — a Keith le habría gustado ver a Dillon Beckett tomando su antiguo puesto algún día. — Estaría orgulloso de ti, de ver cómo te has convertido en una capitana destacada. — la castaña murmuró un agradecimiento. — Entonces, ¿Arlert?

— Significaría mucho que Armin estuviera presente el día de mi boda.

— ¿Quieres sacarlo del entrenamiento?

— Solo un par de días. — sabía que estaba pidiendo demasiado. — Sé que no hay favoritismo y ...

— Sabes que sí lo hay, Beckett. — rió entre dientes. — Y sabes también que tienes una oportunidad de que acepte tu petición, si no, no te hubieras molestado en venir hasta aquí.

Una Probada de HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora