Capítulo 64

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Amelia

Entonces no tengo que llevar nada?

Yo

No, cariño, no hace falta, si me ha dicho mi padre que él se encarga de todo

Amelia

Pero a mí me sabe mal…😕

Yo

Solo con tu presencia, basta

Amelia

Bueno, mañana veo qué llevo🤔

Yo

No seas tonta, anda 🙈

Amelia

Por cierto, seguro que no quieres que vaya y te haga compañía?😏

Yo

Amor, acabas de terminar la función
Ve a casa a descansar

Amelia

Pero un besito ahora sí, no?
Que me pillar de paso…

Yo

Venga, entra, pero no puedo entretenerme mucho

Que María ya me está mirando mal por estar con el móvil 😑

Amelia

Solo un beso!
Prometido!🙌🏼

Guardé el móvil y miré a mi hermana poniendo mi mejor cara. Yo sabía que no le gustaba que estuviésemos con el teléfono mientras estábamos trabajando, decía que mostraba pasotismo, pero era una urgencia. Más bien una necesidad. Hablar con Amelia siempre lo era.

Seguí poniendo copas. El King’s estaba bastante lleno, era sábado y se notaba que a la gente le apetecía salir y beber. No me di cuenta que ella había entrado hasta que se acercó a la barra y se quedó apoyada mirándome. 

—¡Amelia! —Sonreí al verla.

—Hola, bonita. ¿Alguna vez te he dicho que estás especialmente guapa cuando trabajas? —preguntó acercándose a mí alzando la ceja.

—Mmmm, no, no me lo has dicho nunca, pero puedes repetírmelo las veces que quieras eh —reí.

Recorté la poca distancia que no unía y le di un beso.

—Ahora que lo pienso, te había dicho uno, pero quiero más —musitó en mis labios.

—Puf… Y yo, amor, pero estoy trabajando —me lamenté.

—¡Hombre! Hola cuñi —dijo mi hermana acercándose a Amelia para darle un abrazo. —¿Estás preparada para mañana?

—¡Ay, no me lo recuerdes que me pongo nerviosa! —exclamó tapándose la cara.

—Anda, no digas tonterías, si todos te adoran —pronunció María.

—Ya, pero…

—Amor, que eso ya está olvidado —le aseguré porque sabía qué le rondaba la cabeza.

—Es que teniendo una casa bien maja, a quién se le ocurre…

—¡María! —la interrumpí mirándola fijamente.

—¡Qué es broma! Si cuando el hambre aprieta… —Me guiñó el ojo—. Bueno, ¿qué quieres tomar, Amelia?

—Nada, si me voy a ir a casa, que mañana quiero salir a correr antes de ir a la comida, porque por lo que me ha dicho Luisita, vuestro padre hará comida para un regimiento.

Aunque tú no lo sepasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora