107. El diario de James (y el detective)

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Tenía que pensar en una forma de destruir lo que Clint tenía. No podía denunciarlos a la policía aún cuando papá era amigo del detective Campbell y eso podría hacer que fuera más rápido que lo atraparan. Se llevarían a todos a prisión. Clint obtendría su merecido pero los demás también por ser sus cómplices. Sin contar con que sus manos no estaban limpias. Tampoco las mías. Pero ir a prisión no me interesaba. Sólo quería poder salvarlos. Además no había garantía de que pudieran meter a prisión a Clint, seguramente probar todo lo que había hecho sería imposible porque a simple vista parecía un adolescente cualquiera.
Si recurría a Gerald, sería lo mismo. Sólo cambiaríamos de dueño. No podía recurrir a ninguna de esas dos personas poderosas. Pero ellos dos sí estaban detrás de Clint. Gerald para quitarle todo y Scott Campbell para meterlo a prisión. Lo peor era que él no lo sabía. Quizá sí sospechaba de Gerald pero debía sospechar de todos sus socios. Trabajaban con él pero no eran sus amigos. De Scott no debía tener idea. Tampoco de mí. Porque yo también estaba en esa lista de personas que querían destruirlo. Clint tenía bastantes enemigos. El menos probable debía ser yo porque no tenía poder en lo absoluto. Excepto el que él me había dado. También la confianza de la gente. Ganármelos no fue difícil. Mi cara hacía las cosas fáciles. Además esas personas estaban tan desesperadas que un poco de piedad los hizo confiar en mí. Era triste. Pero oportuno. Debía darme prisa para usar mi poder. Porque después de la graduación me iría con él. Lo único que mantenía a Clint en la zona era que yo iba a la escuela y que eso también era bueno para él porque nadie sospechaba de un estudiante. Pero como su territorio se expandió gracias a esa traición fallida, debía hacer más y ya no era tan bueno quedarse en un sólo lugar. Sin embargo como Jack abogó por mí, Clint me permitiría graduarme. Lo que significaba que tenía hasta julio para pensar en algo o me llevaría definitivamente. No volvería jamás. Sin contar con que Gerald podría estar planeando una traición para los siguientes meses. O que Scott pudiera ya haber descubierto algo. Debía asegurarme de sus avances. Por suerte los dos me veían como un inofensivo niño pequeño que nunca lastimaría a nadie.

Con mis renovadas ganas de vivir, fui a tomar un baño después de desayunar. Mi ropa no estaba así que no la busqué. Me puse una bata de baño. Y estuve así hasta que simplemente sentí ganas de salir. Lo hice. Bajé las escaleras. No había nadie más que mi corte real. Porque Jack tuvo que irse a sus deberes.

— Señor, ¿A dónde va?— me preguntó uno de mis guardias.
— Afuera— dije—. Para hablar por teléfono.

No confiaba en mi habitación. Podrían haber cámaras o algo así. Pedí que me sacaran una silla al patio. Lo hicieron. Entonces me senté. Crucé mis piernas y tomé mi teléfono. Dejé que el viento y el sol secarán mi cabello.
Gerald contestó rápidamente.

— James, qué enorme placer es escuchar tu voz— me dijo.
— También me alegra poder escucharte— dije fingiendo ternura.
— ¿Te encuentras bien? Porque me llegó un rumor sobre algo que pasó en la nueva mansión de Clint y me asustó bastante.

Lo sabía, Gerald tenía espías en ese lugar. No en la fábrica porque todos eran leales a mí. Pero en ese lugar la gente estaba tan desesperada y maltratada que cualquiera vendería su alma por unas monedas. No los culpaba. Pero si Gerald tenía gente ahí era porque planeaba algo.

— Estoy bien— dije.
— ¿De verdad? Porque si no te sientes cómodo ahí, dímelo y con gusto iré por ti.

Entonces lo entendí. Ese era su plan. Porque tenía los recursos y todo para traicionar a Clint pero no el pretexto adecuado. No algo que ameritara que él tratara de destruir al que lo guió en ese mundo. Al que le enseñó qué hacer. Entonces esperaba una excusa y eso quería que fuera yo. Si le decía que sí, él iría por mí, Clint trataría de recuperarme y se armaría una guerra de Troya moderna.
Casi podía jurar que él me creía tan estúpido como para hacer algo así.

Rupturas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora