Capítulo 26

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La noche iba viento en popa, la gente subía al escenario a cantar las típicas canciones que todos hemos cantado alguna vez en un karaoke. Amelia se subió con un par de compañeros suyos a cantar, y la verdad que no lo hacía para nada mal, todo lo contrario. Aunque estuvieran entre risas, ella cantaba de maravilla. Incluso llamó a María y juntas cantaron “Solo se vive una vez” de Azúcar Moreno.

Pero la noche se torció en el momento que vimos como una persona se subió al escenario y comenzaron a sonar los acordes de “Quédate” de Funambulista.

Quédate, hagamos todo como la primera vez
Descúbreme las líneas de las manos, ven
Y bésame los labios sin saber por qué, te sale bien

Quédate, será segunda parte que ha salido bien
Vendrán veranos largos y otro amanecer
Eterno de contar estrellas

En ese momento miré a Marina y esta me devolvió la mirada. María se acercó a mí y me dio en el brazo, intentando llamar mi atención, pero yo estaba flipando.

—Luisi… Es Nuria, ¿no?

—Ajá… —Ni la miré, no podía despegar mis ojos de ese escenario.

—¡Qué se la está cantando a Amelia! Mira, mira, Luisi.

Nuria cantaba realmente bien, y mi hermana tenía razón, se la estaba cantando directamente a Amelia.

Tú, que no has tenido tiempo de llamarme
Que buscas tu destino en otra parte, tú
Que te has cansado y ya no esperas
Y ya no esperas

Miré por un momento a Amelia y ni se inmutaba de su sitio. Vi como Lourdes le cogía de la mano y como Mateo se levantaba de la silla pero Amelia no lo dejaba que se moviera de su sitio. Marina también cogió a Mateo. Seguramente quería ir al escenario a bajar a Nuria, pero no le dejeron.

—Luisi… Yo estoy quedándome a cuadros.

—Yo también María, yo también…

La canción seguía, Nuria continuaba cantándola mirando fijamente a Amelia, sintiendo la canción.

Tú, que no has tenido tiempo de llamarme, tú
Que bailas a mi lado sin rozarme, tú
Que te has cansado y ya no esperas
Y ya no esperas, tú.

Justo cuando terminó la canción, la música bajó y antes de bajar del escenario Nuria le habló a Amelia.

—Quédate Amelia —dijo Nuria mirando a Amelia.

Se bajó del escenario y salió en la pantalla que habíamos puesto detrás del escenario, el nombre de la siguiente canción. La gente creo que ni se había dado cuenta de lo que habíamos vivido hacía unos segundos. Nuria se había atrevido a cantarle a Amelia una canción, una declaración en toda regla para que se quedase con ella, para que volvieran a estar juntas. Yo seguía un poco en shock, intenté mirar a Marina a ver si ella me miraba y por lo menos me enteraba de qué había pasado exactamente, pero no hubo suerte. Vinieron unos clientes y tuve que atenderlos.

El karaoke seguía, yo había perdido de vista a Amelia y a Lourdes, pero había localizado a Nuria, estaba con más gente sentada en una mesa. Como podía ser tan descarada, seguro que se había enterado de que Amelia iba a venir aquí y claro, cómo iba a perder ella su oportunidad. Yo flipo con la gente, pero con Nuria flipaba aún más.

De pronto vi como Marina se acercaba a la barra.

—Luisi, me he quedado muerta…

—Pues anda que yo, en la vida me hubiera imaginado esto.

Aunque tú no lo sepasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora