Aunque tú no lo sepas

Capítulo 20

Menos mal, me había dado tiempo a ducharme, vestirme y llegar al King's antes de la hora de apertura. No me hubiera hecho nada de gracia abrir más tarde de las 5, y todo por entretenerme en el Asturiano.

Estaba preparando unos cafés para unos clientes, cuando Nuria se sentó en la barra.

- Hola Luisita, ¿me puedes poner una copa? No me importa de qué, mientras sea algo fuerte

Me sorprendió verla aquí y más que se sentase en la barra. No estaba acostumbrada a verla en el King's sola, para qué mentir. Le serví lo que me había pedido y seguí con mi trabajo.

Al cabo de un rato, Nuria me hizo un gesto para que le pusiera otra copa.

- Luisita... ¿Piensas que soy mala persona? -me dijo antes de darle un trago a la copa.

- Yo... Yo no soy quién para juzgarte, cada uno tiene que ser consecuente con sus actos. -dije muy seria.

- Vale... Con eso ya me lo has dicho todo. -agachó su mirada hacia la copa- Soy una estúpida. He perdido a una mujer increíble.

Yo solo la miré. Preferí callar porque no creo que le sirviera de mucha ayuda mi opinión. Confirmarle que era la persona más estúpida que había conocido nunca por permitirse perder a una persona como Amelia. Vale, yo apenas la conozco, pero ella sí, ella era su pareja, y había cometido el mayor error de su vida por...¿un calentón? O varios, yo qué sabía. No le hice caso y seguí trabajando, era lo mejor.

Al cabo de un rato, María entró y se acercó a la barra.

- Hola Luisi, ¿cómo va la cosa?

- Bien, muy tranquila.

María se dio cuenta de quién estaba en la barra, y me hizo un gesto con la cabeza al que yo respondí encogiendo los hombros.

- Bueno, me voy al despacho, luego entra, tenemos que hablar.

- Sí, no te preocupes, cuando vea esto tranquilo, entro y que Miguel se apañe un rato. -le guiñé el ojo, ella se fue para el despacho y seguí trabajando.

- Ponme otra, por favor. -dijo Nuria.

La miré y me lo pensé, pero ¿qué iba a hacer? ¿decirle que ya había bebido lo suficiente? Quizás debería...

- Toma Nuria, pero creo que...

- Luisita yo no quiero perder a Amelia... -me dijo ella y le dio un trago largo a la copa.

- Es que yo... -no sabía que decirle.

Creo que esa frase la tenía que haber pensado mucho antes, mucho antes de empezar algo con esa tal Sofía y hacerle daño a Amelia. Ahora ya era demasiado tarde.

- Sí, tienes razón, ya la he perdido. -me miró-. Pero vamos, no creo que se haya olvidado de mí tan rápido, que han sido cuatro años. Quizás si hablase con ella...

Al escuchar lo que me estaba diciendo, mi cabreo iba aumentando por momentos... ¿Perdona? Te has estado liando con una, encima Amelia la conocía, y seguramente no solo hayan sido un par de besos, sino mucho más. Y ahora, vienes a ahogar las penas en alcohol y te aparece este arrepentimiento... Me parece increíble. Vale que sea la camarera del pub y he aguantado a muchos borrachos contándome sus problemas, pero creo que lo que me está diciendo Nuria está fuera de lugar. Que se hubiera pensado antes este discurso cuando se estaba comiendo la boca en el reservado.

- Nuria, lo mejor es que te vayas a casa. Deja de beber.

- A casa... nuestra casa. A Amelia le encanta ese piso, ¿sabes? Tienes razón, creo que voy a hablar con ella, voy a intentar solucionar esto. -se terminó de beber todo lo que le quedaba en la copa.