195. El diario de Alex Harper (y una noticia)

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El día de la prueba me sentía tan nervioso que tenía ganas de vomitar. Hasta me cambié de ropa con las manos temblorosas. Después caminé lentamente hasta el salón. Mis otros compañeros estaban ahí. Me puse en mi posición. Respiré profundamente. Como no quería distraerme, le dije a los demás que me esperaran afuera. Lo que menos quería era ponerme nervioso. No me sentía demasiado preparado. Sabía que me faltó practicar más. Pero habían pasado cosas. Entendía que habían muchas posibilidades de fracasar. Llevaba menos de un año desde que volví a practicar oficialmente ballet y en las últimas semanas me había descuidado bastante. Will decía que no pasaba nada si no lo lograba, siempre podría intentarlo de nuevo. Pero lo deseaba. De verdad quería poder hacerlo bien. Sin embargo en ese momento ya nada importaba. Lo único que interesaba era lo que hiciera ahí. Mi pasado, mis problemas, mis deseos o mis motivos debían desaparecer. Suspiré. Traté de concentrarme. De dejar mi mente en blanco.

Después comenzó la música. Y mi cuerpo automáticamente comenzó aquella coreografía que llevaba practicando por meses. No pensé en nada más mientras lo hacía. Quería no ponerme sentimental. Pero no podía evitarlo. Estar ahí, aún si no lograba ser elegido, ya era una gran victoria para alguien como yo que se había perdido totalmente por años. Recordé los días donde simplemente levantarme de la cama era demasiado difícil. Era increíble que estuviera ahí, audicionando para mi profesora. Me sentí muy feliz.

Bailé dando todo de mí. La música terminó. Por fin pude detenerme y sonreír. Los demás se veían muy nerviosos. Pero yo estaba demasiado contento. La profesora había llevado a otras dos personas para que nos vieran. Mientras deliberaban, fui al baño. Miré mi cara en el espejo. Estaba roja y un poco sudorosa pero me veía feliz. Como mi cabello estaba largo tuve que atarlo con una liga que tenía estampado de abejitas. Eso me hizo reír. Me sentía bastante orgulloso de mí. Regresé al salón.
Habían muchas personas, todos llevaron a sus familiares. La profesora dijo que ya tenía una decisión. La dijo. Me quedé pasmado mirándola. Cuando pude moverme, mi primer reacción fue correr. Salí de ahí a toda velocidad. Fui por el pasillo hasta las escaleras. Escuché el ruido de los gritos y aplausos mientras se alejaban de mí. Llegué abajo, corrí a la puerta, la atravesé y la luz me cegó un poco. Neil estaba cerca de su auto. Me miró. Fui a él y lo abracé con fuerza. Hundí mi cara entre su pecho. Sentí sus brazos en mi espalda. Y lloré. Ya no pude sostener mis lágrimas. Estuve así por unos minutos, simplemente dejando que esas emociones salieran de mí en forma de lágrimas. Después me separé un poco de él y miré hacia arriba. Me observaba.

— Lo logré— le dije mientras sonreía.

Y él me regresó la sonrisa.

— Lo sabía— dijo.

Sentí aún más ganas de llorar. Pero él limpió mis lágrimas pasando su pulgar sobre mi cara.

— Bien hecho— dijo.

Estaba concentrado mirándolo, perdiéndome en sus ojos cuando recordé que los demás estaban ahí. Will estaba practicamente llorando. Zac le pasó un pañuelo. Laura se veía muy feliz mientras festejaba junto a Jason y Jimi. Eso me hizo muy feliz. No podía creer que estaba rodeado de tanta gente que me quería.

— No sé qué hiciste pero seguramente fue maravilloso— dijo Laura.
— Ojalá hubieran podido verlo— dije—. Pero creo que me habría puesto muy nervioso si los veía ahí.
— Apuesto a que fue hermoso— dijo Will bastante sentimental.
— Felicitaciones— me dijo Jason.
— Pero para la próxima deja que te veamos— dijo Jimi.
— No, la última vez que me viste convertiste uno de mis movimientos en una arma mortal— le dije.
— No es tan mortal— dijo él—. No si falla.
— ¿Qué?— dijo Zac asustado.
— Creo que quieren hablar contigo— me dijo Neil.

Rupturas de PasilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora