7. El diario de Zac

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Me sentí bien por unos días pero luego ya no, sólo recordaba a mi papá y todas esas cosas que dijo. No quería recordarlo pero era inevitable. Decidí apartar esos pensamientos de mi mente con otras cosas. Por suerte ese día me tocaba ir de compras con Madie y eso siempre era divertido. Por la tarde fuimos en su auto. Ella me contó durante todo el camino sobre una cirugía pero no le puse mucha atención. Realmente era muy difícil para mí aceptar que mi papá ya no era mi padre. Enero estaba siendo un mes bastante frío y complicado además. Pero yo debía ser optimista. Aunque no sabía cómo lograría eso si mi empleo con el profesor Charles terminaría en unos días y tendría mucho tiempo libre, cosa que sólo me daría espacio para pensar.

— Zac, ¿Estás bien?— me preguntó ella mientras empujaba un carrito en la tienda.

Me concentré tanto en todo que no me di cuenta de lo que pasaba a mi alrededor.

— Lo estoy— dije.
— ¿Entonces puedes decir de qué te estaba hablando?
— Eh... de comida— dije.
— Pues es cierto pero a mí no me engañas, sé que no me estabas poniendo atención.

La miré. Le había pedido a Will que no le contara a nadie lo que había hecho. Sólo Neil lo sabía. Pero consideré que debía contarle. Lo hice. A ella le sorprendió mucho.

— ¿Crees que hice mal?— pregunté con inseguridad.
— ¿Bromeas? ¡Es grandioso! ¡Te admiro demasiado de verdad!
— ¿No piensas que fue un terrible error? Porque así se siente.
— Tenías una relación muy tóxica con tu padre que debías cortar y lo hiciste. Fue un sacrificio para ser feliz. Yo te apoyo totalmente. No estás equivocado para nada.
— ¿Entonces porqué me siento muy mal?
— Porque lo querías. Pero te juro que te sentirás mejor pronto. Sólo debes divertirte un poco y yo sé cómo. Si te subes en el carrito podría empujarte por los pasillos.
— ¿Eso no haría que los de seguridad nos echaran de la tienda?
— Tal vez. Pero sería divertido.
— Esta es mi tienda favorita, no me arriesgaré a tener problemas. Pero mañana podríamos hacer algo.
— Mañana tengo el turno nocturno— dijo ella.
— Entonces podrías ir con nosotros al cine el fin de semana.
— No puedo, ya te estoy acompañando hoy, ese día le toca a Will.
— ¿Y no pueden ir ambos?
— No, tenemos horarios muy específicos— dijo ella.
— ¿Por qué? Hasta parece que no quieren estar juntos.

Ella me miró atentamente.

— Yo ya veo a Will todo el tiempo— dijo—. Y él me ve a mí. Somos compañeros de trabajo. No podemos evitar encontrarnos y eso puede ser bastante abrumador. Podemos llegar a cansarnos de nosotros mismos y por eso creo que es bueno que tengamos horarios para distraernos y hacer cosas divertidas contigo.
— ¿Y eso soy entonces, una distracción?
— No, créeme, significas mucho para ambos...
— Por supuesto que sí, voy a casarme con Will— dije—. Sería extraño que yo no significara nada para él.

Me observó. Se vió repentinamente triste por eso.

— Cierto. Había olvidado que se comprometieron— dijo ella.
— Espero que Will no lo olvide— dije—. Porque sería muy triste.
— Jamás lo haría, anda muy feliz observando su anillo cada vez que puede— dijo ella—. Las enfermeras están bastante deprimidas desde entonces porque cuando una le preguntó, él dijo muy feliz que se comprometió en navidad. No dijo más pero fue suficiente. Ahora todo el hospital sabe que el doctor Harper está comprometido.
— Ese anillo de verdad resultó una buena inversión— dije sorprendido—. Debí comprar uno más costoso.
— A Will le encanta el que tiene. Yo también estaría feliz si me hubieran dado uno así— dijo ella.
— Pasará pronto. Apuesto a que es cuestión de tiempo para que encuentres a alguien que ames.

No parecía feliz.

— No sé si quiero a alguien más— dijo.

Se fue con el carrito. Eso me dejó bastante confundido. ¿Alguien más? ¿Significaba que ya tenía a alguien? ¿Hablaba de Will? Porque no parecía ser él. Es decir, no quería ir al cine juntos, no debía estar enamorada si no podía verlo siquiera.
No le pregunté pero me intrigaba bastante. Ya en la noche cuando esperaba en la cama a que Will llegara, decidí preguntarle.

Rupturas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora