Veinticuatro

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Desde la mañana en la que Dex había hablado con Erwin en su oficina se habían mantenido alejados. El comandante había cumplido al pie de la letra lo que había dicho, se dirigía a ella para cuestiones del trabajo y en algunas ocasiones charlaban en pequeños grupos de soldados. No la había llamado "Dexi" ni una sola vez desde aquel encuentro. La castaña temía que Erwin tomara mal su petición y que su relación de trabajo se volviera complicada, pero todo entre ellos parecía fluir con naturalidad.

Octubre había llegado y la expedición estaba cerca. Dex apenas había tenido tiempo de descansar con todas las reuniones y entrenamientos, estaba determinada a preparar a su escuadrón de la mejor manera posible.

Estaba cenando junto a sus subordinados, Dex era joven para su puesto y la diferencia de edad entre ella y su escuadrón apenas se notaba. En pocas semanas les había tomado bastante cariño y ellos se sentían afortunados de trabajar con Dex, respetaban y admiraban a su capitana, pero sobre todo eso, confiaban ciegamente en la Beckett.

— Capitana — la llamó Vera, una de las dos chicas de su escuadrón — ¿podemos preguntarle algo?

— Por supuesto. — Dex sabía que sus subordinados eran amigos fuera de su labor como soldados, pasaban mucho tiempo juntos y ella siempre recibía una invitación.

— Teníamos una duda. — la castaña encorvó una ceja con curiosidad.

— ¿Qué les gustaría saber?

— Nosotros llamamos "Max" a Maxine. — River señaló a su compañera rubia — Y nos preguntamos si usted usa "Dex" como un diminutivo. — la capitana dejó escapar una risa entre dientes.

— No queremos ofenderla ni nada por el estilo. — se apresuró a agregar Maxine.

— Oh, no se preocupen. — le restó importancia al comentario con un gesto de mano. — Es normal que tengan curiosidad. — A pesar de la cercanía entre ellos ninguno se refería a ella por su nombre, la llamaban por su título militar incluso en las ocasiones donde se reunían fuera de su horario de labores en la Legión. — Mi nombre es...

— Dex — Levi la llamó, parado detrás de ella.

— Solo Dex — terminó. Rió ante como había encajado a la perfección el llamado del azabache. — Tengo que irme, chicos. — se puso de pie dejando a sus subordinados con la ansiedad de saber la respuesta. — Los veré mañana temprano.

Dejó la mesa mientras su escuadrón se despedía de ella dándole las buenas noches. Levi la esperaba de pie a algunos pasos de donde estaba sentada.

— ¿Te interrumpí? — preguntó el mayor.

— No, estaba por ir a buscarte.

Esa mañana habían acordado encontrarse después de cenar. No se habían reunido a tomar el té desde la noche en que Dex tuvo que irse a la reunión junto a Erwin y esa era la primera noche en la que ambos podían terminar sus labores temprano.

— Sé que dijimos que tomaríamos té hoy, pero tengo mucho papeleo. — lo miraba apenada de tener que modificar sus planes. — ¿quieres acompañarme mientras trabajo?

— Sí, está bien. — Levi comenzaba a extrañar sus veladas con la castaña.

— Prometo que podemos bajar por té en cuanto termine.

— Entonces deberías apurarte. — Dex rió ante el comentario del azabache.

Caminaron sin muchas prisas hasta la oficina de la menor, en las últimas semanas Levi había estado ahí algunas veces en situaciones parecidas a esa. Se sentaba frente a Dex y mantenían conversaciones casuales mientras la capitana llenaba múltiples reportes con una impecable caligrafía. A Levi le gustaba ver la manera en que Dex escribía, la menor fruncía ligeramente el ceño mientras plasmaba bonitas letras curvadas en el papel.

Una Probada de HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora